Un grupete militaroide (ni siquiera se le podría calificar de Militar o militarista) intentó tomar el Poder por vía de la Violencia. Sin contemplación alguna y sin guardar forma, medida ni distancia de la violencia propulsada por ellos mismos. Se pretendía llevar a cabo una acción agresiva, rápida e inmisericorde contra el Sistema establecido. Cerca, muy cerca, estuvieron de lograr su cometido, pero las Repúblicas, por mas blandengues que sean, deciden cuando morir -ellas y sólo ellas deciden.
Sin lugar a duda, los Golpistas consiguieron todas los motivos y excusas para intentar derrocar al Gobierno, motivos que suicidamente el establishment apoyaba. Si triunfaba el Putsch, nadie lloraría por el gobierno depuesto. La República no sólo era débil, sino que aparentaba serlo, lo cual es peor o más peligroso que lo primero. Una Nación indiferente ante el Estado, y un Estado indiferente ante la Nación, era la combinación perfecta para que oportunistas, conspiradores de oficio y otros truhanes de la fauna política habitual salieran a la palestra y intentaran tomar -por la fuerza- lo que no les correspondía.
Afortunadamente, la ineptitud de los lideres Golpistas no paso desapercibida por un grupo reducido, realmente reducido, pero leal a la Constitución y las Leyes, quienes lograron reducir y parar en seco la intentona. El Ejercito, la Policía y ciertos Partidos Políticos se negaron a cooperar con el Golpe. Puede que realmente lo apoyaran de Fondo, pero tal fue la Forma, que su propia supervivencia a corto plazo podría verse afectada si triunfase.
Después de unos cuantos litros de sangre derramada, por ambos lados y por civiles inocentes, los Golpistas se rinden, son arrestados y Juzgados. Fueron condenados a penas irrisorias, de las cuales cumplieron un tiempo mucho más irrisorio; pero ya estaban decididos, el Poder lo tomarían tarde o temprano. Un par de años después, lo lograron por medios democráticos, o aparentemente democráticos.
Esta es, en parte, la historia del Golpe o Putsch de la Cervecería de 1923, primer intento de Hitler y sus Nacional Socialistas por hacerse del Gobierno, y cualquier parecido con hechos recientes, es pura coincidencia.