Curioseando en Noticiero Digital, leo una declaración de Gabriela Montero, a propósito de su más reciente disco:
Grabo albums porque quiero compartir la creatividad, mundo emocional y souvenirs personales míos y de otros a través del sonido. Creo que todo lo que hacemos y decimos es un testamento de quienes somos. Una huella digital. Una declaración. Usualmente, el muy conocido logo de EMI es rojo y blanco. Notarán que en este album, el logo de EMI es blanco y negro. Decidí excluir el color rojo en SOLATINO, a excepción de la letra ‘O’, porque en Venezuela, el color rojo ha sido robado de su apasionada belleza y poder, y es ahora asociado a la represión, la furia y el control. También notarán que el título tiene los colores amarillo, azul y rojo. Estos son los colores de la bandera venezolana. El rojo es el último color de mi bandera y, coincidentalmente, ‘O’ es mi tipo de sangre. Encuentro este simbolismo muy hermoso. Todos compartimos la misma fuente de vida: la sangre. Son las células rojas de la sangre las que llevan el oxígeno por nuestros cuerpos. Sin ellas, perecemos. Con el balance adecuado, prosperamos. Me gustaría que esta ‘O’estuviese coloreada por un matiz pacífico de rojo. El rojo que nos pertenece a todos. El rojo que es hermoso en su intensidad, y no hiriente en su agarre. El rojo que pertenece a este mundo y no el que nos separa y extingue. No hay espacio para el tipo equivocado de rojo, y escojo removerlo de este album. Esta es mi declaración.
Gabriela Montero
El debate en ese foro (todavía no ha degenerado en la habitual orgía de insultos) gira en torno a la idea de la supuesta neutralidad política que deben tener deportistas y entertainers. Mi pregunta es ¿deben abstenerse esas figuras públicas de expresar su opinión?
Todavía recuerdo la que se armó cuando publicamos aquella nota sobre Dudamel.