Tocas un problema medular,Ramiro,de nuestra época,de nuestro contexto.Y me tomo la molestia de responderte,sin tener vela en el entierro.Tu postura ha sido estudiada por docenas de teóricos de la posmodernidad.Para Zizek es parte de un fetichismo ideológico,tendiente a la resignación.Su moraleja es idéntica a la tuya:nada se puede criticar desde su contexto,porque así es la vida y san se acabo.Mentira.Una falacia del pensamiento.
Ramiro,claramente no se trata de establecer un análisis personalista o ad hominem.Los tiros de JM Silva no van por ahí.Por tanto,su lectura me resulta válida.Naturalmente,se puede discutir como todo.Pero es válida,estimado.
Luego,otro autor contemporáneo,Eloy Fernádez Porta,califica tu posición como ejemplo de la ideología condescendiente del Homo Sampler en la «era del Afterpop».Me explico.
La Vida Boheme es una banda residual,fruto de una época de autoconsumo y autofagia de la cultura.Lleva adentro la semilla de su propia destrucción.Sin embargo,es recuperada como ícono divino por una generación acrítica de consumidores del llamado «trash deluxe».El kistch inherente a toda nuestra movida musical.
Fernádez Porta define al «trash deluxe» de la siguiente forma:»basura elevada al rango de verdad absoluta por medio de un envoltorio que recubre la escoria y le confiere una pátina pop».
Después el status la cosifica y la convierte en un objeto de adoración para las generaciones de relevo.Pero sigue siendo algo así como opio para las masas supuestamente alternativas.Aunque el sentimiento haya muerto,el grupo continúa explotándolo y sacándole provecho como en una autopsia sin fin.Así es el rock en Venezuela y el mundo,te guste o no.En palabras de Fernández Porta:»no sólo reina el trash,sino que la cultura misma ha desaparecido y sólo quedan sus pecios:los restos del naufragio».
En dicho entorno,hasta la crítica parece condenada a formar parte del mismo círculo vicioso.Por ende,a veces resulta favorable marcar distancia en lugar de seguir alimentando a los trolles de la internacional del spam musical.
En cualquier caso,asumo las contradicciones y las consecuencias de participar en tu debate de sordos,Ramiro.
Sólo puedo compartir y apoyar la tesis de J.M. Silva,porque la encuentro menos dogmática y más abierta a la interpretación monolítica de las mentadas escrituras sagradas de «La Vida Bohemen»,cuyo catecismo no puede ser cuestionado,so pena de ser excolmugado por ustedes en una suerte de inquisición oligofrénica de argumentos trillados y consignas vacías.
Vaya resistencia de papel lustrillo,endeble al cuestionamiento y preocupada únicamente por conseguir mayor cantidad de adeptos.
En el fondo,la teología de «la Vida Boheme» no brinda armas para la liberación.
Nos mantiene encadenados al ámbito del mercadeo de lo cool.
Antes fue undegrorund.
Ahora especula con el tiempo y el espacio en beneficio de los dueños del show bussines,a través de la radio capital,la rosca mediática,Festival de Nuevas Bandas y el negocio de la contracultura.
Bienvenidos al mainstream.
El Réquiem por su sueño.
Perfecto producto para llenar el hueco y el abismo dejado por la censura y la represión del gobierno.
Yo conozco la radio,el sistema y el circuito.
«La Vida Boheme» se hace famosa gracias al aislamiento de la realidad local.
Irónicamente,su gasolina indirecta es la ley resorte.
Como «Los Amigos Invisibles»,entran y salen del país con fines estrictamente comerciales.Venezuela es su eterno «Plan B» o su beca para vivir en el exterior.Aquí los subsidiamos porque somos buenos.
Estética y conceptualmente son un refrito.
Repiten un modelo agotado en el extranjero y lo revenden en Caracas como la novedad del momento.
Es nuestra eterno desfase neocolonial de provincia bananera.
Ojalá no se crucen de brazos o se conformen con el éxito pasajero de sus primeros quince minutos de fama.
Les toca madurar,evolucionar y romper con sus moldes prefabricados.
Pero soy escéptico.
No le veo futuro a su juego de tempera de colores.
Por lo pronto,es una pintura ingenua y naiff,de baja definición,instrumentalizada por el enemigo.
Especie de marco impresionista exaltado para encubrir nuestra pobreza,nuestra miseria y nuestra depresión.
La verdad criolla es el desierto.
Nuestra falta de humildad,de conciencia.
Nuestra desmemoria.
Nuestro talón de Aquiles.
Nuestra decepción.
Para mí, tanto la respuesta del señor Ramiro como toda la lógica del foro, parecen ser un diagnóstico de inmenso valor sobre el pasticho conceptual en el que está sumida Venezuela. La imposibilidad de trazar un vínculo entre la acción-discurso (Aristóteles) y la Praxis, es alarmante.
Es decir, la defensa de la banda, en todos los casos, va orientada a excusar, o aducir aires de ligereza, a la «propuesta conceptual». Esto significa que en Venezuela es imposible ver el nexo entre alguien que preconiza la «resistencia», hable de «ejércitos» y utilice los mismos medios que «el sistema» propone para tratar de revolucionarlo. La respuesta parece ser, «Vinz, te lo tomas muy en serio. Se trata de saltar y bailar».
¿Postmodernismo del siglo XXI? O sea, Ramiro pretende que evaluemos una «obra» de arte -cualquier obra, no importa su fin-, *solamente* haciendo referencia a sus valores estéticos y técnicos. Es decir, La Guernica no tiene nada que ver con Franco. Siqueiros y Rivera era unos bobos, sólo valen sus trazos.
Esto es digno de subrayar, ya que demuestra cuán cooptada está la propuesta musical-rock en Venezuela, incapaz de sorprender (por eso reivindico a los rapperos, pero ese es otro problema). Rock domesticado. El señor Ramiro va a un concierto de Rage Against the Machine, y le sabe a mierda el rap de Zach de la Rocha o la quemadera de banderas gringas. El está allí por el solo de guitarra…
Esta postmodernidad, de corredor de bolsa en un loft de New York cantando, «fuck you, i won’t do what you told me», es la prueba empírica de la pérdida del discurso musical como valor subversivo.
Saludos
Estoy de acuerdo,Krisis.Ya veremos si Ramiro responde.Como tu dices,imposible desligar el arte de su contexto de origen.
Un abrazo.
Increíble, Sergio.
Supongo que simpre será un tema: el arte y su contexto, sus limitaciones ideológicas, sus pretenciones y como estas suelen fracasar. Y al mismo tiempo, admitiendo esto, como, en vez de recurrir a la resignación de Ramiro, se puede hacer algo diferente y auténtico.
Dentro de todo, creo que la discusión sobre LVB ha servido, al menos, para admitir las gigantescas limitaciones de la movida venezolana, y eso es positivo.
Tremendo texto pana.
El tuyo es el tremendo por despertar una discusión tan buena.
Un fuerte abrazo!
vaya vaya, yo como que tambien me voy a meter chico… y si alguien que no tiene vela en el entierro soy yo…
a mi la vida boheme me gusta, porque hay que estar claros para lo que hay en la radio de bandas nacionales, ahorita suena un tema de atkinson llamado el rey de la gasolina que es el propio cover balurdo de the clash, por lo menos tienen algo mas de pegada…
el problema para mi no tanto es la vida boheme, que si bien es un compendio de un poco de vainas que uno ya ha visto por lo menos se buscaron cosas no tan evidentes, el peo es mas que todo el grueso de sus seguidores, para no generalizar, que en particular son gente joven mas pendiente de vivir el presente que otra cosa… uno debe recordar ese movimiento fino de las riot girls que un listillo los vio y saco las spice girls, sencillamente jodiendo todo, tu sabes quieres joder una «revolucion» pues ponla de moda y listo
así que se unen a la resistance no porque creen en los conceptos que plantean, sino sencillamente porque es cool y esta de moda, ahi por lo menos debo decir que prefiero a la vida boheme en alta rotacion que esos idiotas que hace liricas inentendibles en idioma de ritmo urbano, que de urbano no tiene un soberano carajo. porque por lo menos uno oye algo mas o menos diferente…
igual hay que darle el voto de la duda, con el siguiente disco y que se vienen en directo, además de que hace su resistance con los concpetos que maneja la vida boheme, si no se hace nada, pues todo queda como si nada y como dice sergio solo sera un publico que le gusta jugar con tempera como carajitos de kinder…
saludos men me entretuvo el articulo…
Verga… ustedes son una parranda de chapatines, concursando por el uso de las palabras más rimbombantes y las referencias más obscuras que sus buscadores permitan. Filósofos de cafetín 2.0.
Entiéndanlo: por medio de términos rebuscados NO se llega a poseer la verdad y mucho menos credibilidad.
Todos los posts en este panfleto parten del principio que la verdad y el control de calidad pasa por sus autores, y la verdad es que me gustaría saber, ¿qué coño se creen que son? ¿quién se murió y los nombró los reyes de las etiquetas, los géneros, etc..? ¿por qué habrían de creer que son referencia del cine, la literatura, la música, etc..? ¿quién coño se creen para decir qué es trascendente y qué no? ¿De dónde se graduaron? ¿dónde estudian? ¿Qué comieron de pequeños? ¿Dónde se compra eso?
Tenía AÑOS que no leía basura tan arrogante y pretensiosa como esta, y yo leía MIERDA.
Párense del cafetín, lean más y escriban menos.
César Elster.
Elster, como incluyes a cualquier persona que ha publicado en panfletonegro, voy a caer en la tentación de responderte.
Primero tu ‘argumento’ es lo más repetido y aburrido que existe. Sacar -cuando conviene- el relativismo del todo vale que tiene la función de neutralizar cualquier acto o critica, hacer puro ruido pero sin responder a nada. Aquí eso no funciona muy bien, y tampoco vas a poder borrar lo que te incomoda como hacen en el facebook de la banda.
Segundo, cuales referencias oscuras o rebuscadas? No creo que sea culpa del autor que no leas algo mas allá de quizás Rousseau y Montesquieu. En este caso tu consejo de mandarnos a leer más si queda muy arrogante.
Pero te quedo lindo el berrinche gordo, aunque solo le das mucha más la razón al autor, con esa ‘resistance’ que no puede mantener el mínimo debate y con puros ‘argumentos’ vacíos o ad hominem.
Muy ‘horizontal’ y ‘participativa’ tu actitud.
Wow… el señorito Cesar Elster no aguanta la crítica. Debería cambiar de oficio entonces o, si no concibe la vida haciendo otra cosa, debería desarrollar una piel más dura. El destino de los personajes públicos (y entiendo que LVB y su entorno lo son) es justamente estar a la vista del público y eso implica hacerle frente a cualquier cantidad de opiniones.
Queridísimo Sergio, agradezco que te hayas tomado la molestia de responder a mis observaciones. Voy a intentar responderte, pero primero desearía señalar unas cuantas cosas al amigo Cesar Elster, que creo es uno de los integrantes de LVB.
Cesar, ¿Chapatines?, sin duda, pero no menos que tú, que también lees lo que aquí se comenta e incluso, como evidencia tú última intervención, pareces tomártelo más en serio de lo que estarías dispuesto a admitir. Nadie en este debate, creo, tiene la ridícula pretención de «poseer la verdad por medio de términos rebuscados». Nadie medianamente sensato pretende algo tan estúpido. Ésa es, en el mejor de los casos, una pobre opinión de lo que aquí se discute. Lo único rimbombante en este debate son los chapoteos de la calle Barcelona (una buena canción, por cierto). Si no quieres tomarte la molestia de intentar comprender lo que varios intentamos exponer por este medio -porque quisiera pensar que lo tuyo es negligencia y no incapacidad-, está bien, nadie te lo exige. Lo que sí debo exigirte es que no entorpezcas el curso de la discución intentando desligitamar el valor de la misma, y menos con cosas como: «Entiéndanlo: por medio de términos rebuscados NO se llega a poseer la verdad y mucho menos credibilidad»
¿De qué estás hablando, broder?
En este Panfleto nadie es nada, sólo habemos opinadores, habladores de mariqueras, chapatines y pobres diablos. Si a tí lo que te interesa es saber dónde se graduó cada quién y quién es qué para admitir la validez de sus opiniones, estás en el lugar equivocado, querido.
Besos, y suerte con la banda.
Ahora sí, Sergio, voy a intentar defender mi postura.
Dices que los análisis de los artículos de Jonh Manuel no tenían la intención de ser personalistas o ad hominen. Pues en eso difiero. Una de las cosas que trajo a colación el primer artículo de JMS fue un incidente en Maracay, donde la banda supuestamente defraudó al público, y otro en Barquisimeto, donde las entradas fueron carísimas. Sobre esos hechos, JMS dice:
«Y todo eso lo digo porque hay una contradicción evidente entre una banda que se vende como alternativa y de protesta, pero en no pocas ocasiones se comporta como U2.»
Este párrafo muestra claramente la intención de JMS: hacer manifiesta la contradicción entre la forma de comportarse de la banda y su discurso o performance en tarima o concepto o como queramos llamarle al producto del trabajo artístico de LVB. Pero que la banda haga o no haga tal cosa, que sus integrantes viajen al extrajero y nos tengan como su plan B, que Cesar Elster trafique con organos de niños vietnamitas, etc, eso no resta mérito a la música que hacen, ni al concepto que intentan vendernos. Por eso creo que el primer artículo de JMS tiene precisamente la forma de un ad hominen.
Ahora bien, no es lo mismo desligitimar el producto creativo de la banda criticando las actitudes de sus músicos, a hablar del producto mismo ¿Qué es «la resistencia» y qué se propone? ¿Es la música de LVB un refrito de otras cosas? Esas ya son preguntas más interesantes. Por eso, querido Krisis, yo no pretendo que evaluemos la obra de arte como algo independiente de su contexto, apelando sólo a los valores técnicos o estilísticos. Si eso fue lo que dí a entender, pues lo corrijo. Lo que yo pretendo es hacer ver que no se puede valorar el producto creativo de LVB basándose en las actitudes de sus músicos. Esa estrategia de valoración se la dejamos a los diputados de la asamblea nacional y a los curas, a los guardianes de las leyes y la moral. De LVB a mí no me interesa si Henry Hartenosequepeo cura las yagas de jóvenes leprosos en la India; de la LVB me interesa lo que dicen en tarima, como suenan, y lo que significan en el panorama musical venezolano, o sea, en el contexto.
Una vez aclarado este punto (verga, ya empiezo a fatigarme), podemos discutir en términos valorativos más adecuados. Rock domesticado, dice el buen Krisis. Y yo estoy de acuerdo, por eso decía que: es un drama ver cómo todo lo que intenta destruir a la máquina es absorvido por ésta y convertido en producto que la alimenta; más aún: todo lo que intenta destruir a la máquina necesita de la máquina para poder destruirla. De esta afirmación parece desprenderse que yo profeso cierta actitud conformista respecto al estado acutal de cosas, y que parece que mi postura es del tipo: “Vinz, te lo tomas muy en serio. Se trata de saltar y bailar”. No, Krisis, no estoy conforme; si lo estuviera, no me molestaría en escribir estas líneas.
Señalar la dramática paradoja inherente (Cesar, si «inherente» te parece una palabra rebuscada, aquí te dejo un link de la RAE http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=inherente) al sistema y a la condición humana actual no creo que sea una actitud facilista ni escéptica. Escéptico es Sergio.
Yo creo en el rock, creo en LVB y su resistence, aunque estoy claro en que, como dice JMS, no sirve para derrocar poderes; aunque sé que sus juegos con témpera no llevarán a nada, no cambiarán nada, y, como todo en este país y en este mundo, desaparecerá sin dejar rastro. Por eso, Sergio, no creo que la propuesta de LVB esté vacía. La resistence está llena, llena de estúpidas espectativas de un mejor país, de un mejor futuro. Y eso, aunque artifical, está allí. Porque, al fin al cabo, ¿qué es el arte sino una mentira que disfrutamos creer? Pues eso representa para mí LVB, la música, la literatura, el cine: una mentira.
«La verdad criolla es el desierto», dices. Cierto, ésa es la verdad, Sergio. Pero la mentira es la que nos mantiene de pie.
La realidad ya la conocemos, y es horrible; de lo que se trata es de la mentira, Sergio, de la mentira…
«Lo que yo pretendo es hacer ver que no se puede valorar el producto creativo de LVB basándose en las actitudes de sus músicos» ; Y dónde rayos leíste tú lo contrario? Acá, desde el principio, ha habido consenso en torno a la calidad técnica y musical de LVB. Joder, si PanfletoNegro es de los pocos sitios que colocó su disco como uno de los mejores del 2010.
Lo que se cuestiona es la contradicción entre la supuesta “ideología” o “propuesta” detrás de las imágenes que avanza la banda (y que mientras más aparecen para comentar, más parece que no tienen la más remota idea de lo que están diciendo) y sus acciones.
Entiendo tu lectura según la cual todo es brincar y jodedera, bañarse en pintura como franelas mojadas y no parar bolas. Ya expresé que no estoy nada de acuerdo y que me parece reductor ir a un concierto de Bob Marley en los ’70 a fumar porros y pasarla bien, sin pararle la más mínima bola a lo que el tipo dice. O afirmar que el disco colectivo sacado para protestar contra la guerra de Irak, era sólo para sentirse bien y bailar, sin otra idea detrás.
En fin, como eterno nostálgico que soy, pensé que LVB iba por allí y que pretendían plantear algo.
Admito entonces que el que tiene razón eres tú, no son más que niños jugando con pintura, esperando pasarla bien y ser jurado del Nuevas Bandas en el futuro.
En ese caso, los slogans contestatarios están de más: simplemente cójanse a todas las groupies que puedan y vivan la vida reaguettón, porque de “bohème” no parecen tener mucho.
Saludos a todos, me retiro del foro.
Paz.