Durante cinco horas, Venezuela volvió a ser secuestrada por el chantaje demode,novelero,lacrimógeno y reaccionario de Osmel Souza,Joaquín Riviera y el circo de las cómplices,ahora en plan de «Los Ángeles de Charlie» con la compañía de Boris Izaguirre,quien remarca forzadamente su acento castizo, como Ruddy Rodríguez, para darse un aire de impostado esnobismo glamoroso,desde la ironía autoindulgente.
Así regresa la monarquía de la apariencia en Venezuela, a efecto de consolidar su reinado en la pantalla chica ante la competencia de las redes sociales. De hecho, apenas se les mencionaron en el transcurso de la velada,porque es uno de los tantos temas vedados y censurados del guión, junto con el cambio de sede,los supuestos negocios riesgosos con los clientes prepago del evento y las candidatas comprometidas por debajo de la mesa,el bloqueo informativo contra Globovisión y la necesidad de hacerle frente a la perdida de rating en el Zulia, de cara al repunte de audiencia de Televen.
Por algo, el cantante de Guaco fue interrumpido abruptamente al hacer mención de la salida del certamen de la tarima del Poliedro.
En tal sentido, «Miss Venezuela 2010» desempeñó, nuevamente, su mejor papel: el de encubrir las realidades contradictorias del país en la Cuarta y Quinta República,bajo un manto de promesas demagógicas de colores chillones, palabras vacías y artificios de cartón piedra. Todo un santuario kistch y neobarraco de belleza plástica, donde se oculta,una vez más,el lado feo y miserable del suelo patrio.La violencia, el crimen y el caos republicano del Taita Boves.
Con una mezcla de morbo con escepticismo, de resignación con hastío, de conformismo con resentimiento, asistimos anualmente al montaje de la gala, para darnos golpes de pecho, para molestarnos, para evadirnos, para revolcarnos en nuestro pantano de abyección, para sentirnos mejor o peor, para constatar la persistencia y permanencia de un ciclo estéril condenado a repetirse como una elección primaria,una cadena presidencial, un mitin político degradado de la mesa de la unidad, una fiesta de regionalismo zuliano, una temporada de béisbol animada por la misma música de siempre.
Por ende,no les quepa la menor duda, Miss Venezuela se erige en un laboratorio de conservación, en un gigantesco congelador, en una enorme recámara de criogenización de una serie de especies llamadas a extinguirse por el peso de sus células decadentes y cancerígenas.
Me refiero al caso de una fauna y de un bestiario fantástico, de película de terror barata, constituido por zombies y muertos en vida de la talla de las socorridas «damas de sociedad» del jurado, los empresarios enriquecidos a la sombra de un gobierno corrupto, los políticos caducos amparados por la mafias nacionales e internacionales, las momias de la farándula exaltadas a la condición de patrimonios culturales de la nación, al estilo de Lila Morillo conoce a La Tigresa del Oriente,Kiara meets Lady Gaga,Chino,Nacho,Mayte Delgado,Chiquinquira Delgado y Ángel Sánchez. Incluso, Luis Chainting forma parte del clan, de manera indirecta, pues por un lado critica a través de Twitter y por el otro convalida la charada al prestar su voz para la locución de una cuña transmitida con ahínco propagandístico durante los cortes publicitarios.
Pero no importa, ya tendremos chance de exculparlo y perdonarlo a él también por sus notables incongruencias. No en balde, en el pasado intentó aplacar el efecto de la noche tan souza y no sólo lo rebotaron sino lo cooptaron y contrataron para figurar en el propio show de marras. Moraleja: o corres o te encaramas. Para cierto monopolio es sencillo comprar a su disidencia y resistencia. Basta con abrir la chequera y san se acabo.
Por tal motivo, para mí el día de ayer es de luto activo, es de velorio, es de tristeza, es de confirmación del fracaso y del fiasco convertido en parada obligada y obligatoria de la señal abierta, donde gane quien gane, nosotros perdemos.
Al final, da igual si la chica de Amazonas o la de Miranda se llevan la corona.Después de todo, sus cabezas tienen precio y encarnan la punta de un iceberg de un parque jurásico, de un sistema primitivo, de un inframundo acomplejado, de un universo compacto y cerrado devenido en tiranía de la comunicación, gracias al apoyo y al respaldo de nosotros, de ustedes, de los ciudadanos comunes, del mercado, de la izquierda,del retroprogresismo y de la derecha.
De ahí el éxito rotundo y absoluto del trabajo de trámite, glorificado por el mito de la responsabilidad social y la reivindicación del género femenino. En verdad, se cumple, se realiza y se consuma la distopía del Gran Hermano, de 1984, de la pesadilla de Huxley, del proyecto eugenésico y racista del Doctor Mengele, de la cosificación alienante del rebaño colectivo reducido a la casilla del mirón de palo, del espectador pasivo, del consumidor de marcas y logotipos clónicos al ritmo de una versión musical de Losing My Religión para ambientar el lobby de un hotel del Lago. Paradójicamente, aquí el principal objetivo consiste en restablecer la vigencia de un ridículo opio para las masas.
Fíjense, además de hermosas, son inteligentes.¿Por favor?Las respuestas son cada vez peores.No saben ni articular una frase con coherencia. Abren la boca para decir burradas y razonar su ignorancia.Mientras tanto, las aplauden por mero instinto de afecto maternal, paternal y proteccionista.
Por consiguiente, el máximo reto del 2011 será oponerle un oferta alternativa en pro del humanismo. Debemos construirla y sedimentarla para escapar del claustro y de la cárcel diseñada por los alquimistas de la belleza prefabricada.
Mis esperanzas al respecto son pesimistas y nada alentadoras.
El tiempo dirá hasta cuándo le seguiremos haciendo el juego a la trampa del Miss Venezuela.
Para la discusión queda la superación de sus estereotipos, de sus estructuras anquilosadas y de sus últimas derivas populistas. Léase la intromisión del tufo regionalista para el regusto y el cotilleo de nuestras aldeanas y provincianas disquisiciones polarizantes.
Pasto de especulaciones y viejos temores separatistas.
Alimento para las burdas discusiones de nuestra clase dirigente.
Bienvenidos al Planeta de los Simios.
Compramos modernidad fashion a precio de saldo.
Nos identificamos con una distinción de cartón piedra.
Nos cuesta crecer y madurar.
Preferimos la mentira y la ficción del ascenso y del éxito inmediato.
Es un espejo de nuestro sueño rentista, asentado en una plataforma de petróleo.
Nos hundimos en crudo y lo festejamos.
Somos dinosuarios al desnudo y en carne viva.
Extrañamos a Miss Chocozuela.
RCTV es otra de las víctimas del Miss Venezuela en alianza con la boliburguesía roja rojita.
El Miss Venezuela es nuestro «Eternapack»
jejejeejejejeje…demasiado bueno,Juanito.Gracias por comentar.Muchos saludos.
¿Duró 5 horas esa vaina?
Todavía no tengo ni idea de quién gano (¿?). Jamás le he prestado atención al circo en cuestión. De hecho más de una vez he quedado de «ignorante» porque veo una foto en la prensa y pregunto «y esta quién es?» y me responden algo como que «esa fue la que ganó Miss Venezuela hace 2 años, y además quedó yonosequefinalista en el Miss nosequevaina».
Pero regreso al tema de la duración del evento. ¿¡5 horas!? Ya sabía yo que lo banal vende, lo que no sabía era de que vende TANTO! (eso habla muy mal del mundo, por cierto).
Me quedo con el tema temporal, pues es lo que más me ha sorprendido (aunque el resto del artículo esté excelente). Respondo tu pregunta:
«El tiempo dirá hasta cuándo le seguiremos haciendo el juego a la trampa del Miss Venezuela»
Si ya va por cinco horas, sólo puedo pensar que en el futuro cercano será una especie de teletón de fin de semana…
Definitivamente tuvo razón Arthur C. Clarke con aquello de que «La inteligencia del planeta es constante y la población sigue aumentando».
¡Saludos!
Es tan influyente el canal 4 que Chávez tuvo que pactar con Cisneros para conservar su stalinismo tropical.
Exigirle a Joaquín, Osmel y compañía que no monten esas plastas anuales cursis y horrendas es pedirle peras al horno. Sinceramente son reflejo de lo que son, de lo que piensan. Solo hace falta verle la pinta a esa cosa naranja llamada Osmel Sousa para darse cuenta que de él no sale nada remotamente contemporáneo. Mucho menos buen gusto y muchísimo menos preocupación por lo que pasa en este país.
La cuestión es que a la gente le encantan las plastas con lentejuelas esas. Y eso es lo que nos tiene como estamos: jodidos. Que 7 de los 10 TT del twitter ayer estuvieran relacionados con el miss venezuela no es cosa de orgullo… Es para ponerse a llorar y no salir mas nunca de tu cuarto de la depresión. Pero los comentarios de todos eran de emoción por el logro…
Donde trabajo redujeron a la mitad los cestatickets pero lo que la gente habla es del vestido de la miss tal. Si eso no es estar jodidos en la vida, no se nada entonces.
En fin… No pudiste decirlo mejor: Nos hundimos en crudo y lo festejamos.
to: Gabriela
yo diria nos hundimos en mierda, creemos que es petroleo y lo festejamos creyendo que con eso estaremos felices…
ya con solo ver a Kiara no haciendo de Lady gaga sino de kiara disfrazada de mayre martinez, ya no tenemos que entender que estamos en decadencia
muy bueno men saludos
Muy buenos comentarios.
Saludos para todos.
A mi esto del Miss Venezuela se me hace ya tan terrible y tan desgastante y bizantina esa eterna discusión, que creo que ya le doy la vuelta a la idea y empiezo a creer que es lo máximo! Cual es problema con un showsito que se da una vez al año? No es una cadena de Chávez por Dios!!! Que la gente habla del vestido de fulana y no de los cestatickets recortados? Todo el mundo habla de cualquier cosa menos de los muertos de fin de semana, estamos tan rejodidos que para que hablar de lo rejodidos que estamos, nadie quiere sinceridad al respecto. No es solo el pan y circo, el escapismo, es que creo que es un aceptar de una vez nuestra naturaleza infame y superficial. Creo por ejemplo que lo de los TT en twitter más bien se debió a la cantidad de gente que se estaba burlando del evento (como que mucha gente no entiende lo que significan los TT de twitter), era demasiada la gente gozando un puyero a costa del kitsh tropical, era un entender que la vaina es tan mala que es genial! Es una cosa tan institucionalizada como los malandros, como la corrupción, como el machismo, es un algo que solo hay que dejarlo ser y burlarse de eso hasta en hastío y acostarse a dormir!
Bueno, Andreína, respeto tu punto pero no lo comparto. Me gustaría pensar en un futuro menos conformista.
Saludos.
Es como dice Juanito, un «eternapack»
tenía muchos años sin ver ese concurso y este año dije: «ay lo voy a ver, debe haber cambiado mucho»… jajajajaja. Pues no ha evolucionado nada en ningún sentido, bueno, si es que los concursos de belleza tienen algún sentido. «Es un trampolín, una gran escuela», dirán las que participan…
Pero volviendo al «show», es como una cosa despegada de todo, debe ser porque Osmel Souza y su combo Venevisionoide no salen a la calle, no viven acá, no tienen internet ni cable o simplemente creen que su fantasía desfasada es la de todos en el país
Cuando escuché la presentación de unas mujeres del jurado como «damas de sociedad»… lo entendí todo, más na…
Sí, tal cual ,Helénica.Lo de damas de sociedad fue horrible.Ni hablar de los segmentos de responsabilidad social.
Muchos saludos!
Muy buen artículo.
Describe claramente lo que es este país.
Saludos.
No hay nada que hacer, por más barato y vacuo que sea cada año el evento siempre habrá gente que lo consuma, ahora el efecto es amplificado por las redes sociales, en donde los participantes se entregan a sesudas discusiones sobre si estaba mejor la participante tal o cual, incluso las discusiones incluyen elaboradas teorías de la conspiración; cualquier cosa mejor a dedicarse a hablar de que no hay dinero, no hay trabajo, que mientras casi todas las monedas del mundo se están revaluando frente al dólar en Venezuela no hay dinero ya para importar repuestos de nada.
Estoy harto y asqueado de los pseudo intelectuales como Boris Izaguirre y Leonardo Padrón que se venden al show business en su faceta más degenerada: la tv del clan mafioso Cisneros; «irreverencia» pasteurizada, homogeneizada y vendida en varias presentaciones; en el caso de Boris no existe mayor pirueta, pues en España se gana la vida trabajando en la inefable telebasura española.
Estoy igualmente asqueado de la supervivencia del engendro kitch del ser conocido como Osmel Sousa, que no solamente se vende desde siempre al clan Cisneros sino que ha asesorado en imagen al clan Rangel Avalos y no ha dudado en prestar su imagen a la venta de baratijas chinas conocida como Ciudad Traki, imagen visible de la Venezuela barata y chaborra, tan insufrible como la voz del locutor setentoso de Venevisión que la anuncia.
Como se ve q en vez de mejorar al pais con tus comentarios lo que haces es denigrarlo mas…. q clase de articulo amarillista es este? escribe algo con sentido no empeores con comentarios q a la larga es vanidad…. escribe sobre losniños, sobre los ancianos, sobre los idscapacitados, escribe como puedes tu ayudar a este pais en vez de hablar de un certamen q como comentara una persona aqui es para reir, farandulear y adivinar quien gana o no……… que tiene sus pro y sus contra por supuesto q los tiene… pero pierdes tu tiempo escribiendo esto en vez de ayudar a mejorar tu PAIS….. que alguien te ayude a escribir algo con sentido amigo…. estas a tiempo de mejorar, el pais te necesita inteligente no vagabundo….
por favor.
por favor, por favor, Sergio se la pasa escribiendo de politica todo el tiempo y de cine tambien, no lo generalices por un solo articulo. Ademas, escribir sobre el Miss Venezuela es completamente valido para cualquiera, no podemos desmerecer un articulo por su relevancia en el contexto, si no , imaginate, leer a Proust seria un desperdicio.
Por otro lado, no hay nada mas venezolano q el Miss Venezuela q junto a la arepa viene a ser el circo de la triste dupla Pan circense. En ese estado de cosas, hablar del M.V sigue siendo tan pertinente como hablar de los ni;os muertos (cosa q de nada mejora o empeora al pais) .
bueno el articulo, i liked it.
Gracias por el apoyo,Noelia.
Pienso igual.
El tema es relevante.
Muchos saludos.