Entonces luego de tanto soportar, el peso de sus palabras chocaron contra mi gravedad y caí.
El golpe de los prejuicios me sacaron el aire y nadie podría ser honesto al sorprenderse.
La fiebre de mi locura no podría dañar a otro más que a mí, sé que podrías entender; ¿Pero podrías sumarle a eso que crees un poco más?
No podría confundir mi coraje con ataques, estoy ajeno a clavar mi orgullo en el costado de cualquiera sin medir mi brazada.
No podría alzar mi voz contra este choque, sé que toda altura viene con caída.
La capa que me servía para cubrirme finalmente se rompió y no tengo nada para cubrir, estas son las heridas que han causado y si las ven espero sientan orgullo.
Sé que podrías entender; ¿Pero podrías sumar a eso un poco más?
El brillo de lo que sueño es una necesidad, nunca quise ser incandescente a la vista de nadie, ni crear tendencias desviadas en multitudes con antorchas.
Verás, no se entiende que la vulnerabilidad te priva de mentir.
Cuando todos quieren tener la razón no entienden que con la razón no se hace mucho cuando tanto daño se ha hecho.
Pero la desnudez que provoca el peso no sería nunca débil porque en tiempos como estos la vulnerabilidad es cosa de valientes.
Y mientras el mundo crece yo solo me ensancho, y tratar de estar aquí es lo único que quisiera lograr.
La fiebre de mi intensidad me llena de un coraje que me cuesta manejar, y el daño es para adentro y la calma para los demás. Sé que podrías entender; ¿Pero podrías a eso sumarle un poco más?
No podría hablar más de los mundos donde fui invitado para luego salir corriendo por la puerta de atrás.
No podría ocultar la llama de mis aflicciones, pero no sería capaz de incendiar a nadie más a que a mí.
Y sé que tú podrías entender, pero por favor, por favor, ¿podrías tan sólo por favor sumarle a eso un poco más?
Y si no puedes entender no te preocupes, amor, déjame limpiarme la cara y vuelvo a donde estábamos otra vez.
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