El Centro de «ARTE» La Estancia,impulsado por el deseo de acaparar los pocos espacios culturales de la ciudad de Caracas,sacó a patadas a la banda de Rock Fibonacci del Boulevar de Sabana Grande.Así, la banda se convierte en una más del montón de artistas perseguidos por la policía bajo órdenes del mencionado centro de “ARTE”.
Carlos Adolfo Zambrano
Ayer la noticia corrió como la pólvora.Fibonacci se preparaba para tocar en Sabana Grande, al frente del City Market como lo había hecho la semana pasada, y los gorilas del Centro de Arte la Estancia(encargados de fiscalizar la actividad cultural dentro del bulevard)llamaron a la policía para desalojar, de manera arbitraria e injusta a la banda, ante su negativa de abandonar el lugar por las buenas(y las malas), bajo la coacción de las autoridades incompetentes de PDVSA, quienes amenazaron a los miembros del grupo con decomisarles sus instrumentos si se atrevían a ejecutar una sola nota en vivo y delante de sus fanáticos.
Para ello, los burócratas de la empresa petrolera estatal no sólo procedieron a ejercer la ley por su propia mano, sino además consumaron y cumplieron su promesa al contar con el respaldo de agentes represores de la Alcaldía de Caracas, encargados de velar por la seguridad de la zona, en detrimento de la libertad de expresión.
Para quienes no lo saben, no es la primera vez en suceder y en ocurrir. Ya es casi una rutina de todos los días. Me explico.Si usted no forma parte de la plantilla de maromeros y artistas de calle adscritos a la institución gubernamental de marras, pues corre el riesgo de ser vilmente expulsado, botado y excluido por ella, sin derecho a pataleo y al amparo de la fuerza pública, como si las víctimas fuesen simples buhoneros o top mantas a despachar.
En consecuencia, se sienta un precedente nefasto en la ciudad de discriminación y marginación, a la altura de las purgas de la empresa multinacional de producción de crudo, cuando sacaron a sus antiguos empleados a patadas y a punta de bombas lacrimógenas de sus casas, después del paro.
Incluso, el lamentable acontecimiento recuerda y evoca el régimen fascista y ultraconservador implantando por PDVSA en las instalaciones de su Centro de Arte La Estancia, al prohibir cualquier muestra de afecto y de amor entre sus visitantes, en una ridícula normativa copiada de las fantasías derechistas de la Alcaldía de Chacao en su municipio.
No en balde, semejante locura fue denunciada recientemente por Chamán Urbano en un artículo de panfletonegro(«Irán allá Vamos»), del cual extraemos la siguiente cita: «había escuchado que el Centro la Estancia se había convertido en un sitio bien particular. Específicamente, que era un espacio público donde las demostraciones de afecto estaban prohibidas…
Que impotencia e indignación que la cultura venezolana haya dado un giro hacia el fundamentalismo religioso de los países islámicos. No estoy exagerando. Con el cuento del decoro nos lo van a meter completico, al punto de decirnos qué nombres propios podemos usar y cuáles son los cortes de pelo apropiados para los varones (Sin contar con la ausencia de derechos humanos para las mujeres).»
En efecto, la comparación es brutal y acertada, porque otra revolución(de ayatolas)llegó para quedarse, mientras paradójicamente reciclan lo peor de los códigos morales de la política reaccionaria, como la censura de propuestas conceptuales(«FANtasmo»,»Secuestro» y «Rotten Town»),el apartheid, la aplicación de mordazas legislativas, el cercenamiento de espacios, el cierre de medios de comunicación y la persecución de la disidencia por vía de mecanismos anacrónicos de cacería de brujas, amén de la Ley Tascón.¿Paz a sus restos?Yo te aviso, chirulí.
Así, el puritanismo moral del espíritu del capitalismo,según Weber, continúa reforzándose en las entrañas retroprogresistas del socialismo del siglo XXI,al estilo bolchevique y soviético de los partidos únicos de Cuba y China. La administración yuppie de los boliburgueses ahora se reserva el derecho de admisión en lugares y áreas cómunes, para el sano disfrute del soberano y del pueblo.
Por ende, los valores de la democracia y de la república se derogan de facto, con el objetivo de imponer un estado de sitio, donde los músicos y los juglares espontáneos no son bienvenidos. En adelante, deben pedir permiso y entrar en el tubo de la burocracia, hasta para recitar versos de Montejo,bailar danza contemporánea y cantarle serenatas a los enamorados del Gran Café.
Salvando las distancias,el asunto parece una burda imitación de las mafias sindicalistas de los Mariachis de la Plaza Garibaldi en México.
Tamaño despropósito no guarda parentesco con la grata memoria de la Caracas de ayer, en la época de esplendor de Sabana Grande, durante los años ochenta.
En tales condiciones, es imposible augurar el nacimiento y el desarrollo de un colectivo como el de «Poetas en Tránsito» a futuro. El presente se pinta gris, anacrónico y fuera del contexto internacional.
En las avenidas de la Paz, gocé y disfruté de lo vedado y ocultado por Museos de Arqueología y suntuosos centros comerciales,cuyos recintos impiden la entrada de los humildes trovadores de la capital de Bolivia.
En Buenos Aires,Montevideo y Lima, gracias a los copleros ambulantes,conocí la verdadera cara y el auténtico rostro de la pobreza y la miseria, escondida por el fashion y las agresivas políticas de «gentrificación»de las viejas localidades restauradas para el regocijo de los negociantes inescrúpulosos.
En Roma, Madrid,Barcelona y París, descubrí a la alteridad, al aguante y a la resistencia agazapada detrás de la pintura, la escultura, el perfomance,el grafitti y la guerrilla del hip hop, afincada y arraigada de Tokio a Nueva York, cuna del undeground.
De manera inversamente proporcional, en el casco histórico de la Habana sólo permiten la inclusión de artistas de calle,previamente fiscalizados,regularizados e integrados por la burocracia oficial.El propósito de la movida se cae de maduro.
El interés de fondo consiste en mantenerlos controlados para definirles las agendas(de consenso), compartir sus ganancias y comprometerlos con el proceso.En resumen, es un trabajo típico de filtración y cooptación ideológica, para sumar y acrecentar el número de adeptos.Tarde pero seguro, se les obligará a votar y a marchar,a cambio de dejarlos laborar en paz.
De regreso a Caracas, el panorama se perfila con aires de identidad cubana, de raigambre tecnocrática de club privado, tipo Valle Arriba,el Country,la Lagunita y el Izcaragua.
Mientras los espacios culturales trasnochados cierran sus puertas a los ensambles alternativos, los espacios públicos hacen lo propio alrededor de las premisas excluyentes del Presidente.Las pruebas son contundentes.Ayer vetaron, condenaron, sabotearon y desconectaron la presentación de Fibonacci en Sabana Grande.
Al sol de hoy, planchan y barren el piso con los artistas no alineados, a la altura de Chacaíto y más allá.
Verbigracia, los chicos de Fibonacci emprendieron una investigación de campo,a raíz del problema, y lograron definir el origen y la magnitud del caso. En palabras de los afectados, la situación se repite constantemente y es el pan nuestro de cada día entre el polo de atracción de Sabana Grande y la fuente de Plaza Venezuela.
Los mimos y las estatuas vivientes son echados,desplazados y corridos como moscas en la sopa, al calor de las vejaciones y humillaciones de los uniformados de la PM y compañía.
Para colmo, a Harry de Fibonacci le pegaron un rolazo a su cámara, por intentar captar el momento y exigirle su identificación a la autoridad, para hacer las denuncias correspondientes en «Defensoría del Pueblo».En lugar de ello, lo esquivaron, lo maltrataron,lo insultaron y lo amedrentaron.Un total y absoluto bochorno.
Semanas antes,Fibonacci había tocado frente a Festival Nuevas Bandas y en honor a la verdad, nadie los toco, ni los reprimió, ni lo regañó.
Si acaso hubo discusión después, por su inesperada impronta de cara a sus detractores. Pero yo, Sergio Monsalve, reconozco el respeto y la consideración de Felix Allueva y su organización, para con la acción independiente de Fibonacci, en la otra acera de FNB. De repente, tenemos puntos de vista encontrados, aunque nos unen los mismos principios, como la paz y la tolerancia.
También, FNB tuvo la caballerosidad de sentarse a dialogar con los miembros de Fibonacci en la plataforma de la Mega Estación, para zanjar sus diferencias y llegar a soluciones concertadas, en un ejemplo de civilidad,cordura y concordia.De lado y lado,todos aprendimos una lección.
Al final, privó la razón por encima de la pasión.
Ojalá la gente de Centro de Arte la Estancia tome nota y coja consejo.De lo contrario,la historia no los perdonará y absolverá.
Por consiguiente, volvemos a brindarle respaldo y solidaridad a los panas de Fibonacci, por haber sufrido en carne propia una enorme injusticia.
Si usted no lo sabe, parte del sustento de la Banda como proyecto, viene de ahí, de sus toques de calle. De hecho, su primer video clip( a punto de salir)fue rodado en un toque improvisado en el callejón de La Puñalada, hace un año atrás.
Aparte, pudieron remplazar y comprar nuevos instrumentos, gracias a lo reunido en sus interpretaciones desenchufadas del Metro.
Por eso, sus censores pierden el tiempo.
Según sus miembros, Fibonacci no se dejará intimidar y la próxima semana intentarán regresar al City Market, guste o no a los gorilas del Centro de Arte La Estancia.Ya lo saben.Corran la voz.
Allí nos veremos las caras y haremos una protesta pacífica.
Nuestra cultura se lo merece.
La transición al poder es saber.