Son varias las veces que se oye hablar al presidente del “pueblo” así como un todo. Por lo general este se dirije a sus seguidores como “forjadores del pueblo” pero ¿Qué son todos aquellos que se oponen al Mandatario? Sencillamente no son pueblo, estas atrás, no vales, no existes.
Quizás sea drástico verlo de esta manera pero reflexionemos, todo aquel que hace algo que no sea para y por el pueblo es un “oligarca, cachorro del Imperio, genocida” desde escritos hasta películas, desde canciones a festivales. La supuesta inclusión es uno de los factores repetitivos del discurso del Mandatario pero antes de llegar a la completa inclusión debemos separar a los iguales de de los desiguales, una exclusión por clases, por estratos. Si no les es concluyente tomen por ejemplo el caso de los supermercados; las expropiaciones de las diferentes cadenas desembocan en la creación del “Abasto Bicentenario” (precios bajos por alimentos al borde del vencimiento). Al que le gustaba ir a Éxito por “variedad” se jodio, iras a otro por las mismas razones, lo expropiaran y así seguirás en ese circulo hasta que te toque ir a Bicentenario. Bienvenido seas al Socialismo del siglo XXII, ya eres igual a todos.
Y esto ocurrirá con todo, tus preferencias son las del pueblo, no hay escape de la igualdad forzada. Los iguales son iguales a los desiguales. Mas de uno cerrara su negocio de alimentos por que le clavaron al Bicentenario en frente, sencillamente no le rinde ahora, las farmacias cierran por los CDI, los médicos se van hasta Europa donde las plazas no están ocupadas por cubanos.
Muy a pesar de la igualad vez a los allegados de Chavez montados en carros mas arrechos que los de cualquier otro, comprado mejores cosas que las tuyas, mejor comida (ellos no compran en Bicentenario), ¿donde coño quedo la igualdad? Te preguntas, la igualdad es para los pendejos.
Bienvenido al Socialismo del Siglo 21, ya somos iguales.