El Discurso del Rey:No Future

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Los Hermanos Weinstein quieren recuperar su trono perdido,después de ser derrocados por sus descendientes plebeyos de la corte independiente.
En los noventa fueron los favoritos de la realeza de la academia, al acaparar la corona del Oscar desde la ascensión de “El Paciente Inglés” hasta llegar a la controvertida sucesión de “Shakespeare in Love”, acusada de ser comprada a punta de sobornos.
Sin embargo, los mecenas de Tarantino lograron conjurar los tiempos de tormenta y así pudieron sobrevivir al cambio de milenio.Pero la ilusión de estabilidad tan sólo duró y alcanzó por dos años.Entonces vino la consagración de “Chicago” en el 2002 y a partir de ahí comenzó la caída de la dinastía de Miramax, fundada por la pareja dorada sindicada de convertir a la vanguardia alternativa en una moda pasajera del mercado de consumo. El otro Judas del relato recibió el nombre de Robert Redford a la cabeza del negocio del Festival Sundace.
Juntos y revueltos, los tres serían desnudados por la pluma implacable de Peter Biskind en la crónica negra de “Down and Dirty Pictures: Miramax, Sundance, and the Rise of Independent Film”, el “Hollywood Babilonia” sobre la caída de la generación de relevo encabezada por Van Sant, Kevin Smith,Wes Craven y compañía,los pobres chivos expiatorios del experimento fallido.
Acto seguido,los hermanos Weinstein conocerían el significado de palabras inexistentes en su diccionario del éxito:el fracaso,la deshonra,la derrota,el cuestionamiento y la bancarrota,al punto de venderle al ratón Mickey la joya de su corona.
Para echar el cuento corto,”The King’s Speech” es su oportunidad de ajustar cuentas con el destino y regresar a lo grande como en una de sus películas de venganza.Por ejemplo,”Kill Bill”.
Afortunadamente,la industria los perdonará porque le conviene y además por sentir debilidad por las historias de rehabilitación.Obvia manera de proyectar su arrogante vocación de adaptabilidad.Por desgracia,los viejos zorros no aprenden la lección y continúan haciendo de las suyas.
Verbigracia, ya amenazaron con sacar su arma blanca preferida para cortarle la lengua al “Discurso del Rey”. Nada extraño si consideramos sus innumerables mutilaciones y mordazas a la libertad de expresión en el pasado.
Ahora buscan empuñar las sacrosantas tijeras del código Hays para censurarle las groserías al protagonista de la función,cuyo pecado es hablar como Joe Pesci en “Buenos Muchachos” al ritmo de la sonora obscenidad de “fuck”.El objetivo es poder conseguir una censura menos dura para la taquilla o apta para todo público.No es la primera ni la única coincidencia entre la cinta y el contexto de Venezuela, durante la hegemonía de Conatel al servicio de “La Cadena del Rey”(como le dice Luis Carlos Díaz).
¿Por qué no te callas?
De igual modo,el largometraje auspiciado por The UK Film Council es equivalente al cine oficial patrocinado por la Villa del jerarca de Miraflores,salvando las distancias.
Aquí retrocedemos a paso de cangrejo de “Zamora” y “Miranda” a la forma de una telenovela de época.Allá retoman la senda agotada del género de época(versión qualité),para rendirle pleitesía a la decadente monarquía británica.
En ambos casos, impera la manipulación,la distorsión y la simplificación de la memoria en aras de reforzar el alcance mediático del poder alrededor del círculo vicioso del culto a la personalidad,bajo una serie de valores entre rancios y puritanos.
La moraleja cumple con satanizar a la oveja descarriada en beneficio de la elevación del hijo políticamente correcto,aunque tullido como “Ricardo III”.
Al final,como en cualquier biopic al uso,el personaje dominará sus miedos y ganará la batalla del happy ending gracias al respaldo de un leal y sumiso mentor,medio Yoda,medio Mister Miyagi.El guión es un cruce de “Karate Kid” con “Star Wars” y “Lion King”.
En descargo de semejante ramplonería, el mercenario a disposición de los designios del tren ejecutivo,Tom Hooper,sabe marcar distancia con el humor y la puesta en escena. Según su punto de vista irónico, el libreto admite una segunda lectura,donde descubrimos las miserias y limitaciones de la clase gobernante,cual “The Queen” en clave de “El Gran Dictador”.
La tragicomedia compara al antihéroe con Hitler y de la confrontación de polos opuestos extrae un subtexto inquietante,presto a la discusión.En términos de Zizek,“El Discurso del Rey” es también una disección de la voz como elemento de control social en el teatro de las sombras y las luces de la hegemonía.
En suma,el mayor atributo del film radica en deconstruir el origen freudiano de la palabra universal, al contextualizarla en el desarrollo del complejo edípico a vencer,para reafirmar los cimientos de la propaganda del status quo.En cristiano, “El Discurso del Rey” se ríe,para no llorar,de la trastienda de “El Mago de Oz”. Su demagogia es un truco del arte de la ventriloquia y la actuación(behind the curtains).
Lastimosamente, la tartamudez y la timidez se superan,como en un cuento de autoayuda del tipo “Blind Side” y “Mar Adentro”,a favor de los intereses de los Hermanos Weinstein.
La falocracia puede dormir tranquila,junto con la arenga de nuestro presidente y sus socios de Irán y Libia.
Recomendada para Gadafi y Mubarak.
Por eso el principado de la academia la glorifica.
Veinte puntos por el reparto(exceptuando la caricatura de Chuchril y el secundario antifeminista de mujer abnegada de Helena Bonham Carter).
Cero uno al metamensaje de aliento militar en época de guerra. ¿Más gasolina para el incendio de Irak?La respuesta es el punk de “Sex Pistols”.No future.

13 Comentarios

  1. Ciertamente, para llamarse «el discurso del rey» yo me quedé esperando por el fulano discurso. Además ¿qué tiene de extraordinario que alguien que tuvo la vida en bandeja de plata tenga que sobreponerse a uno, a sólo uno, de sus miedos? Yo creo que todas las personas que conozco (simples mortales by the way) les faltan dedos para contar las veces que deben haber hecho lo mismo.

    Para mí es un canto a la mediocridad y el conformismo en clave new age. Acepta a los «líderes» que te tocan aunque no puedan ni hablar por un microfóno (o como nuestro jeque criollo que no puede parar de hablar, sé que eso es una enfermedad pero no recuerdo el nombre), deja que te lleven a la guerra, a la pobreza, admíralos porque pueden levantarse un día y deciden mal superar una limitación, El rey es como tú.

  2. «La falocracia puede dormir tranquila,junto con la arenga de nuestro presidente y sus socios de Irán y Libia.» que buena la frase.

  3. Que chimbo que haya gente que determine que hay miedos mas importantes que otros solo porque el Rey tuvo dinero. Osea que los ricos ni sufren ni nada. Huele al resentimiento de Chavez, pero version inversa. Por eso es que no merecen llamarse oposición, sino la otra cara de la misma moneda, amigo Puma.

  4. Sí vale, pobre rey tartamudo que tenía miedo de leer un discurso de tres minutos en un cuarto cerrado, pero no le molestaba decirle al país que los iba a lanzar en una guerra fratricida, en la que por supuesto iban a morir siempre los demás y en la que seguramente murió más de un tartamudo en el frente.

    Lo importante es que el hombre pudo mal leer el discurso y todos contentos porque se sobrepuso a su miedo y nos llenó de inspiración a lo Albi Abreu.

  5. ja ja ja. Bravo Puma. Pero hay algo que creo que se te escapa, pero Sergio sí atinó: y es que la tartamudes no es un problema menor para un gobernante, porque en política la retórica lo es todo y más en el contexto de una guerra. No sé si me explico.

  6. Raquel,aquí nadie es de la MUD.Sí somos de oposición al gobierno,pero no nos encasilles en tu dilema banal.
    Por favor.

  7. JM,sin duda es importante lo del defecto de fábrica del Rey.Por debajo se teje una doble lectura alrededor de ello.Pero por desgracia,al final del debate gana la posición más conservadora y políticamente correcta.
    Un abrazo.

  8. Tienes razón JM, la tartamudez es algo serio para todo el que tiene que convivir con ella. Nunca fue mi intención la de minimizar el problema. Lo que quise decir, y no me expliqué bien, era que todos los tartamudos se sobreponen a ella de alguna forma porque al fin y al cabo deben hacerlo para poder interactuar con el mundo (y esto lo digo con el conocimiento de causa de tener familiares tartamudos y compañeros de trabajo también).

    La premisa de la pelicula es interesante hasta ese punto: un tipo tartamudo de bajo perfil que le toca afrontar ese papel de actor (como se lo dice su padre), pero luego esta premisa es devorada por todo lo que comentó Sergio.

    Saludos.

  9. Ahora soy yo el que aclara :-) Fíjate, yo no dije que minimizabas el «grave problema» de la tartamudez, a lo que me refería es a verlo como un problema menor en política, y más importante, en el contexto bélico.

    Para mi EDDR son dos películas: la primera es obvia, predecible, medio aburrida, cursi hasta lo indecible, y es la historia del pana gago que vence los obstáculos y se hace amigo de quien lo ayuda y blah, blah blah. Vamos a llamarla, la película Albi de Abreu.

    Pero hay otra película que subyace, y que es la que me interesa. Y esa es la historia del lider de un país a un paso de entrar en un conflicto bélico con otro, quién encuentra un antagonista más poderoso que el líder del estado enemigo: la retórica.

    En una secuencia, el Rey contempla a Hitler (un orador excepcional) y casi lo ve con admiración. De ahí en adelante, se desarrolla una historia, la del valor de la retórica, la del espectáculo de la política; y más importante, el espectáculo que debe dar la política para justificar la guerra. Esa segunda película, me resultó interesante.

    Porque en la política ser tartamudo, es decir, no poderte comunicar con la gente no es un problemita, es EL problema. Porque la política, y la guerra, se gana con retórica, en los medios.

    Yo sé que eso está muy por debajo, oculto bajo la película Albideabreuezca, pero es importante hacer esa lectura. Fue la que yo hice, por eso el film me gustó más de lo que esperaba.

    Abrazo a los dos.

  10. Estoy de acuerdo con JM.El sí se mira bien,no es tan tonto como parece.Nos habla de la demagogia,del teatro de la política como forma de control social.
    Saludos y abrazos.

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