Más allá de la risa falsa, del manoteo, del “mira compadre” y el mimetismo de gestos que copió de su jefe, es preocupante como Andrés Izarra, presidente de Telesur e invitado al programa especial de CNN, hizo gala de un discurso con preocupantes visos reaccionarios.
Vamos por partes.
Andrés Izarra, comunicador social, trabajó en CNN y RCTV antes de llegar a funciones de gobierno, donde se ha desempeñado como Ministro de Comunicación y presidente de Telesur. Gracias a esa experiencia fue invitado al programa especial que transmitía la CNN, donde se pensaba discutir sobre el ya famoso reportaje “Los Guardianes de Chávez”, producido por la cadena españolaCuatro. Imagino que, reclamos sobre pornografía periodística, intereses imperiales y desestabilizadores aparte, de Izarra se esperaba una visión crítica no sólo sobre el reportaje sino sobre el tema de la inseguridad.
Nada más alejado de la realidad. Con arrogancia, Izarra utilizó casi todo el tiempo de sus intervenciones para descalificar el reportaje, a los periodistas que lo realizaron, a la cadena que lo retransmitió, a los otros invitados y hasta al mismo conductor del programa, sin discutir sobre el problema de fondo. Cuando fue requerido por cifras, demostró además su improvisación (o mala fe) diciendo “yo no soy policía” para manejar cifras sobre la inseguridad. Pero lo más grave –y de aquí el título de esta nota- fue la demostración de un discurso reaccionario que asocia a la pobreza con la delincuencia.
Porque cuando Andrés Izarra saca sus gráficos sobre la pobreza y demuestra como durante la actual gestión de gobierno han disminuido el número de pobres en términos de nivel de ingreso, para decir enseguida que el problema de la inseguridad está ligado a la pobreza, lo que consigue es criminalizar a los sectores populares con el ignorante argumento de fondo de “roba porque es pobre”.
Mentira como una casa.
“no puedes deslindar el problema de la inseguridad con el tema de la pobreza”
“no puedes desligar el avance en lo social con lo que significa este tema de la seguridad” (sic)
“Las poblaciones más pobres han sido envenenadas por años por una cultura que reivindica el consumo, la bebida y el dinero para aparentar”.
Estas frases, extraídas del discurso de Andrés Izarra durante el programa, perpetúan la visión de la pobreza como causa directa de la violencia delincuencial. Diferentes estudios[1] han señalado a la impunidad, la violencia policial, el número de armas en la calle, la violencia familiar o de género y el déficit de convivencia como factores que explican en mayor medida el aumento de los índices de inseguridad (especialmente en las cifras de asesinatos, robos y secuestros).
El pensamiento de Izarra reproduce la lógica tradicional con la que los cuerpos de seguridad abordan el problema, con la somera ecuación de pobre es igual anecesitado y necesitado sale a la calle a robar. Por ende, si acabamos con la pobreza (o con los pobres) acabaremos con la delincuencia.
Por el contrario, son los sectores populares los más afectados por la violencia delincuencial, porque además de sufrir robos y asesinatos, se enfrentan de forma permanente a la matraca y el abuso policial, tienen que lidiar con la impunidad en la administración de justicia, se calan el toque de queda decretado las bandas delictivas que luchan por espacios de influencia y en ocasiones hasta tienen que ver como muchas madres mandan a sus hijos al destierro fuera del barrio, lejos de la violencia.
Claro que hay delincuencia en los sectores populares señor Izarra, pero cada vez que usted dice que si disminuye la pobreza disminuirá la delincuencia le miente a su audiencia, le da pie a la policía para seguir efectuando procedimientos violatorios de los derechos humanos y le agrega más leña a un fuego deberíamos estar apagando desde hace rato.
[1] Para más información sobre el tema, se sugiere revisar las publicaciones de estudios como Detrás de la Pobreza, del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB; Y salimos a matar gente, del Centro de Investigaciones Populares, además de las publicaciones de la Comisión Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL) disponibles en su página web http://www.consejopolicia.gob.ve .
Excelente análisis, Mac.
El relativismo anti-pro científico lo sacan cuando les conviene: Las encuestas son buenas e infalibles (y los índices de «felicidad» y alfabetización), cuando me convienen; pero los estudios que demuestran que NO HAY correlación entre los juegos violentos y la violencia, esos ni se comentan, o se desmontan con el fantasma del imperialismo imaginario. Igual acá. Inaceptable.
Un saludo
Me encantó el momento en el que Izarra dice que las clases populares están envenenadas y por eso ansían tener cosas como ropa… y cuando iba a decir «relojes» se toca la muñeca y comprueba que él lleva un reloj. Fue maravilloso.
Es increíble cómo se quemó el mejor cartucho que tenía el gobierno venezolano para hablar en el escenario de CNN. El muchachito salió de allí, podía preparar un discurso coherente y que desarmara la discusión; como responsable del periodismo pornográfico que ejerció él mismo en los noticieros nocturnos de RCTV en su época, pensaba que iba a saber rebatir los argumentos. Pero no.
Cuando te cagas de la risa forzadamente, matas la risa y dejas la cagada.
De acuerdo con lo que dicen, gracias por comentar. Al ver a Izarra en esa actitud arrogante me quedó ese tufo a conservadurismo. Parte de la trampa del gobierno chavista es jugar a hacernos creer que son de izquierdas, cuando en realidad no son sino la versión más pulida del capitalismo de Estado que siempre ha sido el modelo económico venezolano desde que reventó el pozo Barroso. ¿Tanto les cuesta aceptarlo? Estos señores harían un mejor gobierno sino estuvieran pensando en salvar al mundo antes que a la gente para la que trabajan. A los empleados públicos, tremendamente bien pagados por eso mismo, porque trabajan por TODOS los demás (aunque a veces no alcance para TODOS) hay que pedirles que hagan bien su trabajo mientras tienen su trabajo. Y quizás, si son buenos trabajando, se hagan imprescindibles, no como el Sr. Izarra y su risa irónica- forzada.
Pero como el petróleo sale del suelo y no de nuestros bolsillos, y el ciudadano no mantiene al Estado, Izarra se puede reir de esa manera y no por eso estar sin trabajo mañana.
Saludos a los dos.
J.
Lamentablemente no vi ese programa, pero de este personaje, Izarra, jamás he escuchado nada bueno. Conozco gente que trabajó en Telesur o el Minci y hablan del maltrato laboral que les dio este tipo, descrito como: arrogante, infame, insoportable, etc. Así, que si profesionalmente no da, personalmente tampoco
BUENA NOCHE es un placer comunicarme con usted IZARRA usted es un señor muy LUCHADOR MUY BELLO LINDO HERMOSO PRESIOSO TIENE UNA SONRISA MUY LINDA HE ENVIDIADA le pidio a DIOS Y LA VIRGENSITA que lo cuide a usted y su familia siempre que sale o salia con PRESIDENTE CHAVEZ lo miraba por la TL y lo veo simpre por internet su fotografia afotunada su esposa que lo tiene siemre a su lado DIOS BENDIGA SU HOGAR ESPERO QUE ME SALUDE POR MI CORREO CHAO DIOS LO BENDIGA LEENVIO UN BESOTEEEEE
Gracias mi amor, hueles a formol.
«pobre es igual anecesitado y necesitado sale a la calle a robar. Por ende, si acabamos con la pobreza (o con los pobres) acabaremos con la delincuencia.»
Eres pobre = eres ladrón/atracador/asesino o por lo menos un fuerte candidato. Eres en potencia un bastardo capaz de matar por un par de zapatos o una botella.
La magnitud del insulto a los pobres de este país es pequeña SOLO frente al tamaño de la injuria y el escupitajo en la cara (y sobre las tumbas de los familiares asesinados por el hampa) que les escupe este sujeto.
Luego tiene el tupe de llamar fascista a alguien???
Hay montones de lugares en el mundo donde hay pobres, gente BIEN pobre y necesitada o deseosa de tener cosas materiales. Y muchos son lugares pacíficos.
Hay lugares muy pobres donde el delito y la violencia no se toleran. Donde no toleran que viva un ladrón en la vecindad, aunque sea policía.
Creo que el problema de los «sectores populares» no es que estén de parte de la violencia que sufren (serán locos!). Sino que la han aceptado, la han tolerado y se han sometido a ella (pero igual los matan). Y en eso no poco tiene que ver la corrupción y la violencia policiales, que hacen que un malandro sea también policía o pana de uno de ellos.