Poema para Franklin Brito
Que la ironía, el acoso y la desidia
sean ahora el pan nuestro de cada día
Que en la calle la vida del hombre no tenga ningún valor
sino que sólo valga la del que quiere manejar nuestras vidas
Que un hombre quiera para sí sólo el pedazo de tierra
donde ha vivido y ha visto crecer a sus hijos
Para bien vivir
o para bien morir y ser cubierto por su polvo,
por la hierba y por las flores silvestres
Tal vez valga la pena mil días de hambre
Pero que se pierda a cuentagotas la vida de un hombre
de férrea voluntad
y sea sepultada por la arrogancia, por el odio
y por la indiferencia
merece mil siglos de infierno
para sus sepultureros intelectuales.