– Trabajé y, al salir, me fui pa’ donde estaba prendida la vaina. Caminaba por la acera y pasaban las tanquetas. Mérida esta tomada militarmente. Destruyeron la cerca perimetral de Las Marías y quemaron autos. Dispararon desde los edificios hasta afuera. En Ejido, saquearon y destruyeron la casa de Copei y la casa de un dirigente político. Todas las avenidas principales están trancadas. En El Campito, donde yo estaba, tuvimos que meter a una amiga con heridas de perdigones a uno de los apartamentos. A la final, la pana estaba muy mal y la sacamos por detrás, mientras empezábamos a escuchar plomo. A esta hora, aún los problemas siguen encendidos pero no como ayer. Ayer, fue el infierno –
– En el interior, nos piden que no hagamos guarimba, que lo menos que necesitamos es un estado de excepción pero yo creo que ya vivimos en toque de queda; creo que ya basta –
– No va pasar nada. No permitirán que lo que aquí vivimos se reproduzca en el país. Es una película en la que te sientes en Bosnia o de vuelta en los 70’s. Aquí, ya hay varios muertos y muchísimos heridos. Los autos quemados y volteados en las avenidas y todo llenándose de humo negro te colocan en una fucking guerra. Anoche, ayudé a armar unas molotovs, para evitar que los pacos se metieran a las residencias. Es horrible estar preparando armas y luego, lanzarlas contra militares de nuestra edad, a quienes les toca repelernos porque ni quieren matarnos ni quieren morir; porque ese es el rollo, aquí los muertos son del gobierno y de la oposición; aquí, están pagando todos; aquí, Los Tupamaros se caen a plomo con el movimiento 13. En todos lados hay trincheras.
– Disculpa, cuéntame del Movimiento 13. La gente cuenta que anoche, Los Tupamaros sólo querían cazarlos a ellos. No sé nada del M13 –
– Es un movimiento de ultraderecha, financiado por la oposición, fascista, armado, que hacen de Mérida un caos cuando les da la gana porque tienen mucha influencia política y, realmente, no les importa nada. Son de la vieja escuela, la mano violenta de la oposición venezolana, los que hacen el trabajo sucio. Tomaron como amparo la autonomía universitaria para operar y hacer lo que les da la gana. Dicen que son estudiantes pero son delincuentes. Saquean, matan, roban, violan. 13 de marzo, la fecha en la que mataron a Caraballo Cantor, hace 30 años –
– Pero aquí, no tienen franquicia, que yo sepa –
– Gracias a Dios –
– Los movimientos estudiantiles…-
– Simplemente, no les conviene que pseudo terroristas y mercenarios se apoderen completamente de las decisiones y acciones de calle. Allá, todo es un juego de poder, que pa’ allá, que pa’ acá, plata en mano, corrupción, sobornos. Todos felices si a cada uno le toca la taja del pastel.
(…)
– Aquí no. Aquí, si les dan o no les dan plata, van a quemar igual. Una universidad de derecha y un alcalde exrector, los amparan. Mientras, la otra cara, es igual. Los Tupamaros y los movimientos de la Unefa, harán lo mismo, mientras los financia y los ampara el Estado-
– Estamos demasiados jodidos. El gobierno cree tener el control de una sociedad molesta. Están pelados –
– En Mérida, se mezclo todo: Cortes eléctricos de ocho horas, la falta de agua, la devaluación, la inflación, los medios de comunicación, la incompetencia gubernamental, la corrupción que mueve la violencia, todos estos pseudos paramilitares financiados por ambos bandos, la inseguridad. y, sobre todo, la falta de atención del resto del país; la arrechera que da saber que nos hacen esto, así, sólo a nosotros. Esa es la rabia del merideño que ha estado muchos años en mitad del conflicto y nadie, del gobierno ni de la oposición, hace nada-
– Es un microcosmo de lo que podría pasar…o pasará-
– Es un experimento para ver qué pasaría en Venezuela si empiezan hacer lo que hacen acá, para ver qué pasaría en cualquier ciudad o en Caracas, si quitan la luz ocho, nueve horas, si les quitan el agua por cuatro días completos, al mismo tiempo, si atentan contra la autonomía universitaria, si saquean y matan gente, si sacan a los militares a la calle (…) Tienen que ver la forma de alargarlo, aplacarlo, hasta que ellos hayan robado y jodido lo suficiente para largarse. ¿Crees que sus cuentas están en bolívares? No, en fucking dólares. Ya se están yendo, todos, los del gobierno, los de la oposición, que son ellos mismos. Nos engañan, nos ponen a pelear en las calles, mientras nos roban en nuestras caras-
– ¿Perdiste todas las esperanzas? –
– Mañana o pasado hay dos funerales. A nadie le duelen los muertos más que a nosotros-
– Respóndeme-
– Sé que quemarán más de lo que ya quemaron, buscarán más muertos, más noticias en CNN. Se van a poner la máscara hipócrita para hablar de Mérida y a los treinta segundos hablarán del puto béisbol; mientras, todos twittean mil maneras de tumbar a Chávez, cuando ni eso ayudaría un carajo. El Guri, no se llenará de nuevo, no lloverá en cuatro meses más. En los andes, seguirán quitándonos la luz para abastecer a las ciudades más importantes del país, tendrémos la guardia en la calle y morirán estudiantes y civiles, como siempre. Censurarán medios y dirán que protestamos por RCTV, cuando, maldita sea, no tenemos servicios básicos desde hace nueve meses –
– Eso ya lo sabíamos algunos pero el país se hizo la vista gorda, acomodados en su propio espacio-
– Maily, llevo varios años metido en este infierno, luchando ideológica y físicamente. Se hacer explosivos de varios tipos, tengo par de cicatrices en mis piernas y espalda, he hecho trabajo social en los peores sitios y lugares que puede haber, he visto cómo arremeten con armas, militares y policías, mientras tengo que lanzar piedras para avanzar o escapar. Ya no creo en nadie y digo todo esto porque me duele, porque no sé cómo está Mariana en el hospital en este momento, porque pasan beisbol en TV y la gente ve la novela esperando que en Mérida se prenda más el peo para hablar de los chamos muertos como bandera política, porque estoy muy arrecho y frustrado de hacer lo mismo que hacemos hace 200 años; pero, mira, algo que jamás perderé son las esperanzas de cambiarlo. Es sólo que, si tú hubieses estado en mi lugar, ayer y hoy… es fácil dejar de creer en todo –
– Lo sé, es arrecho –
– Arrecho es seguir luchando –
– Hoy, le pregunté a mis alumnos por qué no protestaban y, nada, hubo un silencio, se hicieron los locos. Mira, como de cada veinte ciudadanos, hay uno dispuesto realmente a actuar pero nunca se necesitó demasiada gente para cambiar el mundo –
– Demasiada gente, no, la suficiente. Nosotros somos la suficiente. Lo haremos, tú, yo, ellos. Como sea-
* Nota de la escribidora: La verdad más absoluta que puede existir es la que te has construido en tu experiencia. Por la libertad de que cada quien tenga la suya, les dejo extractos de una conversación.