Paranormal Activity 2:La Mujer como Problema del Big Brother

La segunda no la firma su creador original,Oren Peli,quien ahora se reserva el puesto de productor para vigilar de cerca la operación y velar por su rendimiento económico, mientras le adjudica la dirección a un mercenario de dudosa procedencia,Tod Williams,responsable de una anodina filmografía,donde destacan dos títulos “The Adventures of Sebastian Cole” y “The Door in the Floor”.

Por ende, la personalidad y la identidad brillan por su ausencia ante el estreno de “Paranormal Activity 2”,cuya confección instantánea por parte de la Paramount la equipara con el intento fallido de hacer de “El Proyecto de la Bruja de Blair” una franquicia rentable para el sistema de estudios.

Pero el tiempo no pasa en vano y sin duda Hollywood aprende de sus propios errores cometidos en el pasado. El fracaso de “El Proyecto de la Bruja de Blair 2” respondió al interés y al empeño de convertirla en una cinta de alto presupuesto, cuando en realidad se trataba de un docudrama de corte independiente.

Por ello, el hecho de mantener a “Paranormal Activity 2” dentro de los códigos de su precedente estético, resulta afortunado como decisión conceptual, de cara a las exigencias de los incondicionales de la obra de culto.

De tal manera, el largometraje se erige en una precuela de la pieza anterior, bajo su mismo patrón y esquema formal, donde las nuevas condiciones del reality show se combinan con los viejos paradigmas del cine de terror para desarrollar un ejercicio de estilo, entre clásico y posmoderno, conservador en el fondo y regenerador para el perfil académico de la industria.

No en balde, lo apoya la “Paramount Pictures”, cabeza visible del emporio Viacom en alianza con el mercado juvenil de la MTV, dedicada en la actualidad a la explotación intensiva de la no ficción en lugar de su nicho fundacional de los video clips.

Por eso, muchos tienden a llamarla “RTV”, porque la “M” de “Music” ya la queda un poquito grande. Sería entonces un canal de transmisión de series a lo “Gran Hermano”.

En consecuencia, el respaldo de “Paranormal Activity 2” les conviene de principio a fin para fortalecer su estrategia de negocios, fundamentada en el placer vouyerista de su audiencia, sin profundizar más allá del morbo y del hedonismo evasivo.

Por consiguiente,“Paranormal Activity 2” no es tanto la continuación de una película de ruptura, como la asimilación corporativa de una iniciativa marginal surgida en la periferia de la meca. Nada diferente a lo ocurrido en Venezuela con el caso de Jackson Gutiérrez, absorbido por la hegemonía comunicacional del estado a través del abrigo de “Ávila TV”.

Mutatis Mutandis, sucede algo similar con la carrera de Oren Peli, tras el éxito de su ópera prima. El reinado de Los Ángeles decidió cooptarlo en vez de dejarlo libre a merced de la competencia. Si no puedes contra ellos, pues úneteles.Así nace “Paranormal Activity 2”.

Lo mejor de ella: su voluntad de profundizar en las grietas y en las fisuras abiertas por la primera en el inconsciente colectivo. Además, no se traiciona el espíritu de la marca de fábrica al insistir en la capacidad de abstracción de una puesta en escena minimalista, capaz de despertar pánico y miedo legítimo hasta en los espectadores menos inmunes a la mecánica del espanto y brinco.Aparte, se cuelan ideas interesantes en la estructura del libreto, como el mensaje latente de xenofobia implícito en el despido de una ama llaves de ascendencia hispana.En paralelo, “Paranormal Activity 2” también puede funcionar como un réquiem del sueño americano, como tumba de los valores tradicionales de la familia nuclear y como sarcástica lectura del machismo contemporáneo, porque el padre de la función es un pesado de pocas luces.

Lo peor: su autoindulgencia y su nula pretensión de crecimiento.“Paranormal Activity 2” se conforma con ser un encargo del promedio a la sombra de su referente. Cambia superficialmente el enfoque de la cámara, aunque el argumento repite la fórmula conocida de la madre poseída por el demonio en plan de destruir a los suyos, en su hogar dulce hogar.

Encima, la coartada del guión redunda en los criterios reaccionarios y misóginos de la fuente de inspiración, al culpar a la mujer de todos los males de la sociedad. Los hombre son víctimas de sus fantasmas, de sus complejos,de sus fobias, de sus paranoias,de sus ataques de ansiedad y de sus orígenes oscurantistas, al pactar con el diablo.

A su modo, “Paranormal Activity 2” le declara la guerra al feminismo, se inscribe en una tendencia anacrónica y se acaba por decantar por los derroteros superados de la cacería de brujas en la época del internet.

La inquisición contemporánea las vuelve a estigmatizar con la letra escarlata, para transformarlas en los chivos expiatorios de los pavores colectivos, en un tiempo de depresión.

Idéntico prejuicio expresionista incubado por “El Exorcista” en los setenta.

“Paranormal Activity 2” registra la muerte en vivo por manos de una esquizofrénica,tipo “Atracción Fatal”,lápida y tumba de los ideales de la generación del “peace and love”.

En resumen,¿es un cuestionamiento o una justificación de la pérdida de la intimidad? ¿Es una condena o una glorificación del Big Brother,de la seguridad extrema e invasiva?

Esperamos por sus respuestas en el foro de comentarios.