Nací en una época de consumo así que puedo vender y comprar personalidad. Los estudios que pagan mis papás pueden repetir un semestre más. Otro peinado ensayado, otros pantalones cortos otra eterna pose, otra foto repetida, mi personalidad es la de una diva aunque no tengo talento, los zapatos son de marca pero el alma es una imitación. Mientras menos modales más atención. Twitter, Facebook, flickr. Critico cualquier cosa pero no soy una voz que sepa solucionar. Sexy, honestly, okay. La cámara en el espejo y mi cara de molesto. Estoy criticando la ropa de otro cuando es exactamente igual a la que tengo yo. El amarillo es el nuevo azul, el rosa es el nuevo amarillo. Soy latino pero quiero ser francés, quiero ser ingles. Pose, drama, ego. Manejo la palabra moderno y la uso para gritar bruja cual hoguera e inquisición, y soy mejor por escuchar primero a la banda que está de moda. Otra foto en el cine, otra vez criticando lo que soy en otro y no me doy cuenta de lo estúpido que es. Otra vez queriendo emular falsamente a un modelo, los amigos están en mi blackberry, cuidado con el agua y mi pelo. Tengo que proyectar mi desabrida personalidad por un canal youtube, yo soy la tendencia. Aquí no hay mucho que salvar, emo, indie, moderno. A todos los odio pero escasamente noto que soy parte de eso, soy heterosexual, bisexual o gay porque homosexual es una mala palabra, no sé diferenciar entre sexualidad y genero y es que llevo rato pateando mi propio trasero. Hola, soy alguien de la GENERACIÓN Z.
X Y Z
Terminaban los 80s y un grupo de adolescentes llamados «generación perdida» empezaba a emerger. Ateos, ideas de sexo prematrimonial, y renuncia total a la doctrina de los padres; la generación rota llena de por qués y porques, el grunge en las venas y smell like teen spirit sonando como un himno. Reality Bites como película icono y Winona Ryder era la chica que todos querían tener. Pantalones rotos y cabellos desaliñados. Apatía y rebeldía. cuestionamientos para todo. Así iba esta onda bautizada como generación X en el 91 por Douglas Coupland, un escritor canadiense.
Pero sería una tontería generalizar el termino X, porque cada país vive esta clase de procesos de modo distinto y quizá sólo la mitad de las cosas que mencioné se sintieron en nuestro país con fuerza. Aún así la generación Venezolana de los 90s no se quedó en el aparato. Todo cambió. La música se abría con bandas como: Los Pericos, Soda Stereo, Zapato 3, Desorden Público y aterciopelados. El Caracas Pop Festival traería artistas que tal vez no volverían a pisar tierras venezolanas.
Todos se enteraron que un tipo llamado Nostradamus existió y empezamos a tenerle miedo al fin del mundo y a un meteorito que se estrellaría contra la tierra, se acercaba el nuevo milenio. Messenger, calantamiento global, Nintendo 64 y Playstation. Y entonces nació la generación Y. Pronto Britney Spears dejaría de ser inocente y Shakira se volvería algo que nadie imaginó . El milenio había llegado y el mundo no se acabó como todos profesaban.»La generación Y» ganaba terreno y la rebeldía de una generación pasada bajó por un poco de curiosidad. En estados unidos aparece un duo de colegialas rusas besandose y entonces ser gay se hizo un negocio rentable, y el asunto de reclamar derechos se hizo visible, se asomaron matices de la revolución sexual. El sexo empezó a vender más que nunca. Mientras que los que vimos el proyecto de la bruja de Blair dejamos de dormir por una semana y luego nos entretuvimos viendo ni tan tarde por Televén.
Personalmente creo que es difícil establecer el margen entre generación X y Y en Venezuela, puesto que presenciamos el mismo movimiento comunicacional y mediático. Conseguíamos sentido y propósito de nuestros modelos a seguir, más que eso empezábamos a ser parte del cambio.
Entonces luego de dos generaciones que cambiaron la música y la cultura popular, y que en otros países consiguieron incluso llevar la rebeldía a lo político-social y cambiar leyes ¿Cuándo fue que nos perdimos? ¿Cuándo empezamos a imitar una sociedad plástica y ensayada? ¿Quién y cuándo nos frenaron de este modo?
La generación Z. Querer ser famoso sin tener un talento que ofrecer más que tu personalidad. Una generación criada por realitys, donde la mayor negación de generaciones pasadas, fue lo que nos volvimos: Un producto.
(Dramatización de foto de perfil)
Estamos ante una generación de jóvenes que parecen la bruja malvada del mago de Oz, que el echarles agua pierden su peinado y se derriten. Entiendo que un país como España entre otros, tenga una población de jóvenes preocupados en banalidades, pero ¿cómo es que nos hemos vuelto tan superficiales y flojos habiendo tantos derechos que recobrar y ganar? Esta generación se arma de apariencias, puedes parecer un rockero pero no tienes idea de lo que eso significa ser. Tenemos a un grupo de personas con una rebeldía de juguete, que no es capaz de salir del circulo de amigos y de la foto de perfil en la red social. Se critica por criticar y cualquier adversidad se lava de sus manos denominándola «Drama». La Televisión retrocedió, lo que antes fue una rareza se volvió algo saturante, la televisión mostró la frivolidad a su peor punto y un grupo de chicos con la mente de plastilina empezaron a tomar esa abominable forma.
Guía para Dummies para conocer la generación Z:
Música: Is all about Gaga. Odias o amas a Lady Gaga, no hay términos medios; es sobre, ver quién se copia de ella o de quién ella se copia. La música Indie se escucha más por apariencia que por pertenecer a una disquera independiente, por tanto ese concepto se perdió. La Generación Z suele apoyar a las bandas nacionales por lo general. Extras: Eramos muchos y parió el reggeaton.
Cine: Creo que la película que describe por excelencia la filosofía de esta generación es Mean Girls. Donde se muestra la selva superficial y la sobrevivencia del más plástico.
TV: MTV (reality TV) , Gossip Girl y 90210 desgraciadamente remake. La televisión nacional no ofrece nada que los jovenes puedan ver, además su única telenovela Juvenil: Somos tú y yo, alimenta el concepto del plan malévolo que tienes para destruir la reputación de todos. Una apología a la TV podría ser Glee, que combina versiones de musicales como los miserables con éxitos pop como cualquier canción de Lady Gaga, aunque su trama sea bastante sonsa. Las series que apuesten por algo inteligente y diferente son canceladas.
Prensa: Lo que fue Urbe se convirtió en una especie de masa amorfa que se muestra como un accidente a lo que alguna vez Adriana Lozada escribió.
Amistades: ¿Amistad o idolatría? Parece ser algo de turno, estás personas suelen hacer listas de espera en sus Facebook para no aceptar a otros y saber a cuantos han rechazado. Los valores se perdieron y sueles desprestigiar al que tengas al lado. Sin embargo hay amistades idolátricas que aprenden a sobrevivir a estas cosas.
Amor: Creen en el amor, y creen que cualquier exceso de atención que sientan por alguien es el amor en su máxima expresión. Suelen decir te amo más de lo que la ley debería permitir.
Sexo: No saben la diferencia entre sexo y genero, saben que son heteros, gays o bisexuales pero no suelen preguntarse por qué y no suelen saber mucho de los derechos de estos ni involucrarse con ello. Rechazan al hombre afeminado y la mujer masculina y no suelen tolerar o entender sobre la Transexualidad o intersexualidad.
…
Los chicos de esta generación no entienden, que antes de copiarle la forma de peinar a un europeo deberían copiarle la capacidad de luchar por los derechos de una nación.
Finalmente. Tal vez si abarcamos por fechas de nacimiento a qué generación pertenecemos estaríamos haciéndolo mal, pues solemos notar esta clase de movimientos cuando llevan demasiado tiempo en órbita. Tal vez sea un error limitar esta clase de cosas, porque generalizar es de idiotas, y habrán jóvenes que se resistan a dejarse llevar por esta moda parásita y excluyente, creo que eso dependerá de mentes inquietas y pensantes. Aunque a estas alturas yo todavía me pregunto ¿Qué fue lo que pasó?
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Fotografía por: Alberto Matínez