Ya había escuchado que el Centro la Estancia se había convertido en un sitio bien particular. Específicamente, que era un espacio público donde las demostraciones de afecto estaban prohibidas.
A estas alturas del siglo XXI, no es de extrañar, entonces, que la comunidad esté arrecha. Y sí, para este post me voy a permitir ser bastante coloquial.
Lo más interesante es que estamos aprendiendo a movilizarnos y, aunque aún no tengamos las destrezas afinadas (y las garras afiladas), la gente está reaccionando ante ciertos atropellos.
Por eso quiero felicitar la iniciativa de la persona o grupo detrás del video que les dejo a continuación. Es cierto que el inicio es bastante cursi (y que la cancioncita de Ricardo Montaner casi me hace vomitar). Pese al estilo, me parece excelente. Hay que denunciar las ridiculeces del gobierno “revolucionario” y todas las mojigaterías que implementa. En este caso, la manera en la que se interpreta la frase “la estadía en los jardines debe ser decorosa”. Muy bien que se haya hecho esa demostración de afecto (que puede encontrarse en otros videos).
¡Ojo! El video también muestra que el problema va más allá de la pacatería de los que están montados en el coroto. Los venezolanos tenemos un problema con el sexo. Los comentarios de los entrevistados dejan en claro que la ambivalencia es la marca de cómo asumimos la sexualidad en general.
¿Quieren las pruebas? Les dejo lo que gente común y corriente dice, entre comillas, y mis comentarios al respecto:
1. “Te botan si te llegan a ver con una conducta “sospechosa”, según ellos” … “Son un poquito… demasiado rectos…”.
Acá la ambivalencia se ve en su esplendor, oculta; como que sí, como que no. Al entrevistado le cuesta poner en palabras que no hay disculpa que valga. No son demasiado rectos; ¡son ridículos!
2. “Un beso en los labios normal… Hay un cartel que dice que no se permiten conductas indecorosas… La señora nos hizo la acotación de que habían niños ahí”… “un beso en los labios que no duró más de dos segundos”.
¿Hay besos anormales? ¿Los besos afectan la mente de los niños? (¡ah! los niños, el chantaje emocional perfecto). Amiga, no importa cuanto dure un beso. El afecto no se transforma en perversión por ser prolongado.
3. “Un abrazo es un síntoma muy bonito… pero besuqueos, besos pasados de tono no deberían de aceptarse aquí porque eso conlleva a otras cosas”… “Para este tipo de comportamiento, para eso están los parques, otro tipo de parques…”.
Este señor es la guinda de la torta. Sus palabras delatan desde dónde está pensando el asunto. Para él, el afecto es una enfermedad que se manifiesta con síntomas como los abrazos. Además, uno debe controlarse porque, según él, los besos son la puerta de entrada a cosas que suponemos horribles, pues para él son innombrables. Finalmente, ha dejado en claro que hay «parques decentes» y «parques indecentes» y de lo que se trata, de acuerdo a esta lógica mojigata, es de mantener La Estancia como un parque decente, no como el del Este o el del Oeste.
Que impotencia e indignación que la cultura venezolana haya dado un giro hacia el fundamentalismo religioso de los países islámicos. No estoy exagerando. Con el cuento del decoro nos lo van a meter completico, al punto de decirnos qué nombres propios podemos usar y cuáles son los cortes de pelo apropiados para los varones (Sin contar con la ausencia de derechos humanos para las mujeres).
Lee acá como la policía puede detener a los hombres con ropa «moderna»
Lee acá la resolución acerca de los cortes de pelo apropiados para los hombres iraníes
Por eso me parece excelente la iniciativa del video y la demostración de afecto como protesta. Hay que cortar de raíz y en todos los frentes la ridiculez del gobierno y la resistencia al cambio de la sociedad venezolana.
Al respecto, dejo acá algunas recomendaciones esenciales:
1. Sácate la mojigatería. Repite conmigo: el sexo es bueno, el sexo es rico, el sexo es delicioso. Tienes derecho al sexo en la misma medida que lo tienes para la comida y la respiración. Y no importa qué hagas, sino como lo hagas. Así que lo que sea que te guste (y por donde te guste) que sea tomando las medidas del caso para mantenerte sano. En un país sin sistema de salud esto es particularmente importante.
2. Usa el sexo para obtener placer y para ser feliz (ya para tener hijos pero sólo si quieres reproducirte). No lo uses para hacerte daño. Por lo general, la ambivalencia respecto al sexo se traduce en la vivencia culposa de la sexualidad. Así que relee el punto 1 y asume que eres un ser sexual y que eso, por encima de todo, está bien.
3. Con todo lo anterior estás listo para la logística. Prepárate y asume las consecuencias de tus actos: mantén preservativos a la mano, lubricantes, e infórmate del cuidado que requieren los juguetes sexuales si acaso los usas. Por encima de todo, abre tu mente para dialogar sobre estos temas, especialmente con tu(s) pareja(s) sexuales. Un buen médico o centros de planificación familiar son excelentes aliados en esta preparación.
4. Como lo muestra el video, el decoro no tiene nada que ver con tu vida sexual. Eres valioso/valiosa y aunque te gusten las prácticas sexuales más rebuscadas eres una buena persona. Grábate esto en la mente.
Lo más triste es que podemos rastrear el origen de todas estas actitudes pacatas que destruyen la vida de las personas. Llegaron en barco en 1492 y fueron creadas por el cristianismo (que no es lo mismo que decir por Cristo). Hay que reconocerlo la iglesia de Roma, todavía, nos tiene bien jodidos.