Igual que quiero locura
me instigan los cuerpos,
igual van doliendo
de lejos. Exclusividad,
tardía mi presencia,
destilada.
Remarcados ojos huecos
Murmurando dolores
de enfermos del mundo,
remedios y consejos vanos
olvida que estas moribundo,
¡no hay remedio! enfermo, iluso.
— ¡truenan! los golpes-
Tacón en el techo de la sala.
Por el pasillo caminas,
un ejército a cada lado
la dolencia de tu mundo,
infecto pasar,
presunto destino
aspiración, expiración y sueños,
El mal que aturde al brío de tus movimientos desmejorados,
te supones consumido,
inexcusable y reo,
Juzgamundos ¡que revientas!
ya sientes corruptos los días más viciados,
desparrame definitivo en la bodega,
caldo introspectivo
Mirando las esquinas,
No entiendes de males del alma,
Y que no sean tocadas
Cuatro notas absurdas
silbadas con la botella vacía.
¡Oh! y desconfías de ti, conspirador.
Pero andas callado, suenas tan flojo,
desmemorias al silencio, si,
ruido eres, ruido inapreciable.