La Asamblea Nacional dio otro descomunal salto para cambiar el sistema geoeconómico, social y político actual de Venezuela, hacia un Estado Comunal, con economía social: El Parlamento aprobó, con carácter de urgencia en primera discusión, dos leyes que supuestamente buscan fortalecer el poder comunal, pero tienen el objetivo real de instaurar el control de la sociedad.
Las legislaciones de marras son: la Ley de Comunas y la Ley Orgánica del Fomento y Desarrollo del Sistema Económico Comunal.
Con la Ley de Comunas, se pretende terminar de romper con la institucionalidad democrática y económica existente para crear un espacio geopolítico de corte socialista.
Las Comunas o Ciudades Comunales, son gobiernos locales no contemplados en la Constitución de la República donde imperaría un socialismo a lo Chávez, y fungirían como motor de desarrollo. Estas nuevas entidades, serían una suerte de ghettos, conformadas por un conjunto de comunidades circunscritas a un ámbito geográfico, “con una memoria histórica, gentilicio, usos costumbres y rasgos culturales” comunes que los identifique. El concepto estado, municipio y parroquias quedaría sin valor.
Organizadas en Parlamentos Comunales, las comunas serían las encargadas de establecer una modalidad diferente de gestión de políticas públicas delineada por el castrocomunisno. Los Parlamentos Comunales, tendrían la potestad de definir qué y cuánto se produce. Además tendrían competencia para normar la vida social y comunitaria y resguardar el orden público.
Las Comunas tendrían como base legal las Cartas Comunales y sus Consejos de Cumplimiento, que paralelamente con la Constitución y las leyes, serían las que normen la vida de las comunas, donde privaría el “interés colectivo” sobre el particular. Las comunas tendrían su propio Banco Comunal donde se gestionaría y administraría de manera endógena los recursos asignados y generados por la misma. También se crearía una “Justicia Comunal” particular, la cual fungiría como un medio de justicia alternativo al de la República.
La “propiedad comunal” sería “social” y, según ésta, la posesión de los bienes sólo sería para “uso y disfrute” de personas y familias, sin derecho a su libre disposición.
Con la Ley del Fomento y Desarrollo del Sistema Económico Comunal, se establecerían las bases del modelo productivo socialista que regiría en las Comunas, el cual se orientaría hacia la eliminación de la división del trabajo del modelo capitalista, para sustituirlo por “nuevas formas de generación, apropiación y reinversión social de los excedentes”.
Con esta Ley se establecería el trueque como forma de intercambio comercial y de subsistencia y se crearían monedas comunales de exclusivo uso comunal que retrocederían el comercio a la época colonial, donde el hacendado mediante el control de una moneda de valor restringido subyugaba a sus colonos. La máxima del Estado es controlar el valor del trabajo y el del intercambio de bienes y servicios. En resumen, se busca monopolizar el poder económico.
Estas leyes siguen tejiendo la red legal del castrocomunismo, lanzando como anzuelo “el fortalecimiento del poder popular”, la “participación protagónica” y un supuesto acceso de los ciudadanos a los medios de producción.
• Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.