Las tiendas y comercios serán tal vez los menos afectados por la medida, puesto que sus horarios suelen llegar precisamente hasta las 9 de la noche. Quienes en realidad verán mermada su rentabilidad son los principales proveedores de entretenimiento: locales nocturnos y salas de cine y teatro. Y si la mayoría de estos establecimientos se encuentra en Centros Comerciales es por una razón: brindan mayor seguridad que otro tipo de locales al aire libre. No en balde la gran mayoría de las salas de cine y teatro se han acogido al formato Multiplex y se encuentran dentro de los colosos comerciales para venderse como parte de un combo que incluye otros servicios. El ataque no es a los Centros Comerciales ni a sus dueños. No creo que Salomón Cohén deje de dormir esta noche por ese decreto, pero quienes ven mermada su posibilidad de entretenimiento sí.
Vivimos en un Estado que no combate la delincuencia, eso es evidente. Ya sea por complacencia o negligencia, las cifras de inseguridad han colocado a Caracas como la tercera ciudad más peligrosa del mundo, sólo detrás de Ciudad Juárez y Nueva Orléans. Y mientras la tasa de homicidios se incrementaba en Caracas durante el mes de dociembre, ¿qué hacía la Policía Metropolitana? Secuestrar a un ganadero que está en huelga de hambre.
Uno pensaría que un estado que no ha tenido éxito en combatir la delincuencia, ni controlar la caída económica al menos permitiría que la gente pueda salir a olvidar esos problemas tomándose unos tragos o viendo alguna película u obra de teatro. ¿Por qué entonces se va en la dirección contraria? ¿Acaso se busca implementar un toque de queda implícito donde todos deberíamos estar en nuestras casas cuando anochece? No había pan… ¿y ahora tampoco hay circo? ¡Feliz 2010!