La ley contra internet llegó para secuestrar el espíritu de la navidad.Pero será papel mojado después de todo.No tiene futuro.
Además es ridícula,moralista,políticamente correcta y paranoica.Se justifica por un conjunto de sofismas trasnochados derivados de la escuela retropogresista de la izquierda hipócrita de América Latina,fundamentada en teorías anacrónicas de la comunicación social.
Nos quiere dividir,nos quiere poner a pelear entre nosotros,nos quiere descalificar de antemano.
La ley contra internet es un refrito.No es nueva,no aporta,no construye.Parte de un prejuicio y busca sembrar un clima de desconfianza.
¿Desde cuándo internet es una madriguera de magnicidas,racistas,terroristas y xenofóbicos?Cada ladrón juzga por su condición.
En paralelo,Mario Silva y los chicos de Zurda Konducta seguirán teniendo carta blanca para insultar y satanizar en vivo y directo.De tal modo,funciona el doble rasero de la nueva inquisición.
La ley contra internet sacrificará a varios chivos expiatorios,como medida ejemplar.Así comenzará la primera cacería de brujas 2.0 en Venezuela.
La ley contra internet es desproporcionadamente punitiva,cual fiscal matraquero con licencia para multar.
Por tanto,a la larga,se aplicará para subsidiar la deuda del fisco y la propaganda del estado,para las próximas elecciones.Vaya paradoja.
Para rematar,la ley contra internet la escribieron personas ajenas a la red,sin conocimiento real de su funcionamiento.Por ello fracasarán.Pero en el camino,ganarán mucha plata.
¿Y quién vigila a los vigilantes?Se pagarán y se darán los vueltos.Ergo,es caldo de cultivo para la corrupción.
De momento,es otro pote de humo.Desvía la atención de los problemas importantes de la agenda.
En realidad,tendrá un efecto boomerang sobre la desgastada imagen del Presidente, a quien le gusta jugar con fuego para quemarse en la hoguera de la polarización.
Ser el centro de la diatriba es su principal objetivo.
El tiempo dirá cuál respuesta se merece.
Por lo pronto,reivindicamos la resistencia ideológica como forma de lucha.
Bienvenidos a la batalla por la emancipación del pensamiento.