Lo confieso. No estuve en el evento Por el Medio de la Calle. Ni siquiera sabía de qué se trataba. Supe de su existencia porque mis amigos fueron o se quedaron con las ganas de ir. Así que me quedé intrigado. Más cuando comenzaron a aparecer las críticas al evento. Son éstas las que me incitan a escribir. Las leí para saber exactamente de qué me perdí. Basado en estas fuentes:
- Caracas bipolar: «Por el medio de la calle» perdió el norte: se olvidó del ciudadano
- Sergio Monsalve en Panfleto Negro: Por el Medio de la Calle 2010: Bienvenidos al Desierto de lo Real
- John Manuel Silva en Panfleto Negro: Por el Medio de la Farsa
Estoy seguro que no me perdí de nada. Las tres reseñas -veneno más, veneno menos- me transmitieron el hastío (ni que decir del peligro) de vivir en Caracas; me transportaron de nuevo a esa rueda de la fortuna que no va a ninguna parte, esa que mi amigo César define como un «Laboratorio de la Nada». Después de tantos años, así parece, en Venezuela aún no pasa nada. Mucha bulla, mucha pirotécnia pero, en lo esencial, sólo intentos frustrados por hacer algo nuevo; intentos que rápidamente son aniquilados por una contra siempre dispuesta a señalar el desvarío pero incapaz de proponer eso nuevo que hace falta. Igual que la oposición con Chávez.
Si escribo es porque me quiero sumar a la reflexión acerca de la cultura venezolana. Por el Medio de la Calle es un evento en el que se evidencia esa crisis que intento bordear. Por un lado, aparece el intento por crear cultura y, por el otro, la crítica; el dedo que señala la pérdida del norte o, peor aún, el gran fracaso. Todo es parte del gran cuadro, de la tesis que propongo, a saber, que la crítica venezolana siempre apunta a sí misma, como la mujer que le dice fea a esa que aparece en frente, en el espejo.
Escribiendo espero explicar esto, mostrando que los «artístas» y organizadores, por un lado, y los críticos por el otro, forman parte de lo mismo, del drama de la cultura en Venezuela. Para empezar hago una pregunta que, para mí, resulta obvia:
¿Acaso puede haber un hervidero cultural en un país autobloqueado donde, de paso, predomina la admiración por la cultura norteamericana globalizada?
La pregunta encierra mi respuesta. ¿De qué se quejan? ¿Por qué le piden peras al olmo (no al horno, como dicen algunos)? Venezuela padece una crisis profunda, una crisis cuya cara visible es política pero que compromete mucho más que el partido (o el individuo) montado en el coroto. Es una crisis de rumbo, de saber quiénes somos, de dónde venimos y, por supuesto, a dónde vamos.
Claro, hay un cuento que nos quieren imponer; ese bolivarianismo ramplón y militarista llamado socialismo del siglo XXI. Que exista y sea repetido epilépticamente por los personeros del gobierno no indica que estemos claros como país. Eso es solo voluntarismo ingenuo. No por machacar un cuento infinitas veces se hace historia. Además, está la oposición que, como los críticos de Por el Medio de la Calle, nos recuerdan que por ahí no van los tiros, que la V República es, por encima de todo, un gran fracaso.
En fin, de esto va este relato que tiene dos partes. La primera es el contexto. Aunque suene distante, pues se remonta a los inicios del s. XVII, lo tenemos aquí mismito, estructurando nuestros dramas cotidianos. De eso trata la segunda parte, de la relación de nuestra historia con lo que somos en este momento. Cierro esta última parte con reflexiones acerca de cómo podemos hacer cultura porque, más que de la crítica, de lo que se trata es de salir del atolladero.
Empecemos.
1. Con el alma colonizada
La crisis venezolana no es política, es cultural. De hecho, la polarización que nos carcome es sólo una de las facetas de un problema de identidad que se repite en todos los ámbitos de la vida cotidiana de los venezolanos, y que encuentra su origen en la idea misma de Venezuela. Nosotros nunca hemos sido nosotros mismos, siempre hemos sido un eco desgastado de algo más, de algo afuera, de algo considerado mejor por ser “superior”:
- La pequeña Venecia: la replica simpática y primitiva de la ciudad italiana.
- La Capitanía General de Venezuela: la entidad administrativa de la corona española.
- Un pedazo de la Gran Colombia.
- Y finalmente la República, ese país inestable que ha estado siempre en guerra consigo mismo; blancos criollos contra zambos y mulatos, y todos contra los indígenas. Como los Estados Unidos de Norteamérica, la independencia de Venezuela obedeció a fines estrictamente económicos, a la avidez de los blancos criollos por liberarse de los impuestos y administrar para sí mismos las tierras del nuevo continente. Sin embargo, a diferencia de los gringos, nosotros nunca dijimos “somos distintos”. De hecho, estábamos bien identificados con la corona española, a decir de las angustias que se vivieron cuando Napoleón tomó prisionero a Carlos IV. Más aun, hoy en día muchos siguen refiriéndose a España como la Madre Patria. Así pues, podemos pensar que la independencia fue más traumática que sanadora, si nos guiamos por el relato que intento articular con este escrito.
Al respecto, hay que continuar diciendo que es cierto que hubo mestizaje, pero no en la extensión romántica que nos enseñan en los libros de primaria. Sólo hace falta mirar alrededor. Las variantes del café con leche se distribuyen geográficamente; y la leche predomina en las universidades, especialmente en las privadas, y es hacia los cerros, las costas y los estratos socioeconómicos bajos donde el café va encontrando su lugar. No somos racistas, pero si eres negro es probable que no te dejen entrar a una discoteca de moda.
No lo digo yo, lo dice la niña bien. No somos racistas. Claro, ella nunca ha tenido (ni tendrá) un novio negro. Ha escuchado en su casa que hay que “mejorar la raza”, que “negro con bata es chichero” (y no médico) y que los negros son “pretenciosos” y que “si no la hacen a la entrada la hacen a la salida”. Además, ha leído en sus libros de texto que el problema con los indígenas es que son flojos “por naturaleza”. No somos racistas, y acá cualquiera tiene oportunidades iguales a las de los demás. Bueno, eso dicen los blanquitos.
De manera que la crisis es estructural, y no es reciente; hemos estado enfrentados desde que los españoles llegaron, desplazaron a los indígenas y complicaron el cuadro trayendo negros de África. Esta confrontación se reeditó cuando los hijos insurrectos, los blancos criollos, robaron las tierras a sus padres, tal como estos lo hicieron con los habitantes primigenios de América. Y finalmente llegamos a la matriz de nuestra crisis actual, la del enfrentamiento entre los blancos criollos, que hechos de la tierra se volcaron contra los orejanos, los cimarrones y los arrochelados. Esos que hoy en día, bajo el ropaje del chavismo, devuelven el golpe y pagan con la misma moneda.
No hemos avanzado nada, sólo hemos invertido el signo.
2. El país “wannabe”
Saltemos un poco lo que sigue, pues es lo mismo que sucede ahora (peleas intestinas para ver quien se queda con el poder). Esto algo que nunca hemos resuelto, el acomodarnos todos bajo un mismo techo. Taponamos el conflicto, eso sí, a punta de petróleo. Fue ese azar, que nos sigue maldiciendo, el que nos permitió lanzarnos en pos de nuestro destino, a saber, convertirnos en eso afuera considerado “superior”. Ya el menjurje se cocinaba con Guzmán Blanco y su intento por afrancesarnos, pero fue con Pérez Jiménez que lo logramos. A punta de represión nos disfrazamos de país moderno; refinamos el otrora rastacuerismo en su equivalente actual, el nuevorriquismo del venezolano.
Fue el orgasmo petrolero de los setenta el que nos disparó a la escena global de una manera mítica. Los venezolanos -los del ‘ta barato, dame dos- se daban la buena vida, mientras se olvidaban de la tarea pendiente de construir un país. A propósito, esa bonanza no llegó a todos. Mientras una élite viajaba a Miami de compras, una masa con poco acceso a servicios y educación se iba llenando de resentimiento. Esperaba que en algún momento le tocara la suerte de los que viajaban a cada rato. Con el viernes negro empezaron a entender que ese boleto nunca iba a llegarles. Percibieron de lleno la mala noticia cuando Carlos Andrés Pérez, al ser reelecto, no trajo consigo la abundancia de su primer mandato sino, antes bien, todo lo contrario.
Lo que sigue lo tenemos todavía fresco y, la verdad, no creo que haga falta contarlo.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver este pasado con por el medio de la calle? La respuesta en el próximo post.
País wannabe! Exacto, no hay nada más que decir!
Debería reflexionar sobre las propuestas de cambio y hacer una campaña presidencial. Los venezolanos somos tan patetico que seguro ganas.
Espero que en la segunda parte propongas, todo lo que dices me lo se y lo critico, pero también formulo propuestas y se exactamente como curar este país de los males que mencionas, pero vivir quejándose y criticando sin proponer nada es seguir en la misma actitud mediocre que mencionas.
Esto está mucho más interesante que la cansona diatriba contra el Vaticano. Esa segunda parte promete.
En lineas generales estoy de acuerdo contigo, aunque en el diagnostico repitas algunos lugares comunes. y pana, me senti aludido.
admito que no soy rico ni nunca me ha interesado ser rico. Pero soy moreno, y algunos de lo que escriben aqui me han visto y lo saben.
si entras en la pagina sobre el censo en el pais te daras cuenta que el 70% de la poblacion es morena, es decir somos frutos de balncos, negros e indios y un poquito de alienigenas. el 20% es blanco y solo 7% de negros – a grosso modo- los indigenas son apenas el 2%.
esto es que si, ciertamente el «mestizaje» palabrita que para mi no tienen sentido y me parece que solo es utilizada por los ignorantes,fue masivo.
las cifras exactas con decimales las puedes encontrar ahi.
Esa distribucion de colores de piel se mantiene en las universidades.
si no me equivoco, tu debes de saber mas que yo sobre el fenomeno de la ceguera selectiva y quizas por eso tienes esa «sensacion» que son mayoria. y no solo tu ese fenomeno fue muy estudiado por la sicologia del ajedrez en los años 60 y 70. donde las personas ven lo que quieren ver.
ya que no podemos podemos hablar de razas, esto es sub especies, en el genero homo sapiens, son solo colores de piel basados en las distribucion geografica del lugar donde vivian, lo cual tienen mucho que ver con la radiacion solar en esos lugares.
lo cual no tiene nada que ver con la «condicion socioeconomica» ya que dices «pero no en la extensión romántica que nos enseñan en los libros de primaria. Sólo hace falta mirar alrededor. Las variantes del café con leche se distribuyen geográficamente; y la leche predomina en las universidades, especialmente en las privadas»
Por lo tanto como soy moreno, debo ser pobre y vivir en un cerro.
Y como yo conozco a varios morenos con Post doctorado que se dedican a la investigacion, eso es que no todos son tan brutos como yo.
Sobre el pais Wanaloquesea, te puedo decir que desde el año 1977 mi familia se fue a vivir a USA, por el trabajo de mi papa. yo me quede pero viajaba frecuentemente a visitarlos y ¿sabes lo que me ladillaba? que los aviones que iban a miami parecian un carrito por puesto de catia a las brisas. Veias a las mismas personas que se montaban en esos carritos, solo les faltaba montarse con sus gallinas, pero si lo veia, no me iba asombrar.
durante eos años la cantidad de personas pobres que viajaban a miami era inmensa. muchos eran buhoneros que viajaban por el fin de semana para comprar mercancia y por eso me ladillaba viajar los viernes.
Para mi fue mas bien lo contrario, que vieron que despues del 83 ellos no podian viajar por el fin de semana y Si una elite lo podia seguir haciendo, lo que potencio el resentimiento.
pero eso es lo de menos, tambien tienen que ver mucho la manera como trataban a los trabajadores, durante la epoca de la universidad tuve que trabajar de mesonero (¿ves? morenito mesonero) durante las vacaciones y la manera prepotente, los bajos sueldos y ver el gasto obsceno de quienes tenian dinero lo que potencio ese resentimiento. Por momentos hasta yo lo senti, ya que era tratado por los dueños casi como basura. Me imagino y por los relatos de otros amigos que ese trato era bastante generalizado.
Las cosas no son nunca tan simples, en nuestro proceso como nacion y de como llegamos aqui es mucho mas complicado.
Pero como decia Pauli. aun no estas tan completamente equivocado.
Hola a todos,
Mil gracias por comentar. Tomo como indicador de ir por el buen camino la irritación que el escrito ha causado (no se imaginan el furor que esta generando en mi Facebook).
Creo que por tocar lo mas central de nuestra identidad, la lectura se presta a malentendidos, pues nos aproximamos al texto cargados de emocionalidad. No puede ser de otro modo, estamos hablando de nosotros mismos. Además, a casi nadie le gusta admitir que, después de todo, lo esta haciendo mal.
Solo para puntualizar:
1. La mayor crítica que hago es a la crítica despiadada la cual, para mí, es un efecto del colonialismo.
2. Como en todo análisis del discurso, los detalles en una historia son infinitos. Sin embargo, no todos son igual de importantes. En este sentido notarán que la historia que narro es esquemática y escueta. No puede ser de otro modo. Solo estoy tomando los hitos simbólicos que son cruciales para entendernos. El resto, a mi entender, puede omitirse.
En este sentido, y esto va especialmente para Xluis, no estoy hablando de una ley inmutable, donde negro seria igual a pobre. Me estoy refiriendo a una tendencia que puede constatarse si se mira alrededor (y que es producto de la segregación cultural: se han pillado que en un país donde 70% es de color, nuestras misses son casi todas blancas?). Obviamente no es tan marcado como en Perú, por ejemplo, donde se aplica eso de que casi todos los que tienen rasgos indígenas son pobres (mientras los blancos viviendo en el barrio de Miraflores). Sin embargo, estamos mas cerca de esta situación de lo que nos gusta admitir. Ese es mi punto, a fin de cuentas: atacar esa condescendencia para con nosotros mismos. Yo soy el primero en ver la belleza de la diversidad, sin llegar a cosificar o exotizar lo diferente (de esto hablare en la próxima entrega).
Estamos tan reacios a asumir el racismo que nos afecta que no nos atrevemos a hablar de razas o etnorazas, términos que, por cierto, son ampliamente usados en los países donde se busca la igualdad para todos. Nos duela no o, lo queramos ver o no, estamos mas o menos segregados. Es un hecho.
3. Mas allá de esto, de lo que se trata no es si estoy en lo cierto o no, sino de evaluar si el texto nos es útil para reescribirnos o por lo menos para empezar a pensar como seria una cultura venezolana de vanguardia. Asi que no peleen con el texto, úsenlo y tomen lo que les sirve, y dejen a un lado lo que no. Por cierto Xluis, muy buena la descripción de los viajes a Miami. Voy a pensar en eso que planteas.
4. Ademas, esto es solo una introducción. El texto no se ha mostrado completo y cualquier critica solo tendrá sentido al ver la totalidad del conjunto, no solo este post.
5. Me quedo con las siguientes inquietudes:
5.1 Que lugares comunes estoy usando? Son lugares comunes o hechos claramente establecidos? Son dos cosas muy distintas.
5.2 Alex escribe un post ampliando lo de: «se exactamente como curar este país de los males que mencionas». Eso es lo mismo que dice Chavez, y mira como estamos. Lo que sigue a tu frase es «pero nadie me escucha»? Espero que no, por que seria un indicador de que sufres de «liderazgo a la venezolana» o sea, de querer decirle a los demás lo que tienen que hacer.
Saludos!
Acepto tu respuesta y veo el propocito. eso no lo voy a discutir mas.
Pero si me parece preocupante que «Estamos tan reacios a asumir el racismo que nos afecta que no nos atrevemos a hablar de razas o etnorazas, términos que, por cierto, son ampliamente usados en los países donde se busca la igualdad para todos»
no pongo en duda que lo que dices es cierto. y eso es lo peor. ya que me parece una contradicion decir eso, ya que como dije en la especie humana, no existen razas, las razas es un termino generico utilizado para denominar a las sub especies o sub sub especies.
el solo hecho de hablar de razas es un exabrupto, mas bruto que exa. ahora bien si existen esas organizaciones estan siendo contradictorias, ya que desde el termino aceptan la diferencia (que estamos dividos en razas) y por lo tanto piden la igualdad, pero que somos diferentes.
cuando lo que se debe decir es que somos iguales, la diferencia genetica entre todos los humanos es insignificante, yo podria tener mas genes similares a los de Mandela que con los de mi bisabuela y tu podrias tener mas similitud genetica con julio cesar que con tu tarabuela. Asi de cerca estamos, el problema de los humanos es precisamente su poca variabilidad genetica.
graficamente seria la de un chimpances es de un kilometro, la de un ser humanos es de 50 metros
esas organizaciones son racistas, ya que aceptan que existen razas. Y ese es el problema. No que luchen por la igualdad, sino que existe el mismo termino. creo que eso lo puedes entender.
para mi no existen homosexuales y me parece hasta contradictorio esos eventos «del orgullo gay». de hecho me parecen estupidos. ya que solo son seres humanos con una tendencia sexual diferente, El hecho que se autodenominan gay o homosexuales es lo que crea la diferencia y la segregacion. o que muchos se sientan «orgulloso» de pertenecer a ese subgrupo de la humanidad que opto por tener sexo con su mismo genero. eso es lo que crea la diferencia.
en ese aspecto los griegos antiguos eran mas civilizados que nosotros, ellos no le paraban a esas diferencias, ni se autodenominaban por sus tendencias sexuales. eso mismo es con los que utilizan el termino raza.
de cualquier manera voy a buscar en la red a esas organizaciones, tengo que explicarle lo que es un oximoron.
Me encanta todo esto…que fino que estas en mi facebook!!!!ya quiero leer el siguiente post..
Muy emocional, la verdad es que te salistes y has podido escribir lo que muchos sabemos y por no auto-machacarnos psicologicamente no decimos o escribimos. Pero al final los que estudian e investigan desde hace mucho tiempo la cultura del venezolano saben cual es nuestro talon de Aquiles.
Para ver las cosas desde fuera hay que tener una gran capacidad de desapego. Ojala todos pudieramos asumir quienes somos y como nos hicimos de esa forma a traves del tiempo. Creo que eso nos ayudaria a madurar y crecer como sociedad, pero si seguimos por este camino lo veo lejosssss.
El tono tambien fue maravilloso, relajado pero punzopenetrante al mismo tiempo.
Tengo unas ideas o cosas que pasan por mi mente
-Nómbrame un país donde no haya racismo y donde los afroamericanos si podemos decir así, no estén en cierta forma relegados, y en comparación con otros países, marcamos mucha diferencia?, sin nombrar África donde la mayoría son negros y no hubo mestizaje.
-Alguien podría decirme, si dentro de sí, no tiene ningún tipo de discriminación, alguien acepta a los homosexuales ,ricos ,pobres ,negros ,zambos ,comunistas ,blancos ,católicos ,opus dei, musulmanes, mujeres, hombres por igual sin que en su mente tenga cierta incomodidad con algún aspecto de otras personas.
-a mi parecer es por la educación, la que tenemos en casa y la que tenemos en las escuelas, de ahí viene mucha de nuestra discriminación, que siempre la habrá de algún tipo.
-siento que no cargamos mucha historia como país, que fue meramente un monte y culebra, nombrado capitanía general por nuestros colonizadores, bueno aunque eso fue hace mucho tiempo y que nos recuerda todos los días con odio el señor Esteban. Menos mal que no vamos tan atrás y le achacamos la culpa a los Caribes y sus masacres contra otros indios.
-nuestra cultura, que siempre la importamos, primero como dices de lo francés, que para la época era lo más in, cuando Guzmán Blanco y después nuestros amigos norteamericanos, que junto con las compañías petroleras trajeron los whiskies y el beisbol, y no como los demás países del sur que con las compañías inglesas de trenes les trajeron el futbol.
Bueno, pues hasta que no des una definición de «crítica despiadada» versus «crítica razonada» no vamos a avanzar en nada. No veo nada de aberrante en que los asistentes al evento se quejen de que se sienten excluídos, presentados ante una vitrina de compinches emperifollados que sólo quieren figurar, y que eso no es «cultura».
La otra solución es el complaciente «peor es nada».
Porque en ese sentido, parte del legado cultural o el problema cultural que tratas de desmontar debería incluir tu propio artículo, es decir, «la intolerancia o incomprensión de la crítica», a mi parecer. Caracas es una sociedad ficticia de apariencias (en eso tienes razón), donde todo se trata con un cuidado hipócrita a no herir susceptibilidades. Desde las hermanas Bejarano comprando licencias para convertirse en mantuanas a pesar de que eran más negras que un tisón, hasta la cofradía cultural que halaga bodrios de los panas sólo porque son panas, la crítica es la clave en todo esto, a mi parecer.
No es por nada que las grandes naciones son hiper-críticas y que en Latinoamérica nos complacemos con mirar siempre al futuro.
Nos vemos en la segunda parte.
Chaman, conozco mi país y no pretendo ser la víctima que nadie escucha, pero expones demasiadas cosas que no sólo se ubican en Venezuela sino que las he escuchado hasta de Argentina y México y para nosotros ellos son «ejemplo» y, sin embargo, hablo con argentinos que me dicen que tienen una idea muy clara del venezolano (parrandero y comelón) y hablan de mucha «identidad», cosa que nosotros acá no notamos, ellos allá sí.
El problema de este país va más allá de cultura o respeto, hay una serie de condiciones que vienen dadas por ignorancia, conformidad y comfort. Si nosotros no aprendemos a ser «ciudadanos» dudo que aprendamos algo de cultura.
como sigo diciendo, todas estas iniciativas se seguiran estrellando mientras el venezolano se las tire de sabroson para tapar sus propias carencias y mostrando las de al lado…
la cultura aqui no existe, hace rato que nos gusta zamurear lo de al lado para agarrarlo y hacer que nos funcione, pero como muy pocas vece pasa la gente se queda en el aparato…
y esto no es que sea nuevo, es que sencillamente los tiempos nos quitaron las excusas que se usaban para ocultar la miseria…
saludos
la historia de Venezuela esta incompleta . solo se contó lo que les convenía a las élites criollas de la época y se ha mantenido hasta ahora . estamos en un lugar donde leer y conocer mas allá de lo que nos cuentan parece aburrido y tedioso . pero no se pelan la bomba y toda la basura tv que venden a diario . tu ves la publicidad que hacen Venezuela y puedes llegar a creer que estas en los países bajos . todos rubios o supuestamente con apariencia Europa los cánones de belleza y estética no se ajustan a la realidad . aquí reinan los prejuicios . el dogmatismo . la mediocridad , y un constante rechazo a lo que somos . en lo personal eso me parte los huevos ver gente que solo sabe repetir modelos foráneos y no saben un coño de historia y cuales son las costumbres de los pueblos de región o país . ya basta de primitivismo , hay potencial para sacar esta tierra de la miseria cultural en la que esta sumergida solo hace voluntad y constancia y sobre todo mucha cultura . saludos libertarios