Precious: una farsa despreciable y abominable

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Ya entendemos por qué gustó. Ya entendemos por qué le encantó a nuestros críticos paralíticos. Ya entendemos el por qué del consenso.

“Precious” gustó porque es una película falsa y manipuladora, aunque se pretende neorrealista y objetiva como la vida misma.

Gustó porque se quiere progresista, pero en verdad es un canto al conservadurismo, a imagen y semejanza de la figura hipócrita de Obama, fase superior del período reaccionario de George Bush contra la mujer, contra las minorías y contra los pobres.

Sí señor, “Precious” gustó mucho porque en lugar de ser una oda a la diversidad, a la tolerancia y a la buena conciencia de la industria, es una siniestra caricatura reforzadora de prejuicios y estereotipos racistas, machistas y clasistas. Tal como una versión hablada y contemporánea de “El Nacimiento de una Nación”, con todo y quema de brujas patrocinada por el Ku Kuk Klan.

Aquí la inquisición femenina condena a la hoguera de la satanización a la típica madre explotadora, mientras vuelve a atizar el fuego de viejos demonios y temores de la cultura blanca, al resucitar de sus cenizas a la barajita desgastada del padre violador y pederasta “de color”, arquetipo de la maldad absoluta, sin gama de matices, utilizado por la derecha como argumento para justificar la pena de muerte y proyectado en la pantalla posmoderna a través de innumerables máscaras y mascaradas del supuesto cine independiente, como en el caso de “Storytelling” y “Requiem For A Dream”, donde la fantasía esclavista y pornográfica del “mandigo” cobraba nueva carta de naturaleza, para conquistar el mercado de la censura, bajo la coartada de la deconstrucción del sueño americano y el compromiso con la radicalidad en la expresión.

Por eso, Oprah la compró, la promocionó y la convirtió en un fenómeno de masas,  a la altura de la ideología conformista de su programa de superación de la adversidad.

En efecto, como diría Lamala, “Precious” trafica con una curiosa moralina de autoayuda, propia del contenido amarillista y sensacionalista de un “talk show”, al peor estilo de “Geraldo”, “Cristina”, “Laura en América” y “Doctor Phill”, cuyas lecciones y mensajes de amor buscan disfrazar de corrección política e invitación al diálogo, una burda operación de ablandamiento y apaciguamiento social, en tiempo de crisis y de persecución a la alteridad.

Dichos espacios no sólo contribuyen a cosificar las representaciones de la miseria con fines económicos, según el estándar del pensamiento único, sino también ayudan a consolidar las agendas y los programas de la élite dominante en las cabezas y en los espíritus del colectivo marginado.

No en balde, así es el agresivo evangelio neoliberal de “Precious”, un opio para los pueblos oprimidos y azotados por los embates de Katrina, la destrucción del estado de bienestar y el saqueo de la banca por parte de los ladrones de Wall Street, apañados y amparados por la Casa Blanca.

De ganar en el Oscar, los deseos de la hegemonía corporativa se verán consumados, reconocidos y premiados. De ahí su triunfo en “Sundace”, maquinaría de trituración de carne de la disidencia audiovisual, y filtro de la auténtica subversión intelectual en Estados Unidos.

El Festival de Utah consagró a “Precious” en el altar de su panteón, como antesala a la carrera por los galardones de la academia, en cuanto discriminó y relegó al olvido a la gran mayoría de las propuestas más arriesgadas, experimentales y transgresoras.

En consecuencia, el burdo certamen de Robert Redford sigue siendo el mejor “Celebrity Deatmach” del arte y ensayo en ascenso, el ideal y perfecto “American Idol”, para la coronación del próximo ídolo azucarado con pies de barro.

El último responde al nombre de Lee Daniels, y es sencillamente otro cineasta pesado y solemne, otro Spike Lee de mentira con pretensiones de realizador engreído y profeta en su tierra de la abundancia. De verlo en la calle, le pegaría un tortazo en la cara, por farsante, vendido y petulante. Se lo merece por Judas, por traicionar a los de su comunidad, en nombre de una mentada labor mesiánica, a favor de los desheredados y de los desechos humanos de la sociedad de la consumo.

Antes colaboró en la no menos encasillada y laureada, “Monsters Ball”, en calidad de productor.

De igual modo, allí le dio rienda suelta a su imaginería seudobarroca y kistch, de inclusión de gorditos y madres abnegadas de tradición italiana, a objeto de mover las fibras sensibles del público morboso, a costa del chantaje sentimental y la poética del victimismo alarmista cercano no tanto al género del melodrama, como al cliché trágico de la “soap opera”.

Ahora regresa con una telenovela de su propia cosecha, germinada con las semillas de laboratorio de docenas de precedentes mediáticos: el humor de los enlatados demagógicos de los setenta y ochenta, como “Arnold”; la inclinación de Hollywood por los temas escolares, para capitalizar las raíces y las secuelas de Columbine; la manufactura en serie de largometraje sobre estudiantes problemáticos y profesores altruistas, como “Mentes Peligrosas” y “187”; la crítica epidérmica de la generación de John Singleton y Antoine Fuqua; y la filosofía de “El Príncipe del Rap” en clave de musical biográfico tipo “Ray”: la única manera de salir de la zona roja, de la selva de cemento, del inframundo, es por medio del talento personal, del trabajo de hormiga a brazo partido, y de la fe en sí mismo.

Olvídate de cualquier respaldo familiar, gubernamental e institucional. Tú eres el protagonista de tu historia, y en tus manos descansa la clave para obtener el éxito y alcanzar la felicidad, más allá de las barreras y las trabas impuestas por el sistema. Si Will Smith lo dice en “The Pursuit of Happyness”, debe ser cierto. Palabra de un dios de la meca. Letra muerta.

Acepta, sin chistar, el credo de la nueva era, el mito del “self made men”, la leyenda del “si yo quiero, yo puedo”. Si el país se hunde, como en New Orleans, prepárate para salvarte por tus propios medios, de forma individual. No esperes nada de nadie, ni del presidente, ni de la democracia.

La república se puede ir al garete, la podemos hasta cancelar, si quieres. Lo importante es resignarte a tu condición y continuar en el juego darwinista, por los siglos de los siglos. Mírate en el espejo de Chile, después del terremoto y luego conversamos. De ahí, con seguridad, crecerán como hongos nuevos y nuevas “Precious”.

Fuera de ironías, la carga más pesada y molesta de la película radica en su manera dogmática, monolítica y cerrada, de sustentar y alimentar sus conceptos caducos, en una pedagogía infantil concebida para una audiencia potencialmente oligofrénica y fácil de sorprender.

Por tanto, para sostener la clásica animadversión hacia el “Welfare”, el creador se inventa una trama incestuosa, inspirada en hechos reales y valedera por el resto de los casos, donde una madre abusa de su hija para cobrar los cheques de la asistencia social.

Parece un personaje escrito a la medida de la mentalidad de una lectora de Todo en Domingo, o de una doña como Beatriz de Majo, cuando dijo aquello de: “los pobres no trabajan, sino se dedican a tomar cervezas, a reproducirse como conejos, y a gastar la quincena en alcohol”.

Con el perdón de las damas de alcurnia, Lee Daniels tiene el cerebro de una vieja del Country Club, de una Oprah de El Hatillo y La Lagunita, en plan de echarle tierra a sus criadas.

No en vano, asistimos al estreno en una sala del Centro Plaza, colmada y atestada de cacatúas indignadas por el numerito de Mo Nique, nominada por sobreactuar, fumar, llorar, comer rodillas de cochino hervidas,lanzar sartenes y exclamar cinco “fucks” por cada frase, cual Danny Devito con pañuelo y bemba colorada. Una mezcla populista entre Mimí Lazo y la Gledys Ibarra de “Te quiero Tomasa”. La clase de tonterías a confundir por “una buena interpretación”, al compás de los comentarios complacientes de la prensa criolla.

Nuestros periodistas de cultura son un desastre, vale.Una cuerda de palangristas irrecuperables.Les recomiendo tomarse unas vacaciones, recuperar sus hábitos de lectura o hacer un curso intensivo en la escuelita de El Amante Cine, porque de momento perdieron la brújula, salvo contadas y honrosas excepciones, como los eternos chicos malos de “El Dedo en el Ojo”. Mis respetos para ellos. De resto, colegas, es hora de guindar los guantes, ponerse las pilas o ejercer el oficio en serio, por favor. Basta de condescendencia, de “payola”, de autocensura y de complicidad silenciosa.

Entonces la cinta aboga por la derogación de “Welfare”,desde una perspectiva sombría y tecnocrática. Se cuestiona el modelo Keynesiano de intervención estatal, al denunciarlo como ineficiente, y se presenta como alternativa la teoría del individualismo redentor. Paradójico discurso en contradicción con la realidad del capitalismo americano, actualmente subsidiado por el gobierno. Hace poco, el estado socializó las perdidas de la banca privada.

En paralelo, Obama propone una reforma al sistema sanitario, y alegatos como “Precious” lejos de apoyarlo, intervienen para sepultar sus empeños, al afianzar la creencia en la completa esterilidad del estado de bienestar, porque fomenta la pasividad y la dependencia de los pobres.

Por ende, la película refleja un cuadro alusivo al respecto, carente de luces y atestado de gamas oscurantistas.

La madre de la protagonista es una señora embrutecida por la televisión(de nuevo el prejuicio elitesco contra la caja boba), empeñada en proyectar en su hija, todos sus complejos y resentimientos. No se explica el por qué y cómo llego hasta allí. Seguramente, ella se lo buscó. Ella es la madre mala de la fábula. La bruja del cuento de Disney, de la adaptación goyesca de “La Princesa y el Sapo”.

La víctima de las circunstancias, es una jovencita obesa, violada por su padre, con dos hijos bastardos, y encima contagiada con el Virus del HIV.El argumento recuerda al Mel Gibson de “La Pasión de Cristo”.La chica pasa del calvario a la resurrección, en dos horas didácticas.

La obesidad funge de anzuelo, y engancha a una demanda contracultural, desasistida por la oferta. Igual va en proceso de asimilación y de cooptación, atraída por las derivaciones “extra large” de “Ugly Betty” y “Little Miss Sunshine”. “Precious” reencarna las ansías de identificación y reconocimiento de las fanáticas de “El Patito Feo”. Los criterios binarios de belleza se ponen así en tela juicio, a objeto de reforzar nuevos mitos de consumo.

Por consiguiente, “Precious” es una ficción de cambio revolucionario, donde no lo hay. Insisto, es un cambio gatopardiano demagógico.

Obviamente, su perfil de “crónica de sucesos”,de folletín “shocking” de tres centavos, de panel de “Jerry Springer Show”, se asume como una metáfora, como una alegoría o como una síntesis de la historia de miseria de la raza negra. Una síntesis, por supuesto, bien parcial y lo suficientemente sesgada, como para no herir la susceptibilidad de la audiencia “Wasp”.

En “Precious”, los negros son culpables y responsables de su automutilación,de su autoconmiseración,de su autotortura, y de su autoviolación. Pero también de su superación personal, de su reivindicación.

En la pieza, la figura de la hada madrina la incorpora una profesora, caída desde el cielo, destinada a señalarle el camino de la salvación a Precious, al descubrirle y al estimularle su vocación temprana de escritora, en un colegio de avanzada. Una escuelita de los encantos, no dirigida por Mo Nique, sino por una conmovida maestra de orientación lésbica. Un colegio idílico y bucólico, en franca oposición al testimonio durísimo de “Entre los Muros” de Laurent Cantet, “Elephant” y “A Seriuos Man”, donde la educación no sirve y se revela como una extensión del vacío existencial del hombre moderno.

Sin embargo, “Precious” no quiere saber nada de la realidad. Por eso concluye y termina como lo haría Farruco Sesto, como lo haría el Presidente, como lo haría La Villa del cine:en medio de una nube de promesas, de ilusiones y de quimeras escapistas. Un happy ending de talla “Super Size” y a escala de las alucinaciones evasivas de “Precious”.

Después de todo,el sueño americano funciona para “Precious” y para quienes la promueven en la campaña por el Oscar, de Lenny Kravitz a Mariah Carey. Un grupo de vampiros, de Zombies, de muertos en vida, quienes se aprovechan de la sangre fresca de “Precious”, para darse un segundo aire y hacerse publicidad con sello de responsabilidad social.

Una terrible impostura.

Una farsa despreciable y abominable.

Un resumen del maquiavelismo y el materialismo histérico de los ricos y famosos.

Como “Lovely Bones”, un bodrio enfermo de importancia, sobrecargado de gravedad, maniqueísmo y artificio.

Un cine de taras sociales hecho por bohemios prolijos, esnobistas, vegetarianos y fashionistas.

El libreto es redundante, el desenlace es previsible y la estética es un deja vu.

Aburrida, prepotente e inflada de inmodestia, así es “Precious”.

Por ello, es necesario rebatirla, refutarla, impugnarla y desmontarla, de cara a su inminente beatificación.

38 Comentarios

  1. «Paradójico discurso en contradicción con la realidad del capitalismo americano, actualmente subsidiado por el gobierno. Hace poco, el estado socializó las perdidas de la banca privada.» -Simplemente genial.
    Estoy ponchada porque no he visto «Precious», por lo que no puedo opinar al respeto , pero intuyo que estos argumentos están bien fundados, y me hacen recordar el incidente del suicida vs el servicio de impuestos, suceso que rápidamente los medios barrieron debajo de la alfombra para hablar por n-ésima vez del arrepentimiento de Tiger Woods. La carta de Mr. Stack contiene sentencias similares a la que aqui cito, lo que hace a la clase media encontrarse con un loco – «no-tan-loco» a quién provoca seguir en su llamado a la rebelión basado en la hipocrecía del estado y el beneficio que se le dá, siempre, a los poderosos. Destaco que lo único que se resaltó de esa misiva fué el «no me lo calo más» al estilo de Michael Douglas en «Falling down», cuando contiene muchos mas aspectos interesantes.
    Saludos Sergio, a lo mejor me motivo y escribo algo sobre ello.

  2. Claro que sí, Martha. Anímate, anímate!Aquí estaremos para leerte con gusto. Muchos saludos y gracias por el feed back!

  3. Todavía no la he visto pero me imagino que de seguro va a ser otra de esas películas que nos la van a meter hasta en la sopa, no por algo la gran Gurú de la tv americana Oprah la certifica.

    Sería genial que algún infiltrado de esos como los de The Fight Club, que durante el día tienen trabajos «respetables» y son «productivos para la sociedad» mientras que en la noche confabulan para su destrucción, mandara a hacer muñequitos de la gordita para regalarlos en las cajitas felices de McDonalds.

    Por cierto, es increíble el descaro de los medios y el conformismo de la sociedad en cuanto a como se ha manejado la noticia del tipo que se suicidó estrellando la avioneta, de verdad que sería interesante hacer un debate acerca de ese hecho, en especial la manera tan descarada como sepultaron la noticia.

  4. Tal cual. Muy buena reflexión, Aleister. Gracias por comentar y por el feed back. Saludos.

  5. Hace unos meses comenté en tu artículo de la princesa y la rana acerca de esta peli. El fin de semana fui a verla al cine, justamente en Centro Plaza, y debo decir que la película no termina de conectar, al menos conmigo, por lo plagada de clichés, estoy seguro que si la hubiesen hecho unos realizadores blancos, hubiese habido disturbios raciales pero como la hicieron negros entonces es una maravilla. Vergüenza le debería dar a los afroamericanos sentirse identificados y valorados en esa película. Para mi lo más ofensivo es que Precious se roba un tobo de pollo frito, es como mucho.

  6. Sí vale, el tobo..jejejejejeje…muchos saludos, pana, y gracias por comentar.

  7. Que curioso, la ultima vez que vi a Mo’nique en una película fue precisamente haciendo un papel similar a la mamá de Precious. Eso fue en 2005 en la película Domino de Tony Scott. Si bien su papel y la naturaleza de su personaje no es esencial al desarrollo de la trama de esa película en particular, me parece curioso como los patrones se repiten.

    De hecho en esa película el personaje de Mo’nique participaba en el programa de Jerry Springer. Fuera de todo el asunto del ‘typecasting’ o el encasillamiento, ese cliché de la figura matriarcal mala que oprime y es motor de la desgracia del protagonista está demasiado desgastado. Y todavía me parece increíble que siga siendo efectivo para promover todo este paquete de autoayuda en las que se han convertido las mayorías de las películas que se quieren vender como dramas, especialmente en esa cascara vacía que es actualmente el cine independiente estadounidense.

  8. Una Coda al comentario anterior. Ahora que recordé bien Domino, de hecho el papel de Mo’nique es el mismo. Identico. Tiene una hija que a su vez tuvo una hija siendo menor de edad. Es que no hay nada original. Puros refritos.

  9. Como siempre, muy buen dato. Tremenda reflexión. Gracias Juanito por contribuir con el debate. Saludos!

  10. Como q no vimos la misma pelicula!

    Precious no constituye una oda a nada, ni pretende serlo, de hecho NO será con toda seguridad la nueva “Los olvidados” del siglo XXI. “Precious” es un grito desesperado desde el silencio a una sociedad construida sobre la hegemonía de valores e ideales blancos, en los que para llegar a ser GENTE sencillamente tienes q ser blanco y actuar como uno. A mi parecer Obama e incluso Oprah son blancos, viven como blancos y se mueven en un mundo dominado por blancos, forman parte de esa minoría exitosa cuya función es demostrar que USA es un país sin problemas raciales, democrático y donde el sueño americano está al alcance de todos! Precious es el lado oscuro de ese viaje onírico q no todos logran acariciar, el de unos individuos que sueñan con ser de piel blanca, pero que se quedan en el aparato. Lo cual a mi parecer ya demuestra lo complejos q son los problemas de identidad de esa minoría que se refleja en el espejo como blanca, que sueña con tener un novio blanco, o donde incluso el mestizaje representa un problema aun mucho mayor, ni ser blanco ni ser negro, rechazo por partida doble. Comparto lo de “grotesco” porque ciertamente Precious lo es, y lo es precisamente por no entrar en los cánones de belleza (caucásica, photoshop-estilizada y bulímica) impuesta por occidente, quizá en manos del canadiense Bruce LaBruce las imágenes habrían sido tan políticamente incorrectas como algunos desearían, que indudablemente no hubiesen traspasado las fronteras del país del norte y algunos circuitos de cine LGBT y raciales del mundo.

    En Precious los negros no son culpables de nada, más que de su búsqueda de identidad en una USA blanca, conservadora y racista, que disfrazada de progresista y democrática es en la actualidad comandada por un mulato vestido de blanco, criado entre blancos y que gobierna para los blancos desde la Casa Blanca, esa cuyo color simboliza mucho más de lo que creemos. Incluso no son culpables de su propia miseria, pues son producto de un sistema establecido hace siglos atrás y que bajo ningún concepto cambiará, tal cual como su Constitución. Es en ese sistema en el que deberán luchar para sobrevivir, morir en el intento o sencillamente conformarse en su propia autocompasión.

    Así, después de tanto insistir a la escritora de la novela para llevar al cine “Push” y de ésta negarse, por fin accedió a q se realizase la peli. Así participó en Sundance, con el nombre original de la novela en la que está basada “Push” pero debido a que en las salas se encontraba una peli con el mismo nombre pero mucho más comercial, protagonizada por Chris Evans y Dakota Fanning, el nombre fue cambiado a “Precious”. Oprah se interesó en la peli no sólo para acoger en su seno y apoyar una historia de negros que efectivamente le podría generar ingresos económicos, además de lucir bien en su currículo de filántropa, sino también porque esa historia proyectaba en cierto modo los abusos, (incluidas relaciones incestuosas) a los que ella misma fue sometida durante su infancia mientras vivía con su madre.
    En fin, “Precious” como toda obra cinematográfica de ficción no reproduce la realidad misma, de por sí inexistente, más bien reconstruye una historia en que la cruda realidad se queda corta y finaliza mirando hacia las nubes esperando que algo caiga del cielo, como anteriormente lo había expresado la misma Precious. No hay final, porque no hay futuro, allí su pesimismo, la vida continua y hay que seguir caminando aunque no se esté seguro a donde se vaya.

    Les invito a que de verdad se adentren en las barriadas caraqueñas y conozcan la gran cantidad de historias ante las que “Precious” se hace pequeña, ya es hora de salir de esa burbuja y andar por la ciudad en sendos carros mirando sin mirar, como si los cerros fuesen antiestéticos hologramas que amenazan a la Caracas de clase media con su innegable miseria, violencia e ignorancia cada cierto tiempo. Aquí los problemas van más allá de lo racial, trastocan todo el orden aunque no lo queramos asumir responsablemente. Por algo el zambo resentido de Miraflores está donde está, él es la respuesta a un problema que por décadas hemos querido ignorar y hasta ocultar.

    A pesar de los clichés, afortunadamente la pelicula se presta a varias interpretaciones que cada uno ve desde sus propios prejuicios!

    Veánla mas allá del discursito conmovedor y haganse de una opinión propia.

    Saludos Sergio!!!

  11. Sigue sin gustarme. Precisamente su tono de predica, me molesta. Y la historia es un deja vu. No aporta nada nuevo al cine. Incluso, no es tanto una película como un telefilm, donde hay mucho ruido y pocas nueces.

  12. Saludos, Jorge, pero lamentablemente no coincidimos con Precious. Igual el respeto es el mismo. Al final vimos dos películas distintas. Es todo. Un abrazo.

  13. jajajajajajajajaja….
    de pana me choco la critica men, pero como me gusto…
    en general molesta ese poco de fetiches, y de pana como que se aplicraon con la carajita, esos momentos de abandolanrse ala fanstasia son bastante hilarantes, pero me recurdan una cancion llamada horse creeo que de patty smith, que es mas o menos lo mismo…
    igual todavia recrea una parte de la realidad en estratos bajos, lo ahce muy sui generis, pero igual lo hace…
    de pana tienes razon, es una especie de farsa, pero me encantaria metersela por los ojos a las adolescentes muy fans de somos tu y yo, amor urbano e isa tkm… que sea muy mala no quiere decir que no sirva o si…
    y de pana es que las vainas estan tan jodidas que necesitamos unas una historia traicomica pero con final feliz, tu sabes para ilusionarnos…
    saludos men muy bueno….

  14. Creo que con mis prejuicios o sin ellos, la opinión que tengo de Precious es propia. Que no sea la de Jorge no quiere decir que no sea la mía. Y es justamente lo que dices de cómo hay que verla lo que no me gusta, los negros impolutos que no son culpables de nada, incapaces de forjar su propio destino, víctimas de una sociedad que abusa de ellos, acreedores de un pasado horrible. No me jodan, nadie dice que no la pasaron mal, nadie niega su historia, pero es esa misma historia la que se pisotea en Precious, un escupitajo en la cara del Dr. King y de Rosa Parks. ¿Es esa la historia que los representa? ¿Es esa la reivindicación que buscaban? Hoy en día la comunidad afroamericana se ha convertido en un ente que reclama ser tratados iguales en derechos sin querer asumir los deberes ni la responsabilidad de los demás y es a esa parte de la comunidad a la que Precious le habla.

  15. Yo no tengo rollo con lo de los negros canibalizándose entre sí, o mutilándose, pero al menos exigo un tratamiento humano, exento de maniqueísmos, de manipulaciones binarias,de juegos de buenos y malos. Por desgracia, no es el caso de Precious, donde se llega a un grado de alarmismo rayano en lo moralista, para terminar al final con un happy ending dignificador de la protagonista y condenatorio de su entorno. Con semejante paquete banalizador, no quiero saber nada. Para mí es el anticine.
    Es el cine choronga, pretendidamente profundo, aunque en realidad superficial y necio a más no poder.
    Gracias a los dos por comentar.
    Muchos saludos.

  16. Pana es un placer leer, no sólo como abres los textos cinematográficos, sino el texto en el que plasmas tus análisis: inestable, a punto de destruirse a sí mismo y llevarnos al vértigo que aparece cuando nos vemos sin caretas.

    Definitivamente, seríamos otros si en vez de buscar las seguridades prefabricadas que tanto criticas nos arriesgáramos a tratar(nos) con ese amor espartano que pareces profesar. Me quedan varias ideas para un documental que estoy terminando (y que no tiene ninguna pretensión porque no estudie cine ni nada por el estilo). Por el otro lado, me asusta que lo llegues a ver, en el buen sentido, claro.

    ¡Abrazos y gracias!

  17. A tí estimado, Chamán. Siempre te leo con admiración y respeto. Nunca decaigas en tus empeños. Adelante con tu loable misión. Venezuela la necesita. En serio.Un abrazo, muchos saludos y un gusto en hacerte pasar un buen rato de lectura. Seguimos en contacto!

  18. Vale, primero yo no doy “una guía universal de cómo ver Precious”, sólo opino como la veo yo, desde mi persona, lo que pude apreciar en la peli, q necesariamente no es lo que opina el resto de la crítica ni su director Lee Daniels, unos la amaran y otros la odiaran, a mi me encantó por todo el rollo de la identidad, como unos individuos de color sueñan con ser blancos y vivir una vida de blancos. Es un problema que lamentablemente arrastran desde la esclavitud y que ellos mismos deben resolver, deben preguntarse ¿qué es ser negro en USA? ¿Cómo han contribuido a que ese país, su país sea lo que es hoy? ¿el valor que se tienen que dar ellos y empezarlo a transmitir? Es algo muy difícil sobre todo por lo que la USA blanca representa. Realmente ese problema de la identidad es triste y para mejor ejemplo están Michael Jackson y Sammy Sosa.

    Yo no digo q los negros no tengan culpa de nada, sólo digo que en Precious no la tienen. Precious es ficción no la vida real. Si estuviésemos hablando de judíos fuese distinto, porque ellos si han vendido una imagen impoluta! Más allá del color de piel, toda persona es responsable de forjar su destino. La película no busca reivindicar nada, si quizá lo hubiesen querido debieron hacer un biopic de Oprah, dirigido por Spielberg. Q de hecho Oprah vivió abusos físicos, psicológicos y sexuales (incestuosos) desde los 6 años hasta los 14, edad en la que salió embarazada. Hoy en día ella se erige junto a Obama en un país en el que “Sí se puede”. Ella sería el mejor happy endding dignificador y aquí si estamos hablando de la vida real.

    Yo no creo q los negros se estén canibalizando entre sí, es una historia humana, porque lamentablemente los humanos somos así, independientemente de nuestro color de piel, hemos visto cosas peores en películas de guerra y si se introducen en los barrios verán que ni se lo explican, porque la verdad va mas allá de la razón.

    Esperemos que los franceses encabezados por Christophe Honoré, Catherine Breillat, Virginie Despentes y Leos Carax nos traigan una nueva “Precious” blanca y europea, con la Palma bajo un brazo y el León bajo el otro. Allí la adoraremos, porque será blanca como nosotros, las injusticias serán de blancos como nosotros. Allí si será una peli sin medias tintas, para nada políticamente correcta, por que los franceses sí que saben transgredir y mostrar la oscuridad del ser humano.

    En cambio la gringa, que no pasa de ser una pequeña historia que retrata la vida miserable de una carajita pasará al olvido, porque siendo sinceros “Precious” se queda corta si de retratar a parte de la sociedad norteamericana se trata, para una muestra los trabajos de Larry Clark que lo hacen mucho mejor, pero aunq sea la sociedad blanca la retratada, sigue siendo un problema y sigue siendo ignorado.

  19. Bueno, apreciado Jorge, seguimos sin coincidir. Creo que exageras un poco con lo de Precious. De hecho, la película ya pasó a la historia. En mi caso, si hubiese sido una película de blancos, igual la hubiese criticado.
    Todavía me parece que es otra tonta película de cine independiente.
    Sea como sea, el debate apenas comienza.
    Muchos saludos, estimado.

  20. El film que ha sido catalogado como la Precious blanca es uno llamado Fish Tank (ganador en los BAFTA -los Oscars de los británicos- como mejor pelicula inglesa, venciendo a la favorita An Education), aun no he visto esa peli así que no puedo hacer la comparación, pero lo que sí es cierto es que tuvo una mejor recepción por parte de importantes críticos norteamericanos que la preciosa. Y sí, a diferencia de Preciosa la protagonista de Fish Tank es blanquita y delgadita. Sería bueno verlas y determinar primero si realmente la comparación es válida y si la británica es efectivamente mejor.

  21. Apreciado Sergio,

    No tenemos porque coincidir con Precious! Lo hemos hecho con otras pelis y normal pues… Para eso está la libertad de pensamiento!

    Afortunadamente Precious pasó a la historia, porque así la gente venida de las ciencias sociales y que realiza estudios culturales puede hacer de la misma un objeto de estudio, y creeme q aunq te parezca sobrevalorada para el cine y sea el anti cine. Para la sociologia, la antropologia,la historia, etc, no lo es y ahora es que comenzaran las revisiones de su discurso.

    Me gusta mucho lo que piensas respecto a ella, y realmente disfrute tu lectura, porque como crítico, tu discurso tambien se convierte en objeto de estudio y en fuente historica.

    Ojalá mucha más gente hiciese sus comentarios y aporte nuevas e interesantes lecturas sobre esta y otras peliculas, vale la pena leerlos a todos.

    Ahh, espero q hagas una critica mucho más larga a Amorcito Corazon que la del Facebook, que estuvo muy buena y compartí completamente.

    Un abrazo!!!

  22. Tal cual, pana. Tienes razón. Al final, nada personal. Tan sólo una diferencia de postura y de criterio para interpretar una película. Cada una válida dentro de la enorme cantidad de opiniones ventiladas sobre la película.
    Un abrazo, muchos saludos y seguimos, como siempre, en la discusión.

  23. Da gusto leer tu crítica, Sergio y, al mismo tiempo, la lectura que de la misma película hace Jorge Flores. Es una demostración de cómo una obra permite los más diversos niveles de lectura. Ciertamente, estoy de tu lado, Precious me pareció también una farsa pero más que eso, me resultó burda a nivel de realización. El uso -mal uso- del ralenti, cómo no, me recordó a lo peor del cine nacional y el efecto que de ello deriva: una situación que pretende mostrarse tensa, de gran efecto dramático termina convertida en un sketch y vaciada por completo de la fuerte carga que buscaba desplegar ante el espectador. Las ensoñaciones de Precious son por demás chocantes, ordinarias y de mal gusto.
    Durante todo el desarrollo me hallé deseando que simplemente acabara pronto, y no precisamente por su rudeza, sino por simple «ladilla». He de acotar que la secuencia del «diálogo» con voces en off entre Precious y la profesora -durante la estadía de la 1era en el hospital- sólo trajo a mi cabeza una cosa: una canción de Pimpinela: – «¿qué vienes a buscar?» -«A tí» -¿por qué?» -«porque ahora soy yo la que quiere estar sin tí». O como sea.
    En cualquier caso, desde lo visceral apoyo a The Goddamn Devil: a mí también me gustaría aplicarles experimento de Ludovico con Precious a tantos teenagers -y no tanto- que ven por el ideal de Isa tkm o High School Musical.
    Sí, es una farsa despreciable. Sí, se vende como algo que en lo absoluto es. Sí, no aporta nada al cine. Sí, es un bodrio. Sí, ya empiezo a olvidarla.
    En conclusión: lo mejor de Precious es Lenny Kravitz sin desriz de doña.

  24. Los ralentis,el método Ludovico, Lenny Kravitz…Allí se resume todo. Gracias por comentar. Estupenda contribución. Saludos!

  25. Ah, acabo de ver The blind side. La negritud está de moda en el Norte -qué tarde llegué ¿no?-. Espero la crítica, Sergio.

  26. Los distribuidores criollos tienen congelado su estreno, porque dan por descontado el triunfo de la Bullock en el Oscar. Ojalá pierda para aguarles la fiesta.
    La película es un bodrio, como la versión edulcorada de «Precious», y hasta peor. El encuentro de la protagonista con el gigante de buen corazón, es el clásico melodrama racista de redención de los pobres, gracias al afecto y a la política de adopción paternalista de los ricos. Por debajo de la mesa, se cuela otro mensaje conservador, pretendidamente progresista. En realidad, es el mismo cuento demagógico de siempre en Hollywood, bajo su nuevo complejo de responsabilidad social. Un mea culpa reforzador de mitos, estereotipos e ideologías retrógradas, donde el negro sigue dependiendo de la dádiva y de la protección del blanco. Horrible!
    Un atraso total.
    Me quedo con el Nacimiento de una Nación.
    Al menos, su director era honesto con su esquemática visión de mundo.
    En cambio, sus descendientes y herederos son tramposos como los realizadores de «The Blind Side» y «Precious».

    De nuevo, gracias por comentar y muchos saludos.

  27. Una de las cosas más chocantes de The blind side, creo, es el encasillamiento del negro como deportista, sin posibildad de aspirar a algo más. Bien, es capaz de escribir una cuartilla sobre lo que siente, aprende en tiempo récord todo lo que no pudo en años de estudio, pero eso es irrelevante: su corpulencia es su único valor, lo único que le permitirá destacarse, conseguir fama y dinero.
    Sin embargo, aún no sé exactamente por qué, The Blind side me parece que supera con éxito la prueba de la «ladilla», a diferencia de Precious. Sí, es predecible, maniquea y manipuladora, pero no me generó tantas ganas de vomitar como la otra. (¿Será porque es futura y segura candidata a cine millonario?)
    Algo sí creo: Sandra Bullock se llevará el premio, es el trillado caso-Óscar de «actriz de comedia que no sabíamos que podía sorprender en un drama y parecer más seria» -véase Erin Brocovich-.
    Finalmente, te doy la razón con lo de El nacimiento de una nación. Es cosa de honestidad.

  28. Sí muy bonito discurso sobre como Precious no refleja la realidad, pero creo que es más que consabido esto, creo que no hay que ser ciego para darse cuenta en la sociedad de mierda en que vivimos, una sociedad sin esperanza, discriminatoria, donde sólo los poderosos ganan y el resto sufrimos.

    Entonces me pregunto ¿ Tan malo es querer soñar un poco? ¿Tan malo es creer que una persona sí puede salir del abismo en que se encuentra? ¿Tan malo es creer que todavía hay personas con la capacidad de desarrollar resiliencia en su vida? Con esto no quiero dar a entender que hay que cerrar los ojos a la realidad, pero sí que hay que tener los ojos bien abiertos para reconocer y validar a este tipo de personas.

    Si me quieres poner en «el grupo de personas que se deja sorprender fácilmente», pues lo soy y a mucha honra. Creo que más allá de lo político, de los estereotipos y todos lo malo que quieras poner en la película, es un relato que da esperanza, que da ánimo, que ayuda a las personas a creer que sí se puede en esta vida, que te ayuda a valorar a toda la gente que conoces y que ves como de una u otra manera han superado la mierda de vida que tenían. Puta que cuesta, por supuesto que cuesta pero aun en esta sociedad decandente e injusta es posible,y más allá de eso me siento orgullosa de ser una de esas personas.

  29. En estados unidos es así, una sociedad dividida por razas y clases sociales es como todo, blancos ricos, negros ricos, blancos pobres, negros pobres, blancos presidentes y negros presidentes. Es una potencia grande con grandes problemas sociales e ideológicos. En cuanto a los latinos inmigrantes les digo o se adaptan al sistema de las mil maravillas gringas o el sistema te va a comer y a defecar tan sencillo como eso. Por otra parte les digo que el negro en la historia entro a este continente con mal pie y de una forma esclavizada, lo cual genero un profundo resentimiento y odio contra la raza blanca, hoy en día hay negros que han dejado de un lado ese resentimiento y decidieron amoldarse y doblegarse ante una sociedad de cara, reglas y normas blancas para así salir de su retorica miseria. Supuestamente hay vientos de cambio en USA porque actualmente tienen un presidente de color, eso ya se vislumbraba en cualquier momento iba a suceder, tal cual circo de marionetas, mentiroso es la actual casa blanca, lo hicieron como para decir esta es la tierra de las oportunidades, ¡miren un negro disfrazado de presidente! Y nada pasa. Jejejeje que absurdo. La verdad hay mucho racismo y discriminación social en nuestro mundo.

  30. La verdad es que no me tomé el trabajo de terminar de leer tu recontra pelotudo comentario de la pelicula.
    No sé si serás un negro resentido o un skinhead lo cual no sería de extrañarse.
    Realmente las personas como vos tendrían que estar tres metros bajo tierra con un palo lleno de clavos metido en el culo.
    No comprendo porque tanta saña con la vision de la realidad en la pelicula, la cual (aunque vos no creas) existe.
    Por cierto no tengo problema de decirte todo esto a la cara a vos y a quien sea que no le guste mi comentario.
    Soy blanco, y no tengo mayores prejuicios hacia los negros o quien sea, pero vos tenés un serio problema.
    Los responsables de esta página que dicen no hacerse cargo por lo que se publica en la misma, te cuento que segun la ley sos igual de responsable que las personas que escriben en ella.

  31. «Realmente las personas como vos tendrían que estar tres metros bajo tierra con un palo lleno de clavos metido en el culo.»

    Pobres argentinos, cómo los jodió el perro fascista ese de Perón.

  32. Tanto pedo por no querer aceptar que en estos estratos sociales dónde se siguen desenvolviendo los afrodescendiente, se tejen estos escenarios de abuso.

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