¡ Madre !, disculpen….. Padre.
Feliz Día del Padre papá.
Madre sólo hay una
«Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados: una mujer que, siendo joven, tiene la reflexión de una anciana, y, en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; una mujer que, si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y, si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños: una mujer que, siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama, y, siendo rica, daría con gusto su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud; una mujer que, siendo vigorosa, se estremece con el vagido de un niño, y, siendo débil, se reviste a veces con la bravura del león; una mujer que, mientras vive, no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero, después de muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios.
De esa mujer no me exijáis el nombre. Es la madre».
(Mons. Ramón Ángel Jara, Obispo chileno).
“Padre”
Cuando me pongo ante el espejo y admiro mis ojos, mi boca, mis manos, mis…., pienso en ti mamá-papá. De ti he recibido todo mi cuerpo.
Cuando me tomo el pulso y siento el palpitar de mi corazón, pienso en ti, mamá-papá. Tu corazón puso en marcha el mío.
Cuando el médico me asegura que todos mis órganos funcionan perfectamente, pienso en ti, mamá-papá. Tú fuiste la primera causante de mi normalidad órganica.
Cuando descubro que mis sentimientos son exactamente humanos y justamente humanitarios, pienso en ti, mamá-papá. Tú me centraste en lo humano y tú me orientaste – dedicaste- al servicio del hombre.
Cuando capto las ideas de los hombres y las estudio con conciencia crítica, pienso en ti, mamá-papá. Tú me abriste la inteligencia con imágenes, con comparaciones y con cuentos; y tú me enseñaste a distinguir entre lo bueno y lo malo.
Cuando me enfrento con los problemas de la vida y les encuentro la solución exacta, pienso en ti mamá-papá. Tú me inculcaste que ante los problemas lo acertado es estudio, consulta, serenidad y decisión.
Cuando experimento en mi el «estimulo de la carne que me azota» y logro dominarlo, pienso en ti mamá-papá. Tu educaste mis pasiones y me llevaste de la mano a la opción por la pureza.
Cuando me deslumbra la plata y sigo las falacias de los amiguitos que me invitan al juego o al lucro indebido, pienso es ti mamá-papá. Tú me aconsejaste la via del trabajo y del ahorro.
Cuando percibo la acción de Dios en mi y se la agradezco, pienso en ti mamá-papá. Tú me destinaste para sagrario, al ordenar que me cristianaran, y tú me adiestraste en el trato con el Dios que llevo dentro.
Por eso, porque todo me invita a pensar en ti, te dedico estas cortas lineas para ti papá, hoy en tu dia,
Feliz Dia del Padre papá.
Un Peatón sin Barreras
Arq.Iván Enrique León Hernández
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0412-585-6762
Venezuela-Caracas, 20 de Junio de 2010.