Vengadores
Para muchos, el once de septiembre le mató la creatividad para escribir guiones,hasta a Quentin Tarantino, quien en adelante sólo tendrá ojos para redactar panfletos de propaganda y justificaciones del sofisma del diente por diente. Películas como «Kill Bill» y «Bastardos sin Gloria», ciertamente son maravillosas e indiscutibles en el plano de la forma. Pero no así en el ámbito de sus contenidos,donde descubrimos la rancia huella de una ideología reaccionaria disfrazada de ironía posmoderna.De tal modo, la agresiva política de revanchismo impulsada por el gobierno, cobraba un nuevo aire bajo el vestido y la espada de La Novia encarnada por Uma Thurman. Igual de tramposos eran los neonazis encabezados por el cínico,Brad Pitt,cuyo acento de tejano lo convertía tanto en una caricatura del extremista del sur como en una apología del mismo estereotipo. A menudo, allí reside la peor contradicción del cine de Tarantino. Ni hablar del resto de la camada de vengadores anónimos del siglo XXI,patrocinados por Hollywood. Apenas fueron un plagio y una copia de sus abuelos de la década del sesenta y setenta.La originalidad brilla por su ausencia.
Bufones,payasos,juglares y musiquitos
Lo comediantes, ni cortos ni perezosos, gozaron de lo lindo en el mundo después del once de septiembre. Primero los censuraron porque se les impedía contar chistes sobre el caso. Después los neutralizaron y acoplaron al venderlos como sedantes sociales y opio para el pueblo. Ellos se dejaron comprar por tres monedas y aceptaron el reto de distraer a punta de circo,a falta de pan. Si hoy en Venezuela ocurre lo propio,es por algo.Mientras el país se desangra y el recuerdo de los muertos todavía permanece caliente en la memoria, ciertos payasos hacen dinero a costa de la risa fácil y enlatada. Es un negocio populista de la crisis. No en balde, de mendigos pasaron a millonarios. Es el precio de la evasión garantizada por Adam Sandler,Ben Stiller,Jim Carrey,Tina Fey,Steve Carell y la tropa de Saturday Nigh Live. Aquí le llaman el efecto chicharra. Para morirse no de la carcajada,sino de la tristeza.Póngale música de Michael Jackson para rematar.This is it. De «Crazy Heart» a «Walk The Line», el biopic nos narcotizó y nos hechizó con su color esperanza.Saber que se puede.
Consparanoincos
Tienen la lengua viperina de una serpiente peligrosa.Botan la baba por la boca como Alex Jones y Mario Silva por «La Hojilla».Escupen presagios sensacionalistas y predicas amarillistas, a la izquierda y la derecha. Anuncian el apocalipsis y el fin de la aldea global, para subirse el rating.Descubren verdades ocultas en nubes de polvo, evidencias imperceptibles al ojo humano en videos y dicen combatir el miedo,propagándolo y reconfirmándolo,día a día.No hay manera de evolucionar dentro de su juego macabro.La única redención posible radica en impugnarlos y refutarlos, según el método científico propuesto por Popper del «falsacionismo».Ninguno de ellos lo resistiría como prueba. Por ende, George Steiner los acusa de embusteros y estafadores, como los marxistas. Ayer anunciaron la caída del capitalismo y el ascenso el comunismo. Naturalmente, el socialismo sucumbió y el neoliberalismo se redifinó en China y Rusia, luego de sufrir varios embates. De cualquier modo, si existe un ícono del fraude «consparanoico», pues se llama Karl Marx.Todos sus libros son ejemplo de una literatura caduca, vencida por el tamaño de sus innumerables profecías incumplidas.De ahí su absurda regeneración en la Venezuela irracional del siglo XXI. Emblema de cómo se gobierna a golpe de predicciones, promesas y relatos infundados.
Hadas y magos
Por eso, el cine posterior al once de septiembre se resume en la superchería new age de «Harry Potter», en el mesianismo bélico de «El Señor de los Anillos»,en el vampirismo light de «Eclipse» y en el satanismo verista de «Paranormal Activity». La pura reacción mediocre en pasta. Es como gastarse el salario en leerse una carta astral o en asistir a una sesión de espiritismo con un charlatán de la televisión, sustentado en una mala interpretación de las teorias de Freud,Jung y Adler,otros tres seudocientíficos de concurso.Pero al menos sabían escribir y demostraron algunos puntos. Por el contrario, es una pésima noticia constatar la carencia de la mayoría de la población del mundo, al depositar su fe y su creencia en un aprendiz de brujo enfrentado a un demonio cadavérico con un varita de madera. Semejante ridiculez sólo es admisible en un tiempo y en un espacio superado de la historia. En la época de las cavernas, en la era de las leyendas de camino,durante la segunda guerra mundial o la guerra fría. Lastimosamente, así es el país y el mundo en donde vivimos,gobernado por caudillos,taitas y superhombres.Ojalá los derrotemos en el futuro y podamos imponer el reino de la luz. Mientras tanto, es la hora del lobo, del túnel,del apagón,de la inteligencia fracasada.
Las Bestias nos controlan y dominan.
El planeta tierra es su safari.
Te invito a combatirlo y conjurarlo.