“…aunque se cambie la carpa, los payasos siempre son los mismos.” Anónimo
La presencia del actual caudillo/fuhrer es la fuerza tras las políticas de convertir a la oposición y a otros –según ellos- “indeseables” en seres violentamente dominados, alienados del estado y generalmente asociados a un pasado ahora deshonroso. La idea es separarlos físicamente y neutralizarlos como ente público y productivo en contraposición a un Estado que lo quiere todo y que desea controlar cada aspecto de la vida cotidiana.
Las cambiantes medidas políticas incluyen asaltos físicos y verbales, humillaciones públicas, burlas a instituciones aún no entregadas a las nuevas formas, medidas legales y administrativas absurdas contra cualquier tipo de disidencia. La deportación disfrazada bajo el exilio y el auto exilio son acciones implementadas vil y concientemente. Tal es la carga de la propaganda, dirigida contra todo que no sea lo que ellos representan, que la violencia pasa a ser parte integral de la sociedad.
Sin disminuir la intensidad, se repite una y otra vez el mismo discurso, con la misma vehemencia de principio a fin, sin importar lo vacío o lo violento. Se rememoran héroes recordados hasta el hastío, otros ya olvidados y unos inventados recientemente. Se hipnotiza al colectivo y se manipulan las fibras morales, religiosas, culturales, políticas y sociales de sectores específicos; así parece que el discurso va a todos, pero la realidad es definitivamente otra.
Si el régimen tolera la violencia, promueve la violencia y es violento por naturaleza, ella pasa a ser cotidiana, poco sorpresiva y hasta aceptable para algunos. Es así como con violencia o simplemente con la amenaza de ella, se inicia la exclusión sistemática de grupos no acordes con los nuevos tiempos, hombres e ideales. Se inicia una nueva hora de restricciones, prohibiciones y de exclusión para unos grupos específicos, señalados públicamente ante los medios.
Son variopintos los tipos de muerte planificados. La muerte política, la cultural y la social, culminando con la física y la histórica. La sustitución de un país por otro en nuestras narices y la exterminación de varios grupos específicos.
Se pavimentó así el camino hacia la conferencia de Wannsee el 20 de Enero de 1942 y a la Solución Final a la Cuestión Judía; y cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia.