– No puedo creer a estos pobres imbéciles que tanto siguen a una “autoridad”. Por miedo a que serán castigados si desvían su devoción. – Oí que decía el señor incrédulo a mi lado, al mirar el televisor situado encima de la barra – Tanto adulan a un gobernante pensando que este les va a brindar paz, tranquilidad, felicidad. No entienden que es todo lo contrario?-
– Yo siempre he pensado que todo forma parte de un plan mayor. Hay quienes deben seguir, y otros que deben ser seguidos. El problema no es ese señor, sino que estas personas “seguidoras” no aceptan su realidad tal como es, no aceptan su destino y por ende no son felices.- Dijo el barman mientras me pasaba otro trago.
– Aceptar? No no no.. Discúlpame hijo, pero tu concepción es errónea. La felicidad no consiste en aceptar tu camino, sino mas bien consiste en escogerlo, escoger lo mejor para el futuro, y no dejarse llevar por nadie mas. Destino? Tu haces tu propio destino hijo, al escoger lo que es mejor para tu progreso, al no dejarte caer en tentaciones vagas, y al seguir el camino de la razón. La verdadera paz espiritual solo la lograrás siguiendo tu conciencia, tu razón , la cual te guiará por el camino de la felicidad.- Decía empezando la discusión. Yo tan solo miraba
– Señor, con todo respeto aunque usted haya vivido unos cuantos años yo también he vivido los míos, y se decirle con seguridad que eso esta totalmente errado. La vida es como un montaña rusa señor-.
– Disculpa, Montaña rusa?- Dijimos los dos al unísono
– Si montaña rusa señor.- Respondió con algo de picardía.- Algunas veces sube y otras baja. Pero como vas a vivir feliz si no disfrutas el camino? Créame cuando le digo con seguridad, que la felicidad no se encuentra en “construir” lo mejor para un futuro, consiste en aceptar el presente señor, consiste en encontrar eso en que eres bueno y disfrutarlo. –
– No hijo mío, si hay algo que yo he aprendido en estos años de mi vida es que la única forma de encontrar la paz interior, es desapegarte del dolor y centrarte en tu futuro, en el éxito, en tus metas. Nadie, al ver el mal, lo elige, sino que se deja engañar por él, como si fuera un bien respecto a un mal peor. La diferencia esta en que algunos eligen este camino como el mas fácil, y desde ese instante pierden su oportunidad de ser felices, se dejan consumir por sus tentaciones.-
– Ay si señor pero me va a decir usted que nunca cayó en una tentación? Por favor seamos mas realistas. Le pongo un ejemplo:
Un conejo que quiere ser un sapo, morirá en el intento.
– Por mas que trate de “construir” su camino para convertirse en sapo, nunca lo va a lograr señor. El conejo nació de esa manera y fue destinado a ser un conejo toda su vida. No importa si cae o no en tentaciones banales, o si se deja llevar un poco por superficialidades inmediatas. Hasta que no acepte que es un conejo, no va a ser feliz.- Dijo ya confiado de que había ganado la batalla.
– Eso sería un deseo vano, vago, vulgar. Hijo te lo pongo de esta forma, si el conejo nunca hubiera visto siquiera al sapo, nunca hubiera querido serlo. Este “conejo” se deja llevar por la cultura por la política, por la codicia. Te pongo un ejemplo:
Un joven, así como tu… con un gran futuro por delante, quiere llegar a ser médico, estudia para lograr su objetivo, pero se deja llevar por tentaciones mayores como las drogas, las fiestas, el desenfreno, y en su “disfrute provisional” deja los estudios. Se hace viejo. Y ahí es cuando se da cuenta que si no se hubiera dejado llevar por los demás, por las tentaciones, hubiera podido llegar a ser un gran médico. Hubiera podido ser feliz.- Dijo ya terminando su trago y sacando la cartera para pagar la cuenta. Yo lo interrumpí.
– Disculpen la intromisión, pero no pude evitar oír la conversación tan interesante que estaban teniendo, y tengo una pregunta de bastante urgencia que quisiera que me respondieran, si no es mucha molestia.-. Dije esperando una respuesta afirmativa para terminar de una vez por todas tan complicada conversación.
– Si. Que quiere saber? Dijeron al unísono.
– Miren en su interior. Miren adentro de si mismos y vean los que le da placer verdadero – Dije mientras miraba al señor – Miren dentro de sus motivaciones, dentro de ese espacio en su cabeza en donde guardan todo aquello que quisieran ser y son para este mundo- Dije mientras miraba al barman – Y respondan a esta simple pregunta.
– Son realmente felices?-
– No.- Respondieron después de meditarlo unos cuantos segundos –
– Saben por que? La felicidad no es una meta que hay alcanzar, no es como el final de un camino que hay que construir, ni mucho menos la cima de un edificio que ya está construido. No. La felicidad va mucho mas allá.
– Como que mas allá? Hijo, entonces en tu opinión. Nadie es feliz?- Dijo el señor con algo de molestia.
– No, eso no es lo que quiero decir, si no mas bien, yo digo que la vida esta determinada por todos los momentos felices que tenemos, y hemos tenido. La vida esta determinada en definitiva, por todos los momentos que nos quitan el aliento. Les aseguro que aunque sepan que no están completamente felices, si hubo tiempos en que lo estaban. Les aseguro que si han tenido, y con esperanza tendrán momentos de felicidad, y estos son los que han determinado el rumbo de su vida. Les aseguro que el disfrute de esos momentos, han servido de refugio en aquellos otros, en que esa “montaña rusa” ha estado en su punto mas bajo.
– Entonces opinas que si es como yo digo, la vida es una montaña rusa que sube y baja, y la felicidad se encuentra en aceptar que tan emocionante pueda llegar a ser verdad? – Dijo el barman nuevamente, con gran confianza en su afirmación.
– No. La felicidad si es parte del camino, pero no es aceptarlo, ni mucho menos construirlo. La felicidad es vivir, es sentir ese camino, y es disfrutar con toda partícula del cuerpo aquellos momentos que hacen que este valga la pena, y hacer de ellos hermosos recuerdos, en los que te puedas refugiar cuando sientas que el mundo se te venga encima. En la vida nunca encontrarás la felicidad, sino tan solo momentos felices, y recuerdos memorables. –
– Gracias, quédate con el cambio- Dije mientras cruzaba la puerta y salía al mundo a vivir. Mientras ellos tan solo miraban. Incrédulos.