Si los pronósticos no fallan,la noche del 27 de febrero promete pocas sorpresas. Por lo visto, nadie podrá arrebatarle los premios a Colin Firth(actor), Natalie Portman(actriz), Christian Bale(mejor secundario),Melissa Leo(mejor secundaria), Aaron Benjamin Sorkin(guión adaptado), David Seidler(guión original),“Toy Story 3”(animación), Trent Reznor(música original), David Fincher(dirección) y “The King’s Speech”(película del año).
Por ende,sería la consumación del sueño de los apostadores de las Vegas, así como la nueva reivindicación del antiguo patrón de las películas independientes al estilo Miramax.
No en balde, de confirmarse los secretos a voces y los rumores de pasillo,los Hermanos Weinstein serían los auténticos vencedores de la competencia.De tal modo, cerrarían un ciclo con broche de oro y volverían a callarle la boca a sus innumerables opositores.
Recuerden, los “brothers” figuran por detrás de “The Fighter” y “El Discurso del Rey”,cuyos guiones son idénticos en el fondo de sus respectivos metrajes de redención y resurrección de las cenizas.
Pero también la academia de Hollywood no perderá la oportunidad para reconciliarse con otras fuentes de poder.Así por igual, veremos a Mark Zuckerberg y a Facebook obtener un triunfo diferido a través de la consagración de sus revisionistas e intérpretes.Todos ellos críticos con la “Red Social”,para mayor paradoja. Por defecto, se tratará del único reconocimiento y espacio a conceder al terreno del enemigo 2.0,el gran fantasma de la meca en el tercer milenio.
Por ello mismo, la victoria del alternativo Banksy luce cada vez más cuesta arriba, a pesar del ánimo de optimismo de sus apóstoles digitales,legión en Twitter,Youtube y compañía. Aunque aquí puede suceder cualquier cosa, la categoría documental se definirá en un final de fotografía entre “Inside Job”, “Exit through the Gift Shop”, “Gasland” y “Waste Land”.De lejos,nos encontramos ante la nominación más problemática del año para los gustos rancios de los celadores de la pureza de la estatuilla,quienes en el 2011 se dejaron de correcciones políticas y excluyeron a sus minorías de la contienda.
En palabras de Michael Moore, presenciaremos una gala de puros “Estúpidos hombres blancos”,aunque suene duro y molesto.
Ni siquiera hubo compensación con el hecho de escoger a los conductores de la gala.Una pareja de chicos dorados cumplirá con el trámite. Olvídense de moderadores incómodos como Ricky Gervais y Chris Rock. El Oscar los quieres bellos,telegénicos,populistas y joviales para subirse el rating.
Los promotores de la velada solo integraron demagógicamente a dos representantes de colectivos habitualmente marginados(ya cooptados y domesticados):Hailee Steinfeld y Annette Bening. Ambas con chance de llevarse la corona. La primera funge de regalo de consuelo para los niños(del mercado infantil).La segunda es la golosina para tranquilizar la conciencia del movimiento queer.
En el cajón de sastre de los invitados foráneos, las estrictas leyes de inmigración aplicarán para los cinco títulos escogidos y seleccionados.Con demasiados intereses en juego, la mención tenderá a debatirse entre “In a Better World”,”Biutifull” e «Incendies”.
De resto,queda un restringido ancho de banda para augurar locuras, batacazos,salidas estrambóticas,baldazos de agua fría y desenlaces impredecibles.
La máxima ruptura culminaría con la victoria de Los Coen(“True Grit”) o de “Black Swan”,mientras el victoriano Tom Hooper le aguaría la fiesta al realizador de “Seven” y “El Extraño Caso de Benjamin Button”. Trent Reznor se iría a casa con las manos vacías y la frente en alto,al lado de Colin Firth,derrotado por Bridges o por Bardem a último minuto. Banksy se colaría en la entrega y lograría imprimir su sello(de resistencia)a la acartonada celebración.
«The Social Network» derrocaría a sus majestades satánicas antes de la despedida,en un remake del desarrollo de «Los Globos de Oro».
Sea como sea, debemos pisar tierra,mis quijotes.Don Sancho nos clama y despierta.Después de todo, no son gigantes sino molinos de viento alimentados por una fuerte corriente conservadora y reaccionaria para el cine.Alrededor de su círculo vicioso no hay futuro.
El verdadero progreso radica fuera del alcance del Oscar, cerca de los filipinos,los tailandeses,los rumanos,los portugueses y los baluartes de la vanguardia internacional.
En resumen, los señoritos de la academia se vestirán como muñecos de torta,para asistir a la clásica y ortodoxa regeneración de su dinastía, de su linaje,de su elite,de su casta rococó y de su monarquía blindada.
Conclusión y moraleja al servicio de los tiempos de la decepción Obama.
Los disidentes nos mantendremos a la espera de la inevitable caída de su muro de Berlín,para adaptarse a los cambios de hoy.
Egipto no era Túnez y Libia no era Egipto,pero ya ven cómo terminaron.
El mañana de la academia es el presente de Mubarak y Gadafi.
Viva la Perestroika!
Abajo “El Discurso del Rey”.
Sería tan bueno si «Canino» ganara mejor película extranjera… Pero bueh… también hubiese querido lo mismo para «El hombre sin pasado» y fue aspirar demasiado…
Difícil opción,pero ya veremos como termina…
Saludos Diego!