Inception: La vida es un sueño que se sueña

«¿Te ha pasado que tenías un sueño y te despiertas, para comprender después que estás metido en otro sueño y no has despertado aún? Prepárate, porque no has visto nada…»

Para los antiguos centroamericanos, el mundo de los sueños tiene una importancia vital en el orden del universo y en la vida de todos los hombres. Tanto es así, que cada persona en el mundo posee lo que ellos llamarían naguales o los nahuales; unos «espíritus animales» encargado desde su nacimiento de guiarlo para que pueda apreciar y aceptar su destino. Pero para los brujos o chamanes de muchas de las etnias de México y Guatemala, la dimensión de los sueños va mucho más allá; en ella nos puede ser revelados los secretos de toda la existencia, a tal grado que muchos son los que “viajan” a través de los distintos mundos que ensamblan (tal y como si fuesen capas de cebolla) el cosmos, bajo la fuerza de un arte conocido como el «Arte de Ensoñar». Un brujo que «acecha», un verdadero «ensoñador» o «centinela» sólo sabe con certeza una cosa: que todos los mundos que visita son tan o más reales que la misma realidad de donde ha partido.

En nuestro mundo occidental, moderno y eurocentrista, cargado por las culpas y las quimeras de las religiones monoteístas, el hecho de soñar nos reserva ese lado de nuestro ser que siempre es preferible ocultar, o por la cual debemos sentirnos avergonzados. Para Christopher Nolan (Memento, The Prestige, Batman Begins, The Dark Knight) se convirtió en la materia necesaria de donde nacería el guión de una de sus obras más acabadas, El Origen (Inception, 2010). Nolan recrea una trama que atraviesa, una y otra vez, los subconscientes de los personajes que van construyendo una historia atípica: toda una apuesta en lo que a taquilla refiere, ya que los estudios Warner Bros invirtieron la bicoca de 160 millones de dólares. Definitivamente, eso es creer en un director con muy pocos títulos, que apenas acaba de cumplir sus 40 años de vida.

Pero esta inversión no fue para nada en vano, y es que el director de The Dark Knight contó con un reparto envidiable: un Leonardo Di Caprio con una actuación madura, que asume su papel de pies a cabeza y que me vuelve a sorprender protagonizando al atormentado viajero onírico Dom Cobb; la coprotagonista, la premiada Marion Cotillard encarnando a la nostálgica y difícil Mal Cobb; y el resto de un reparto que nos hace enredarnos en una telaraña que traerá consecuencias poco convencionales: el veterano Michael Caine, el ya reconocido Ken Watanabe (El último samurai, Memorias de una Geisha), Tom Berenger (Nacido el 4 de julio, Platoon), un sobrio Joseph Gordon-Levitt (Diez cosas que odio de ti, (500) Days of Summer) y la joven pero talentosísima actriz canadiense Ellen Page (Juno). La música es una protagonista de vital importancia en las películas del director de la próxima secuela de Superman, la hizo Hans Zimmer (Gladiador), que ya de por sí es un sello de augusta calidad.De más está decir que los efectos especiales son brutales (las escenas de una Paris que se desdobla es para morirse) y la fotografía de Wally Pfister bajo las escenas en slow motion (quien ha acompañado a Nolan en casi todas sus películas) es para quitarse el sombrero. Una de las mejores apuestas para este año, que rompe los mitos diezmados de la taquilla y apunta directamente en las mentes de los cinéfilos más duros.

Creo, al final, que no presenta ningún punto débil, por los menos no uno que sea realmente objetivo. Sin embargo, fue tan impecable y equilibrado el trabajo de Nolan con el guión, la historia dio tanta tela para cortar y fue tan bien contada, que se dio el lujo de no explicar cómo funcionaba la tecnología que permitía a los protagonistas “entrar” en los sueños de sus víctimas. Y cuando esto sucede, es que el creador has logrado un valor de profundidad y de calidad tan altos en la historia, que este tipo de detalles terminan siendo “nimiedades”. Mi crítica iría más hacia una visión menos lineal y más imaginativa en lo que respecta a los subconscientes en donde los personajes se introducen. Al fin y al cabo son subconscientes, todos distintos y únicos, y no solo con grandes escenarios se debería reflejar los secretos y miserias que esconde el lado oscuro de cada mente. Un toque se “surrealismo salvaje” al estilo de un David Linch o un Terry Gilliam hubiese sido más de mi gusto, pero tal vez hubiese roto el equilibrio y la pulcritud de un trabajo como el de Nolan (no quiero imaginarme lo que hubiese hecho Kubric con un guión como este en sus manos). Vaticino que con la venida del DVD y el Blue Ray vendrán finales alternativos de esta peli. Sin embargo, como ya dije, es una de mis películas para el Top 10 del 2010. Son 4 ½ de 5 estrellas para Christopher Nolan.

Si no la ven en el cine, se van a arrepentir.

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FICHA TÉCNICA:

Título: Origen

Título original: Inception

Director: Christopher Nolan

Género: Ciencia ficción, Drama

Duración: 150 minutos

Intérpretes: Leonardo Dicaprio, Cillian Murphy, Ellen Page, Joseph Gordon Levitt, Ken Watanabe, Marion Cotillard, Michael Caine, Tom Hardy

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