En este momento me limito a trasmitir lo que esta entidad espiritual superior, cuyo nombre humano más aproximado sería Lyon, me informa a través de un proceso de canalización (channeling):
Como bien dicen los humanos, no se puede engañar siempre a todo el mundo. El bien y el mal son entidades separadas y no pueden ser mezcladas o confundidas, so pena de alterar ordenes cósmicos que deben permanecer inmutables. Por eso los seres espirituales de órdenes superiores hemos iniciado una purga que busca balancear el proceso de oscuridad que sostienen los entes de baja vibración a través de Hugo Chávez. Este apoyo del lado oscuro de la energía universal es lo que hace que, a pesar de ser tan obvia su locura, sea tan difícil enfrentarlo.
Desde que el comandante, comandado por este lado negativo iniciara un pacto para declararse fiel a la oscuridad, nosotros hemos decidido intervenir. Los humanos no fueron diseñados para tanta bajeza. Quienes, en el uso de su libre albedrío, permitan que la baja vibración se apodere de su alma morirán irremediablemente, arrastrados por el peso de esa energía negativa.
Este proceso de reequilibrio, que es un ajuste de cuentas cósmico, ha comenzado. Todos aquellos seres contaminados por la energía oscura y negativa serán removidos de la tierra para su sanación espiritual.
Lo mejor es mantenerse alejados del proceso y de todos aquellos contaminados por la baja vibración del pensamiento revolucionario.
Uno a uno irán desapareciendo, en las condiciones predeterminadas a partir de los actos de su reciente reencarnación. No, no es una película de terror, es el destino.
* Este mensaje es una obra de ficción. Es absurdo, ridículo y sin pies ni cabeza. Está construido a partir de la habilidad de la mente para dar sentido a hechos inconexos lo cual es, por cierto, la base de todo pensamiento conspirativo. Si te quieres divertir haz una cadena con el «Mensaje del Hermano Lyon» y mándala a todos tus conocidos chavistas, especialmente a aquellos metidos en santería, nueva era y demás yerbas (los muy religiosos también entran en este saco). Verás que, aunque sea un poquito, se asustan pues en el fondo sentirán que «de que vuelan vuelan».