Con la aparición de un nuevo escándalo, el de las 350 denuncias de abuso por parte de la iglesia católica en los Países Bajos, creo que ya no tiene sentido una simple enumeración. Doy un paso adelante y propongo la firma de este comunicado por parte de las organizaciones LGBT del mundo.
COMUNICADO
Nosotros, los miembros del colectivo LGBT, vemos con suma preocupación las conductas abusivas y sexualmente desenfrenadas de los sacerdotes católicos del mundo.
Considerando que:
• La sociedad en general tiene una idea distorsionada de los hombres homosexuales, confundiéndolos con sacerdotes católicos
• Muchos de nosotros somos padres, madres y cabezas de familia
• Casi todos tenemos sobrinos que, desafortunadamente, están en colegios católicos
• Nuestra comunidad se caracteriza por explorar y cultivar sexualidades centradas en el placer compartido y consensuado
• Somos ciudadanos con plenos derechos civiles y nos preocupamos por el funcionamiento armonioso e inclusivo de toda la sociedad.
Pedimos:
• A las autoridades eclesiásticas, y en especial a la cabeza de la iglesia católica –Benedicto XVI: que se ocupen de contener el desorden moral que parece reinar en las filas de esta institución.
• A las autoridades civiles: que inicien los procesos legales pertinentes y apliquen las sanciones penales de rigor cuando éstas tengan lugar.
• A los padres, madres y cuidadores: que preparen a niños, niñas y adolescentes con recomendaciones concretas y específicas a la hora de quedarse sin supervision frente a un representante de la iglesia católica y que, por encima de todo, los protejan de cualquier tipo de abuso de poder, sea este psicológico, físico o, específicamente, sexual.
• A los sacerdotes de la iglesia católica: que hagan uso de su raciocinio y pidan ayuda para tratar su desorden.
Para terminar, solo nos resta ponernos a la disposición de la iglesia y darle todo nuestro apoyo durante estos momentos difíciles que atraviesa. Los líderes de nuestra comunidad nos ofrecemos para transferir e intercambiar nuestros conocimientos y destrezas para promover un ejercicio más sano de la sexualidad en los seguidores de Cristo.