En 1991 la policía de Sao Paolo ya había acusado a este “Santo Depravado” de abuso de menores, por lo cual la iglesia católica lo había traslado cuatro veces a diferentes parroquias de distintas ciudades y en cada una de ellas siguió con su gusto sexual hacia los niños. El Obispó que finalmente lo envió a Anàpolis, sabia de todo lo que se le acusaba al Padre Tarcisio pero alego que pensaba que el mismo ya se había curado por lo cual no vio ningún problema en dejarlo ejercer su santa labor cerca de los niños. Este gran hombre y eminente teólogo, también se consideraba así mismo escritor por lo cual uno de sus pasatiempos favoritos era el de llevar un recuentro manuscrito de sus fechorías, es decir un diario. Este diario se convirtió en algo así como un “Manual Para Curas Pedófilos” O simplemente un “Manual Para Pedófilos”, en el mismo se describe como persuadir a los niños: “Presentarse siempre como el que manda. Ser cariñoso. Nunca hacer preguntas, pero tener certezas. Conseguir chicos que no tengan padre y que sean pobres. Jamás involucrarse con niños ricos”. Tarcísio estaba seguro de sus prácticas, en varias de las líneas de su diario se leen frases que seguramente servían a manera de afirmación: “Me preparo para salir de caza con la certeza de que tengo a mi alcance a todos los garotos (chicos) que me plazca.” O esta otra: “Soy un seductor seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos.” Finalmente este depravado recibió 15 años de cárcel (condena que desde mi punto de vista fue poca). Esto podría parecer un caso aislado, un hecho por el cual la iglesia católica no tendría la culpa de lo ocurrido; pero por el contrario buena parte de la culpa reside directamente en sus principales representantes. Una verdadera epidemia de sotanas lujuriosas invadió a Brasil y el escándalo exploto. Poco después de asumir el poder, el Papa Benedicto XVI envió una comisión especial para que investigara las acusaciones de abuso sexual que se multiplicaban y según la revista brasilera ISTOÉ, los enviados papales se encontraron con una decena de sacerdotes condenados por abuso sexual, 40 fugitivos y unos 200 mandados por la iglesia de Brasil a clínicas psicológicas para ser “re educados”
Entre los casos que se encontraron los “Enviados” figuraban:
-El caso del Padre Edson Ives, párroco de la zona agrícola de Alexia en el estado de Goiás. El cura tomaba a sus víctimas entre los huérfanos del hospicio de la parroquia del Inmaculado Corazón de María, donde dictaba clases de catecismo. Nunca toco a los hijos de las familias adineradas ya que sabía que era peligroso exponerse tanto.
– Otros religiosos que quizás se inspiraban en el evangelio de Tarcisio, además de escribir exploraban otros artes como la cinematografía. Felix Barbosa, de 43 años, fue encontrado mientras realizaba una orgía con mucha droga y sexo junto a cuatro adolescentes que había contactado a través de internet. El sacerdote utilizo dos cámaras de videos para grabar su encuentro, una la coloco sobre el televisor y otra sobre un mueble del motel. Además de Director de Cine Amateur, también escribía relatos eróticos basados en sus propias experiencias. Al momento de su detención gritaba con todas sus fuerzas que como el habían otros 12 curas que tenían su misma debilidad.
– Tras la fachada de un centro de alfabetización, el padre Celso Morais regentaba un prostíbulo lleno de menores para que sus “Hermanos de Fe” se relajaran. Dentro de las pruebas que se encontraron en el lugar figuraban las memorias del cura que fueron marcadas como documentos clasificados por la justicia brasilera debido a lo escabrosas de las mismas.
-Alfieri Bompani, de 45 años, preso por abusar de niños de entre seis y diez años en un centro destinado a ayudas sociales también se las daba de escritor. Llevaba un diario de sus actuaciones y grababa en video los abusos sexuales que cometía. Además, estaba terminando un libro de cuentos eróticos basados en sus aventuras pedófilas, las mismas que destrozaron la vida de muchos de los que se acercaron a él en busca de ayuda.
ISTOÉ asegura que para la época del escándalo habían 1.700 curas —el 10 por ciento de los que llevan sotana en ese país— que estaban siendo investigados por abusar de niños y adolescentes.
Claro está que este escándalo no pertenece solamente al gigante del sur, las diócesis católicas de España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Polonia, Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, México, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, Argentina, Chile también se llevan su gran parte, pero como siempre la iglesia minimiza y esconde tan atroz problema.
Un sacerdote de la ciudad francesa de Bensançon llamado Bruno Kieffer, de 57 años, enseñaba el catecismo desnudo y visiblemente excitado; los niños declararon que el sacerdote se paseaba frente a ellos y les obligaba a tocar sus órganos sexuales. Este pervertido fue condenado a cuatro años de cárcel (¿?) de los cuales uno es de cumplimiento obligatorio en prisión, es decir los otros tres podrían ser domiciliarios (supongo)
La Santa Sede no pudo seguir ocultando los crímenes de los cuales ellos tenían total conocimiento, en un mundo que cada día se globaliza mas y que con solo un click se llega a millones de personas, el vaticano movilizo a sus Santos Sicarios, esos mismos que matan la verdad en nombre del prestigio de tan sagrada institución. Los trapos sucios que tanto guardaban en las paredes de las iglesias, ahora se ventilan a nivel mundial. A pesar de los miles de casos de pedofilia que se han comprobado por parte de representantes de la iglesia católica donde en muchos casos hasta los propios sacerdotes se confiesan autores del hecho, el Vaticano siempre hará lo que por siglos ha hecho: “Tratar de tapar todo”, ese siempre es el primer reflejo del alto mando religioso. Luego utilizaran la segunda pero no menos poderosa estrategia: atacar a los grupos minoritarios que atenten contra sus doctrinas, en este caso sus favoritos son los miembros de colectivo “Gay”, de esta manera desvían por completo la atención de los crímenes cometidos por los sacerdotes, o mejor aun para sus intereses, harán ver que hay una clara relación entre ambos hechos, es decir la culpa es de aquellos homosexuales que entraron bajo engaño a formarse como religiosos para luego con sus acciones manchar el nombre de la Santísima Iglesia Católica.
No hay ninguna política de ayuda a las victimas ni mucho menos a las personas que intentan ayudarlas, pero si una política no escrita para mentir sobre la existencia del problema. Al sacerdote que cometa el delito, solo se le traslada de un lugar a otro de manera discreta. Es claro el total desprecio por las victimas a las cuales ni siquiera se les presta un apoyo psicológico.
Juan Pablo II una vez dijo: “La gente necesita saber, que no hay lugar en el sacerdocio y la vida religiosa para aquellos que perjudican a los pequeños” sin embargo el padre Joseph Henn, un prófugo acusado de abuso de menores, vive plácidamente en la sede mundial de la Orden Salvatoriana. Desde el patio de la azotea puede apreciar la imponente Basílica de San Pedro. En la época de los 90, la diócesis hizo un pago de manera confidencial a uno de los acusadores para que guardara silencio, esto es señalado en los expedientes del caso. Si se camina un poco más hacia el norte, en un vecindario muy agradable, podrán encontrar a el Reverendo Barry Bossa, ex convicto y ahora prófugo. Ayudado por sus superiores, abandono los Estados Unidos cuando sus fechorías comenzaron a ser conocidas. Como ellos seis sacerdotes estadounidenses prófugos, tienen total refugio en el corazón del catolicismo, en el país que se supone es la brújula moral de la iglesia católica.
El 3 de octubre de 1992 Sinèad O´Connor apareció en Saturday Night Live como invitada musical. Ella cantó a capela la canción “War” de Bob Marley. Sinéad modifico la palabra “racism” (racismo) por “child abuse” (Abuso de Menores) en protesta por las acusaciones de abuso sexual a menores por parte de varios sacerdotes de la Iglesia Católica. Lo que sucedió después fue increíble. Al momento de pronunciar la palabra “Evil” (maldad) saco una foto del Papa Juan Pablo II, acto seguido y frente a las cámaras la rompió en pedazos. Antes de dejar el escenario declaro: “Fight The Real Enemy”(Lucha contra el verdadero enemigo). La audiencia quedo muda. De inmediato la polémica le estallo en la cara y por este acto de rebeldía y honestidad, pago un alto precio pues su carrera jamás se recupero de las consecuencias de este acción. Estoy casi seguro que si hoy, Sinéad O´Connor se volviera a presentar en el mismo show y destrozara en pedazos la foto de Benedicto XVI, la audiencia se levantaría y la aplaudirían a más no poder.
El único hombre que tiene el poder de cambiar este rumbo pervertido en la iglesia católica esJoseph Alois Ratzinger el actual papa; tal solo con cambiar la política de total hermetismo hacia una política de total colaboración con las autoridades civiles mundiales, levantando todas las barreras a los procesos legales, con darle absoluto aislamiento y exclusión a cualquier clérigo convicto, manejando siempre la franqueza y transparencia acerca del delito, y sobre todo pensando en el bien de las víctimas, los fieles que al final de todo son los que hacen de la Iglesia Católica, una de las religiones más adineradas del mundo. Benedicto, si al menos no piensas en ellos como víctimas, piensa en ellos como tus clientes mas preciados!!!