Catia
Caracas resplandecía abajo
Mientras nosotros jugábamos
A amarnos
Usándola de escenario
Abajo la vida normal
Seguía impávida su rutina
Mientras nuestra ciegas lenguas
Mutuamente se descubrían
Me contaron que toda tu
Hace tiempo partió
Hacia lugares
Menos vulgares
Donde negros colombianos
No venden la naranja carne
Del verdadero bocachico
En plena calle
Nunca olvidaré que resaltabas
Que te llamabas Catia
¡Pero con “K”!
¡Coño de la madre!
VABM jueves, 28 de enero de 2010