No me alegro por la muerte Luis Tascón, fallecido hace pocos días víctima del cáncer. Pero entiendo que existan personas que si se alegraron de su muerte y que hoy son acusados de infelices, de mezquinos y disociados. Un comentario escrito en la página web de Noticiero Digital ayuda a entender el rencor que se le guarda:
“Deseo que el señor Luis Tascón descanse en paz. Que descanse así como descansa mi suegro, quien también murió de cáncer luego de que le fue negada una ayuda oficial para su tratamiento por haber firmado contra el presidente”.
Por más que lo haya intentado en sus últimos años de vida, por más que buscó desmarcarse de la línea dura del chavismo y entró en esa nube gris del llamado chavismo crítico o light, temo que el fallecido exdiputado Luis Tascón quedará en el recuerdo de muchos venezolanos como el creador de la Lista.
No sabemos, y ya tampoco podremos preguntarle, si él mismo podía prever los efectos que tendría “la Lista” sobre todo un país. Recordemos que la Lista Tascón nace con el llamado a recolección de firmas para el Referendo Revocatorio contra el presidente Chávez, durante los años 2003 y 2004. A partir de la Lista de Tascón, se estableció en Venezuela la peor versión de la discriminación política que conoció el país en fechas recientes: despidos injustificados, negación de puestos de trabajo, contratos desechos, negocios cerrados que se tiraron a la basura y llamados a desdecir opiniones políticas y así obtener el perdón de los jefes.
A partir de la implementación de “la Lista”, el miedo y la desconfianza ya no sólo tenían que ver con los problemas de la creciente inseguridad, o el desconocimiento progresivo del otro producto de la mal-adecuación de nuestras ciudades. Desde entonces el miedo se instaló hasta para criticar abiertamente al poder en los espacios cotidianos de convivencia, y el mismo poder aprovechó y profundizó ese miedo redactando nuevas formas de discriminación política, como sucedió con la Lista Maisanta.
Creo que sería mucho pedirle a la justicia en Venezuela que asigne responsabilidades penales para los responsables de la creación e instrumentalización de las listas Tascón y Maisanta. Pero un país tan polarizado como Venezuela quizás siga apreciando al menos un gesto y alguna responsabilidad. Hoy ya no podemos saber si Luis Tascón se arrepintió del efecto de sus acciones. Pero al menos no lo hizo en público, que hubiese sido lo deseable.
Se equivocó dos veces, y esa será su marca.
En su momento y gracias a el fui uno de los afectados. le desee una muerte larga y dolorosa. a veces los deseos se cumplen