De un poco de luz
La densa geología del suelo donde te mueves
roca dura que pateas en las noches
obtuso la claridad no miras,
apenas te mueves de un lado de la cama,
lejos de la luz que entre fatigas esquivas.
Abrazado a tus bostezos,
revividos en la oscuridad que reflejan tus persianas,
son dibujos, grabados,
contraste estanco que colma tu despertar
el no desvelador y las fricciones pensadas
Y te encuentras una brizna de polvo
visible en la necedad de la habitación
escapando despierta sintiéndose dormida, a la mañana,
viviendo en la cargada salubridad que dejan las noches
que no se escapan,
alargadas y mal dormidas.
Hervidas con el agua de un pantano,
sudor frío transpiran tus sabanas;
los haraposos sueños, convulsos
rapiñaron con espanto en tu conciencia;
Ahora tiras de las cortinas,
ahora sepulcro sin luz
La estrella de polvo yace en tu mente,
arrojada entre millones,
sobre los pétalos pusilánimes que enfundan tus ojos.