Gracias a la gente de Código Venezuela por ponerme al tanto de la noticia
UN CANCER MENTAL LLAMADO CONSPIRACIÓN
La historia nos muestra muy bien lo que pasa cuando, para defender un absurdo, se apela al esquema de la conspiración. Nada mejor que nombrar dos de los casos históricos ejemplares:
1. Los juicios de Salem (febrero de 1692 y mayo de 1693) donde se aplicó, literalmente, una caza de brujas.
2. El Macarthismo (1950-1956); misma fórmula en versión secular, para hacer acusaciones de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto por las evidencias.
EL PENSAMIENTO CONSPIRATIVO EN VENEZUELA
Venezuela ha tenido sus McCarthys de pacotilla quienes, mezclando mojigateria y una falta de información compensada a punta de delirios, han querido iniciar sus propias cazas de brujas para adobar más la «revolución» de Hugo Chávez (Sólo han logrado generar pena ajena, afortunadamente).
El primero de ellos, como no recordarlo, el alucinado y bien vestido Pedro Carreño, quien en 2002 dijo que DirecTV era un «sistema de espionaje» para ver lo que pasaba en nuestras casas.
El segundo, por supuesto, es el televangelista del chavismo, Mario Silva. Ya sabemos que es el mejor exponente de la fabulación, es decir, de llenar las lagunas de información con pensamiento conspirativo. Claro, sólo Hugo Chávez le gana en delirio persecutorio.
En esta oportunidad, la mirada aguda y el cerebro estrecho de Silva a punta a Alejandro Hernández, un maracucho quien, como muchos otros adolescentes, han aprovechado las oportunidades de la tecnología para lanzarse al show business informal.
Mario Silva descubrió este episodio (véanlo con la mente abierta para que puedan notar los delirios que Silva quiere hacer pasar por hechos):
Mario Silva no sabe que a estas alturas cualquiera puede tener un mejor programa que La Hojilla. Por eso el gordo nos cuenta su versión kakfiana del asunto. La tesis es que el maracucho está asesorado por gente poderosa que busca lavarle el cerebro a los jóvenes venezolanos. Las pruebas: la buena edición y, por supuesto, el hecho de que sabe hablar inglés.
Mario Silva no sabe que cualquiera con dos dedos de frente puede montar un show de buena calidad en youtube. Para hacer lo que hace Alejandro Hernández sólo hace falta una sabana verde (o blanca), una computadora mac y un programa que en Venezuela cualquiera puede piratear sin ninguna consecuencia legal.
Pobre Mario, creo que su inglés, si lo habla, debe dejar mucho que desear. Lo más triste no es eso, sino que todos podemos hacer un mejor show (Todos menos los chavistas, según parece).
Acá les dejo la perla de Mario Silva, no sin antes compartir que debe ser muy angustiante vivir en ese cuerpo lleno de adiposidades y fantasmas persecutorios.