Las decisiones se toman por presión, más nada. La existencia en las calles de millones de personas protestando es irrelevante, hasta cierto punto. Sólo si la presión indica certeramente, que a los verdaderos poderes (político-económicos) se les dificultaría, a corto y mediano plazo, seguir beneficiándose, es que ocurren lo cambios. Los cambios verdaderos. El resto es paja loca y de película de Hollywood, donde nunca falta algún bobalicón que se pare aplaudiendo lentamente, mientras otros lo siguen. (Nota: Papel perfecto para uno que otro de la MUD(a))
El sing-a-long clásico “El pueblo unido, jamás será vencido!” es digno de un kareoke. Pero el “Pueblo -verdaderamente- Arrecho”, sin nada que perder y sin sus Uni-Cejas y Rosales (Te lo Pedimos, Señor!) sin duda alguna es factor de presión importante. No un factor de presión contra Gobierno alguno, sino un factor para que el eterno Military-Industrial-Complex (Eisenhower dixit) actúe en pro de su propia supervivencia, valga la redundancia.
En Egipto, mucha gente resteada y molesta en las calles permanentemente, ejerció una gran presión sobre el “verdadero” Poder, en este caso, los Militares (Si, con mayúsculas -contrario a unos que andan por allí-) y los poderes económicos (Bancos, Industrias, etc); que, como siempre, andan en la misma cama con el resto de los Poderes. Las Fuerzas Vivas detrás de las Fuerzas Vivas. Donde todos se conocen y pagan y reciben el vuelto, ya que al final, todo va al mismo pote.
El factor Twitter y Facebook fue enorme, casi indispensable, tanto para la organización interna de la protesta, como para la internacionalización inmediata y mediática de la “revolución” y los intentos del status quo, para mantenerse eternamente en el Poder; cosa que al final, no pudo. Ante los Medios, unos quedaron como héroes (los ciudadanos egipcios), otros como villanos (Mubarak) y el Ejercito Egipcio como garante de la transición (Ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario). Unos ven el futuro la próxima “Iranización” del país, mientras otros ya ven una República “a-la-francesa” en Egipto. Y en Venezuela, a muchos, los que les da es Envidia.
Una lección de Historia, de Política, de buen y mal manejo de las circunstancias, nos ha dejado Egipto y sus Fuerzas Vivas. Lección, que para nada sirve en esta Dimensión Desconocida, que es Venezuela, por más que uno u otro bando lo desearía.
Venezuela no es Egipto, y Medio Oriente no es Latinoamérica.