Cuando leo cosas como esta:
«Artículo 331. Los ascensos militares se obtienen por mérito, escalafón y plaza vacante. Son competencia exclusiva de la Fuerza Armada Nacional y estarán regulados por la ley respectiva.”
(Constitucion de la Republica Bolivariana de Venezuela)
Y luego veo videos como este:
Me doy cuenta de que Pedro Carmona Estanga nunca dejó el poder en abril del 2002. En la jugada política más osada en la historia de la humanidad desde El prisionero de Zenda, Pedro Carmona se ha hecho una operación quirúrgica secreta para cambiarse el rostro, inyectarse ingentes cantidades de grasa en la zona abdominal y modificar su voz para semejarse al exPresidente Chávez.
¿No se han dado cuenta de que la verruga está del otro lado de la cara de Chávez desde el 13 de abril de 2002?
¿No se han dado cuenta de que el decreto de Carmona nunca fue abrogado?
Saben, aquel decreto dictatorial que todos rechazamos, que decía cosas como:
Artículo 7°: «El Presidente de la República en Consejo de Ministros podrá renovar y designar transitoriamente a los titulares de los poderes públicos, nacionales, estadales y municipales para asegurar la institucionalidad democrática y el adecuado funcionamiento del Estado de Derecho; así como a los representantes de Venezuela ante los parlamentos Andino y Latinoamericano».
¿Ah, Jackie Farías?
¿Ah, sicofantes extraordinarios del TSJ?
¡Qué dice el CNE, en la casa: levanten la mano y digan «yow»!
¿No han prestado atención a las letras pequeñas que desfilan por la pantalla del televisor durante el Aló, Presidente, cuando Chávez decreta algo? ¿Saben, esas letras pequeñas que dicen: «Artículo 10°: Se mantiene en plena vigencia el ordenamiento jurídico en cuanto no colinda con el presente decreto»?
Sucede que no somos pacientes y tendemos a apagar el televisor antes de llegar al final del programa o dejar que Chávez termine de esbozar esas ideas importantísimas para la nación. Después de que Jabba the Hutt desaparece y se lleva a su princesa Lea encadenada (les dejo la sección de comentarios para hipotetizar sobre quién es dicha princesa), presten atención. Verán aparecer al abogado Luis Britto García, quien recita, «Se mantiene en plena vigencia el ordenamiento jurídico en cuanto no colinda con el presente decreto», antes de perderse para intentar escribir otro guión de cine incomprensible y batir su propio récord de anti-audiencia de «Zamora» (para hacerle justicia a LuisBri, si contamos los espectadores en pares de ojos, llegan casi a 16 mil. Toda una proeza).
Esto ha sido un Gattacazo, señores. Un Wag the dog finamente calculado. Pero se te cayó la máscara. Vamos, Carmona, te tenemos pillado, viejo. Arráncate la cara como en un episodio de Misión Imposible (o Scooby Doo, cada quien sus preferencias), y ríete de nosotros a calzón quitado.
Sí, perdimos. Está bien. No vamos a llegar a los penalties. No hay tiempo extra.
Alea jacta est.
QEPD.