Comienzo a admitir los límites físicos de esta isla. Aún
no es negativo, ni es positivo, pero solo quiero escribir
y no puedo. Siento más enérgicamente que nunca el
deseo de lucir algo, de plasmar; es un deseo horrible,
nos es digno, no me parece algo siquiera digno, es algo
terrible esto que me ocurre. Y mira, tengo que dejarlo
aquí.