LA CRISIS MORAL Y ESPIRITUAL EN LA IGLESIA CATÓLICA

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El protagonista del más reciente escándalo asociado a la iglesia católica

El de la imagen es un sacerdote de la iglesia católica, ahora suspendido. Su pecado no es meter la barriga para salir sexy en las fotos. Desde su residencia, ofrecía sus servicios sexuales por internet, gastó 17.000 euros de la parroquia en líneas eróticas y prostíbulos y hasta intentó subastar uno de los cuadros de la hermandad. Fue cesado por el desfalco económico, no por su segunda carrera como trabajador sexual. Pueden ver la noticia completa aquí.

Si este fuese un caso aislado, quizás el escándalo hubiese sido mayor pero, a estas alturas, cuando de cuando en cuando recibimos noticias de los excesos de los supuestos guías espirituales de los católicos, creo que la reacción general es más bien de hastío, de un «¿hasta cuando los curas con sus morbosidades?». Hace menos de una semana comenté el asunto de los abusos de poder de la iglesia católica, cuyo más reciente episodio conocido se ubica en Irlanda.

Yo tengo muchas historias relacionadas con los sacerdotes. Creo que ya es hora de contar algunas, las que puedo sin violar la confidencialidad de aquellos a los que he atendido.

  • Jesús dejó la hermandad de la que formaba parte. Al principio estaba dispuesto a todo, incluso al celibato, a renunciar a su condición de hombre gay por seguir su vocación. Cuando comenzó a usar internet para contactar a otros gays, el mismo dedidió dejar el seminario. Su conciencia, y sólo su conciencia, lo hicieron actuar congruentemente con lo que sentía. Nadie se enteró, pues siempre lo dejaban sólo y no tenía ningún tipo de supervisión o guía espiritual.
  • El caso anterior es raro. Mi amigo Alfredo tiene un noviecito. Lo conoció por internet. La primera vez que el noviecito lo llevó a su casa resultó que era un seminario. A escondidas lo visita y tienen sexo en su cuarto. Eso sí, tienen que hacerlo sin mucho ruido porque el superior tiene la habitación justo al lado.
  • Mi amigo Guillermo dejó el seminario. Como muchos de los que yo conozco, como muchos de los que él conoció, es gay. No, no es pedofílico y no le gustan los niños. Esos casi siempre son heterosexuales. El asunto es que me contó la historia más extraña de las que he escuchado. En esta hermandad en particular, había una especie de pacto referido a tener un «hermano en Cristo». Ese era el eufemismo para referirse a su pareja, tomada dentro del grupo y consumada con todas las de la ley (del deseo). Las noches y las madrugadas eran de portazos y cambios de habitación en aquella casona. Sin que nadie notara nada, por supuesto. Conocí a otro de sus compañeros de seminario, él si cura, y me confirmó la versión.
  • Ese cura que llegó de la nada, de repente comenzó a estar rodeado de adolescentes que querían pasar la materia, justo la que él daba. Lo visitaban a toda hora, de manera que su oficina estaba siempre llena de varoncitos. Ellos ya se habían enterado de lo que supe después (y querían sacar provecho de ello). Sus colegas lo habían «rescatado» de la parroquia en la que trabajaba, pues ya tenía amenazas de los feligreses por abuso sexual a menores. Cuando el rumor ya se había regado como incendio en el llano, y los varoncitos no dejaban pasar a nadie en la sala de espera de su oficina, el cura paracaidista desapareció, del mismo modo en el que, meses atrás, había aparecido.

Por supuesto, hay miles de sacerdotes fieles a sus votos y a sus creencias. Personas ejemplares y dedicadas, que realmente han entregado su vida al prójimo y que han transformado muchas vidas, sorpresivamente, para bien. Mucho me temo que estos casos, a decir de lo que podemos observar, son los menos. Los sacerdotes son humanos, proceden de la misma cultura y tienen los mismos conflictos que los demás mortales. La iglesia no está en el vacío y, debido a sus particulares creencias sobre la condición humana -especialmente aquellas respecto al sexo-, terminan generando las atrocidades que ya son el pan nuestro de cada día.

El asunto puede entenderse desde muchos puntos de vista. Yo sólo haré notar estos:

  1. La estructura de la iglesia católica está errada desde su base: castidad, supresión del deseo sexual, simplemente, no son humanamente viables (pese a lo que diga Pablo de Tarso).
  2. La ausencia de un modelo de desarrollo espiritual: no sólo la iglesia se ha puesto una tarea imposible, especialmente obvia desde la década de los 70 en adelante, sino que no ha sabido desarrollar, implementar y fortalecer una metodología que permita a los seguidores de Cristo dar la talla. Creo que yo, con mi práctica de la meditación, soy capaz de más autocontrol que el grueso de los sacerdotes. Muchos de quienes ahora son curas, han buscado la religión como un modo de contener sus demonios o, por lo menos, de ascender socialmente. A todas luces, se graduan y toman los votos, pero eso no quiere decir que estén preparados para ayudar a otros, porque ni siquiera pueden llevar una vida ordenada ellos mismos.

Y de nuevo, hay excepciones. En alguno sitios se hace una exhaustiva «selección de personal», con evaluación psicológica incluida. Sin embargo, yo que se los digo, aún ese filtro deja pasar a algunos como el fulano que encabeza esta nota. De todos modos, y al menos en Venezuela, el control de quienes ingresan se estrella con comunidades que carecen del personal y, sobretodo, del dinero y la supervisión adecuada. Más bien, es raro que no hayan salido a la luz más escándalos sobre las mundanidades del clero.

Y la verdad, vayamos al grano, al por qué me tomo el tiempo de no dejar pasar ni una de las cuentas de este rosario. No tendríamos que ocuparnos de criticar a la iglesia católica si ellos no se empeñaran en pensar que tienen derecho a meterse en nuestras vidas. Yo con todo gusto los dejara tranquilos si ellos se ocuparan sólo de la viga que tienen en su ojo y no de las pestañas que algunos de nosotros podamos tener.

10 Comentarios

  1. Pana líberate, ignora a la Iglesia Católica como hace todo el mundo. A estas alturas la iglesia es como ese tío senil que cada tanto tiempo habla. No sé si sabes pero a nivel mundial el catolicismo apenas tiene un 17,40 % de la población, el resto está dividido en todas las demás religiones y el ateísmo. Así que la relevancia que esta religión pueda tener es sólo la que tú le permitas.

  2. Interesante. ¿No tienes datos sobre el ejército? Ahí también parece haber mucha represión.

  3. No iba a comentar pero vi que publicaste otra cosa en contra de la Iglesia. Coincido con el pana Ares, la iglesia tendrá tanta influencia como tu le des. En mi vida no se ha metido y eso que estudié en un colegio católico.
    Saludos.

  4. ¡Gracias a todos por comentar!

    Frank: la verdad no tengo datos del ejército. Sólo se que hay a algunos gays les encanta ofrecer alivio sexual a los uniformados y que muchos de éstos se prestan al intercambio. Pero el asunto es muy diferente: el conflicto en la iglesia es el SEXO, en el ejército es el PODER. Por eso participan de juegos sexuales con otros hombres, porque dentro del código machista, el pasivo/receptivo o «el que lo mama» se ve como el sumiso, el dominado. De acuerdo a la creencia popular, el marico es el que es penetrado, no el que penetra.

    Ares y Johan: gracias por los buenos deseos. Me alegra que también se hayan librado del peso de la iglesia católica. Les recomiendo que miren alrededor: el software católico tiene programadas a muchas personas y, tristemente, mucho de la vida pública venezolana (y Latinoamericana). Sólo observen, especialmente las acciones más que las palabras de la mayoría (p.ej. la actitud hacia el sexo, hacia las relaciones, hacia cómo debe regularse la sociedad…). Mario Silva, Marelis Pérez Marcano, Julio Borges… No importa si es del chavismo o la oposición, todos comparten la pacatería cristiana que a la larga. Por eso en parte, tenemos que recordarnos, de tanto en tanto, que la iglesia murió, al menos a efectos de una sociedad secular. Las creencias, igual que el sexo, es asunto de cada quien.

    Es curioso, casi me siento como el buscapleito del colegio al que los amigos sensatos le dicen «vale, pero déja al chamo ya, pobrecito». He recibido tantos correos de personas contando sus encuentros y desencuentros abusivos con el clero que estaba pensando abrirles algo así como un «muro de los lamentos» virtual, para que se saquen eso y lo pongan fuera.

    En todo caso pueden estar tranquilos. Ya encontré temas mas edificantes.

    ¡Saludos!

  5. Excelente artículo, realmente la iglesia católica está en la vida de todo el mundo, de forma visible o invisible, a estas alturas del campeonato ya las sociedades «cristianas» deberían asumir la influencia, casi siempre nefasta, que proyecta el catolicismo.Y no sólo en Latinoamérica, sino en todo el «mundo cristiano». Es una influencia castrante, hipócrita, represiva, clasista, discriminadora, vejatoria, entre otras lindezas.

    La mayoría de la gente hace la vista gorda y mira para otro lado, y yo preguntaría a esas personas: ¿porqué alguien piensa que no le afecta? ¿es que no estás en el mismo planeta en el que un niño es violentado por un cura? ¿no respiras el mismo aire que el del cura reprimido-represor? ¿no crees que tiene que ver contigo el sistema implantado en la sociedad en la que, lo admitas o no, estás inmerso?

  6. Belisa,

    A mi me afecta exactamente como lo describes. Quizás por eso no atino a decirlo con la claridad con la que lo has expuesto. Muchas gracias por tu comentario. Lo leo y releo y sigo asombrado de cómo logras transmitir en pocas palabras que el asunto es, a fin de cuentas, el cómo nos estamos tratando unos a otros. Escribes desde la sabiduría. Gracias por compartirla.

  7. Chamán,

    Me alegra que te gustara mi opinión, y haber puesto un «granito de arena» a tu denuncia. Te seguiré leyendo y comentando porque me encanta leer a gente con criterio.

    B.

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