Sugestiva necesidad de saber
lo que provocó el cataclismo
en mi masa encefálica
y el resto de mis viseras.
Tenue recuerdo de lo que poseí;
He olvidado lo que amé,
hoy no sé si amé ni a quién amé.
En la parsimonia de mi ser
Divagan esqueletos de
sentimientos nocivos
Pero que ya no exaltan.
Pienso en esa soledad que
Me miraba pero no me escuchaba,
Que silumulaba irse,
daba dos pasos y regresaba uno,
estiraba el brazo y rosaba mis mejillas…
La he sentido tan cerca,
Tan permanente,
Tan quieta…
pero se me desaparece
cuando me miro completa, bien.
Recuerdo la teoría comprobada:
“La soledad solo es para quien no sabe estar con uno mismo”.
Lo merezco. Soledad: nunca me has atendido bien.
Mientras pienso en mi fiesta interior
Celebrándose en mi infernal ser
Imagino a mis demonios bailando
Y con su peso de mastodonte
Haciendo retumbar mi cuerpo.
Ahora lo siento.
Miro el mundo con ojos de hambre y sed,
Siento que ya no me irrita
El sol que quemaba mi piel
Ni el frio cortante en mi cara:
Le gente me inspira,
Inspirarme me revive.
“El sol no miente cuando amanece… cambia el color de todo”