.Para el cachaco.
..En un abrir y cerrar de ojos Nina se ha despertado y se despide de las hadas, de los sueños curtidos de sal y de saliva. Aparece el sol entrometiéndose por las hendijas de las puertas, por el marco roído de la ventana, por los huecos del techo, llegando al piso donde la luz crea otro firmamento de cuatro o cinco estrellas.
…Ya los pies sienten el frio del piso, y devuelve la cabeza al colchón, aprieta las sabanas con los dientes, no se quiere levantar de la cama, esta vez está sola, desordenada está la habitación y su melena. Pero qué importa. La culpa se ha vuelto desidia, la soledad enclaustrada a lo crónico, la suma de sus fantasmas no caben en el cuarto, y menos cuando hay luna llena. Para qué su piel en pleno verano, aterciopelada, y sus ojos de gata con ganas de mimos. Para qué perderse entre los pinos o en el bosque de mamey. Allí está la regadera, el agua, el jabón, el enjuague bucal, la secadora, el peine, los tacones negros, la cédula, los papeles de la casa, y las demás personas… las demás personas. Acordarse de las demás personas, el matrimonio, el ken que la familia quiso, que accedió por costumbrismo más que por amor.
…Nina no quiere peinarse. Se acuerda primero, de su perra muerta, pues había tenido pesadillas entre su ternura y su mala suerte. En segundo lugar se acordó del hombre que había abandonado la cama a las seis de la mañana. ¿Qué hacer con este cabello? A las uñas se les ha caído el esmalte, pero aún se les nota un escarlata que no combina con el uniforme de la empresa. Tratará de no saludar con la mano, meterá las manos en los bolsillos como cuando usaba jeans y caminaba por otra ciudad, respirando otro oxigeno más liviano, sintiendo más belleza.
…La belleza…Nina tiene habilidad numérica. Y muchos cuentan la belleza. Pero si sus ojos les hubiera caído un ácido bien agresivo, como el capricho mismo de la naturaleza; ella sentiría la belleza, entonces la belleza fuera otra cosa, fuera dulces besos de un amante, fueran pies hundiéndose en la arena seca, fuera el olor de los mangos, el calor de una chimenea, un ángel bondadoso; pero caído por no creer en el fin ni en el origen de la raza de Nina, ni mucho menos en su especie alada, extinta, con la luz filosófica del pensamiento. El ángel había decidido el ácido muriático para limpiar la vista, había colocado una cortina negra delante de los cuatro pilares apologéticos, había mirado a Nina bañándose en la ducha. Necesitaba hundirse los ojos para no mezclar la intelectualidad con el deseo sexual, la belleza con el pecado.
…Nina; Morgana de las horas laborales del ángel. Níhil óbstat analfabeta; pertenece a la ciénaga de los manatíes, de comer y dormir, de bostezos y juegos infantiles del puente está quebrado, con que lo curaremos… Se persigna, Nina fue alumna de las hermanitas del Buen Pastor. Nina colocó estampitas azules de la infancia misionera, con su lata llenas de monedas -quería comprar golosinas-
…Nina quería estar embarazada y colocarle a su hijo el nombre de Sebastián. Nina le temía a los aullidos de los perros, aún le teme. Nina -Nina –Nina- Nina, el ángel no conoce otro cielo, Nina en los días nublados, Nina en los conciertos, en las visitas a los enfermos, Nina en las montañas, en el canto de los coros de los serafines. El ángel abre los ojos para ver a Nina, y Nina muere de frío, de inanición, no prueba carne humana, no salió del cuarto, no fue al trabajo, no fue a la cabaña, no fue al mar, no se convirtió en ratón, no bailó en su boda, no besó la cavidad ocular de su ángel.
..Esta cobardía coloca coraza,
..Ropa negra como una mujer afgana,
.Nina olvida el deseo,
.Se termina de bañar, recibe mensajes de textos:
“No olvides visitar a mi madre, colocar doble seguro, buscarme lo que te pedí”.