Brasil le demostró a Chile que no solo con orden y táctica se pueden ganar los juegos, que hace falta ser grande. Con grandeza, sólido argumento histórico brasileño, se resuelven los partidos. Nadie niega las individualidades de Brasil o la efectividad del pragmático sistema de Dunga, pero la camiseta canarinha intimida y la extraordinaria Chile de Bielsa respetó a Brasil el doble que a España. Contra Holanda Dunga demostró que su planteamiento efectista no pudo hacer nada con un gol en contra, los tulipanes del Mundial no son las barras y las estrellas de la Confederaciones, la sola grandeza contra Holanda no le fue suficiente.
Argentina no había enfrentado a ningún oponente digno de su grandeza, con la sola motivación de su d10s solventó resultados e ilusionó a todo un continente. Por su parte Alemania ya había perdido contra un indigno y destrozado a un gigante. Con un plantel lleno de jóvenes y sin su estrella Ballack el orden teutón debía imponerse y se impuso. Argentina tenía las superestrellas y la sed de venganza a su favor pero los jugadores alemanes son más en la selección que en sus clubes. Cada cuatro años los alemanes se convierten en las superestrellas que los países llenos de figuras esperan que sus seleccionados sean en el mundial. Messi no llegó a ser lo que Klose se vuelve cuando viste sus colores patrios. Otra ventaja alemana: El técnico americano es un motivador y un inspirador excepcional, el europeo es un director técnico.
Desde el principio del juego se demostró que Maradona, un dios absurdo y grotesco, no tiene ni idea de cómo hacer un diseño táctico, la primera triangulación alemana desnudó las carencias del sistema albiceleste, la incapacidad de Maradona para reconocer que su equipo no estaba jugando a nada y hacer un cambio para generar algún tipo de funcionamiento terminó de hundirlos, cuando llego el 2-0 ya era demasiado tarde.
Así como nuestro país es testigo del poder de la motivación Argentina es prueba de que sola no es suficiente. Richard Paez a fuerza de arengua cambió para siempre la cara de la selección nacional de fútbol, al punto de convertirla en el fenómeno comercial Vinotinto,los resultados de la selección nacional mejoraron drásticamente solo con subir la autoestima a los jugadores. Lamentablemente aún no se vislumbra un panorama donde la técnica aparezca en la agenda de la FVF, Farias certifica su incompetencia cada vez que comenta una jugada en meridiano TV ¿si no sabe de fútbol ni se sabe expresar, como entonces va a ser capaz de dirigir una selección nacional? Argentina plagada de figuras y motivada por su icono supremo fue vapuleada por unos alemanes que hacen de la técnica la base de su grandeza, una grandeza que no le bastó a los gigantes de nuestra confederación. Las resultados de Brasil y Argentina ante sus verdugos europeos nos quitan par ilusiones; una la de una mini Copa América en las semifinales de Sudáfrica, otra, el argumento para confirmar que a fuerza de grandeza y calidad Conmebol, el derecho de los 4 1/2 cupos para el 2014 es inobjetable.
Bien por Paraguay y Chile que lo dieron todo y cayeron ante una selección española que intenta con hechos demostrar su grandeza. Suerte para Uruguay que busca recuperar la suya.