Tenía buenas razones para dejar lo de la Feria Internacional del Libro 2011 (Filven) de ese tamaño. Primero, Sergio dijo todo lo que podía decirse, en una extraordinaria crónica, publicada hoy en la mañana. Segundo, honestamente, no estoy de ánimo para recibir mensajitos de autoayuda.
La crítica pierde sentido en el momento en que uno intenta sacudir y generar discusión, y la respuesta son las justificaciones de siempre. Es aburrido ser el único que dice algo, especialmente cuando esta mañana, antes de salir rumbo a la sede de la Filven, hice una breve búsqueda en Twitter, intentando sondear la opinión de los asistentes a la primera jornada.
Como siempre, la reacción era positiva. Unos alababan los precios, otros quedaron encantados porque les regalaron una revistica, otros estaba felices porque en medio de las miles de biografías del Che, encontraron un librito de algún personaje de tendencia opositora, y esto, era prueba suficiente de la diversidad de la feria.
Es desmotivante leer esas cosas, ver que Venezuela no es comparable con 1984, la obra maestra de George Orwell, sino con Un Mundo Feliz, la también magistral obra de Aldous Huxley.
Los venezolanos no sufrimos la revolución, la disfrutamos, nos drogamos con ella. La Filven es una alta dosis de Soma aplicada directamente sobre el bulbo cefalorraquídeo de la conciencia venezolana.
Tal vez, el reto del país, no sea acabar con el gobierno, sino despertar a una sociedad drogada y sonriente que aplaude cualquier güevonada.
¿Qué decir?
Llegué a la 01:30pm, llovía un poco menos que el año anterior, pero el ambiente era peor. Incluso, mi acompañante, la misma optimista de la última feria, me recibe con un: «esto está chimbo, no me provoca comprar nada».
La distribución del espacio es torpe, uno tiene que adivinar hacia donde van los stands y a quién pertenecen. Los mismos guías parecen desorientados. El Stand de Monte Ávila es el único que parece tener vida. Aunque, una mirada cautelosa, permite detallar que nos encontramos con una oferta descafeinada. Atrás quedaron los días cuando el incómodo Carlos Rangel publicaba sus agudos ensayos con Monte Ávila, aunque fueran despiadados con los adecos, aunque el Presidente quedara muy mal parado en sus páginas.
Ahora, se consiguen sendas re-ediciones de los libros de Carlos Noguera, yo aprovecho para comprar a cinco bolos Juegos Bajo la Luna. Ese Noguera me gusta, era valiente, escribía contra el poder, señalaba, denunciaba, ponía su pluma al servicio de la crítica y la disidencia. Nada que ver con ese señor vendido al poder que desde hace años ocupa la presidencia de la editorial del estado.
Luego, damos una vueltica y lo único que vemos son imágenes del Che, de Fidel, de Marx, de Trostky, de Chávez.
Pasamos por un stand de Café Venezuela, y no tienen café.
Pasamos por otros stand dedicado a «lo mejor del cine venezolano y mundial«, y me acerco con ilusión, movido por un afiche de Jericó, la obra maestra de Luis Alberto Lamata. Cuando voy a comprarla, me dicen que no la tienen, lo único que tienen es el bodrio La Clase, el pésimo encargo de José Antonio Varela, a instancias del capo Farruco.
Encima, vale 30 lucas. ¡¡¡No gracias!!! Yo no pagaría ni los cinco bolos que me cobraría un buhonero por ver esa porquería.
– ¿Tú crees que las iraníes se dejen tomar fotos?
– ¿Ah?
– Mira para allá…
Cuando volteo observo un aterrador stand forrado de fotos de Ahmadinejad, atendido por dos señoras con velo. La vaina da miedo, y forma parte del habitualmente irresponsable discurso de nuestra izquierda caviar. Así como hicieron con Kaddafi, nuestros izquierdistas bien pensantes apoyan -desde lejitos, sobra decirlo- la tiranía de Ahmadinejad. Después, salen a darse golpes de pecho en nombre de la paz.
De hecho, mientras observo el stand iraní, suena de fondo la canción: «Un canto a favor del paz» de Dame pa’ Matala. Yo pienso en Mahammad Rasoulof y Jafar Panahí, cineastas iraníes condenados a prisión por su arte, quienes a diferencia de buena parte de los presentes, no aceptaron convertir su cine en propaganda barata.
Tanto Panahí como Rasoulof son la antitesis de José Antonio Varela y Roman Chalbaud. Mientras en el mundo se solidarizan con estos disidentes encarcelados, en Venezuela le hacemos la ola a sus represores, Venezuela se pone del lado del poder e ignora a los perseguidos.
La vaina da asco.
Me entero de que una joven y brillante autora está presentando su primer libro en la Librería del Sur, como realmente quiero leerlo porque llevo rato siguiéndole la pista a esta escritora, decido acercarme. Me hago de una copia y me acerco para pedirle que la firme. Ella es todo lo que debería ser esta feria. Se trata de una chica humilde, dedicada desde hace mucho a trabajar en lo suyo sin esperar prebendas de ningún tipo. Me siento bien de compartir con ella unos minutos y le deseo éxito, prefiero leer gente así que a los adocenados autores que abundan en todos los rincones de la Filven.
Ya de salida, paso por el stand de libros usados. Compro una copia de Rant, de Chuck Palahniuk y nos vamos.
Cuando emprendemos el camino de salida nos encontramos con un afiche de Fidel, ya entrando a mi compañera le regalaron un horrendo afiche de Chávez, y a mí uno de Bolívar. Cuando creo que me van a regalar el afiche del dictador cubano, el tipo que lo enrrolla nos dice: «tomen, son veinte lucas».
No mi pana, que feria tan mierda. Y más loco aún, que haya gente que no se dé cuenta.
Cuando atravesamos la puerta nos regalan un libro de Bolívar. Miro hacia arriba y ya no llueve, pero todo es más decadente, y sí, más triste.
«La Filven es una alta dosis de Soma aplicada directamente sobre el bulbo cefalorraquídeo de la conciencia venezolana».
Todo el hastío, toda la desazón me llegó de golpe. Clásica pesadumbre dominical por las ya clásicas angustias.
Gracias por escribir esta tarde, John.
Gracias a ti por tus comentarios. Un abrazo grande, Cristina.
Todo eso es verdad. Y más también. Pero también es verdad que allí están participando editoriales privadas, independientes y plurales. Pocas, resistiendo, defendiendo sus espacios, no dejándoselos arrebatar por el avasallamiento oficialista. Estamos ahi, presentes, defendiendo el pensamiento independiente. Hemos sido discriminados, pagamos nuestros stand y nos dejaron en un rincón. Los oficialistas no pagan y tienen los mejores espacios. Todo eso. No hay mapa de la feria, no hay folleto bilingue inglés-español, no hay pagina web de la feria (¿no y que es internacional?). Pero allí estamos. La feria es organizada con dinero del Estado. Es decir, recursos de todos nosotros. ¿Se la vamos a dejar a ellos? ¿Le vamos a ceder nuestro espacio? Así, sin más. Entonces tampoco tengas energía electrica, porque es de una empresa del Estado. Ni agua, porque hidrocapital le hace propaganda a Chavez. Dales la razón: es de ellos. Ellos te dicen que todo es de ellos. DE la revolución. Y tu les crees. Tu cedes. Tu le dejas el país. Brindo por tu derrota, amigo John.
Y yo brindo por ti. ¿Cuál resistencia? ¿La de permitirle al gobierno presentar a las escasísimas editoriales privadas como ejemplo de apertura y democracia, como se ufanaba María Alcira Matute? Por favor, ahí no había ninguna resistencia.
Resistencia sería subvertir la imagen militarista de la feria, reivindicar la incomodidad, la crítica y disidencia. No veo como ir a aplaudir porquerías, y repetir la mitología oficial, puede ser un acto de resistencia.
Y OJO, esto lo digo sin demagogia. Yo sé que la situación de las editoriales privadas es difícil, porque tienen que negociar con el gobierno, para conseguir dólares, entre otras cosas. Comprendo que algunas se hayan visto obligadas a participar.
En el dilema moral de «la papa» vs. la conciencia, 99% de las veces ganará el espíritu de autopreservación y sobrevivencia. La pregunta es ¿hasta qué punto es más que «la papa» lo que se juegan las editoriales? ¿Hasta qué punto algunas se están enriqueciendo a través de subsidios, prebendas, exenciones, publicidad gratuita, etc?
Esto no es un tema de blancos y negros, sino más bien de una amplia gama de grises. Si uno de los filósofos más grandes del siglo XX (Martin Heideger) fue pro-nazi, en Occidente quizás debemos replantearnos los cimientos de la moral y la ética de este lado del mapa: si uno se presenta con candidatos a la elección de la AN (con circunscripciones manipuladas de forma ventajista al oficialismo) ¿le está haciendo el juego al poder? ¿Estamos cohonestando la legimitidad de esta democracia totalitaria (¿una democracia sin demos?)? ¿Es posible alquilar un stand y vender literatura liberal en Filven? ¿Hubiera podido CEDICE vender libros de Hayek, Mises y Rand en Filven? ¿O había que «entrar por el aro» para poder optar por un stand (por el cual estás pagando?
A todas estas, ¿los derechos de autor de «El Tercermundismo» y «Del buen salvaje al buen revolucionario» los conserva Monteavila o los tiene Sofía Imber? Esos libros sí que son de lectura necesaria en esta convulsionada Venezuela.
Buen artículo, John.
Saludos a todos.
Excelente texto, John Ma.
Ya habiamos comentado que resistencia seria hacer «guerrilla intelectual», ponerse a promover autores incomodos, ver hasta qué punto les llega la «apertura y la tolerancia».
Por supuesto que eso no va a pasar, pero si yo tuviera un stand me pongo a regalar copias del Mein Kampf, solo para hincharle los cojones a los organizadores, y a leer los peores pàrrafos de «Justine» de Sade (peor=mejor, eh).
Pero el mundo va en retroceso, en los USA quieren censurar a Mark Twain y en Bélgica algun idiota llevo a Tintin a juicio por racismo.
En fin, pacatos, unios…
Los malditos progrefachos van a terminar eliminando toda manifestación cultural anterior al reino del «buenrollismo» y lo «cool», van a ver.
Mira que censurar a Mark Twain…
Lengua: Es todo un tema, pero creo que confundes escenarios. Una cosa es participar de las decisiones públicas, bajo protesta y dejando constancia de los abusos; y otra muy distinta, es el vivalapepismo intelectual.
Explico: una vaina es que me digas que no hay otra opción que no dejarse arrebatar los espacios de participación, como la AN, y otra muy distinta, es andar haciéndole el juego a los corruptos y discriminadores que manejan el aparato cultural del estado.
Por ejemplo, ¿cuánta poca dignidad hay que tener para participar del Concurso de Autores Inéditos de Monte Ávila, o cualquier otro basurero organizado por el gobierno? ¿Es un sacrificio «por la democracia«, «para no dejarse arrebatar espacios«? A mí entender no, es simplemente vivalapepismo.
Ahí está esa vergonzosa generación de cineastas venezolanos para atestiguarlo: hablan mierda del gobierno, pero se la pasan recibiendo financiamiento de éste. Yo Creo que hay que tener un arrojo de dignidad: si te invitan a participar de un evento en el cuál se ha excluído a las voes críticas, y tú acptas, te estás haciendo cómplice, a menos que vayas a hacer lo que propone Krisis.
En fin…
Sobre los libros de Rangel. Yo no sé s sabes que hace seis años se re-editó «Del bien salvaje al buen revolucionario», por parte de Criteria Editorial. Eso me hace pensar que los derechos están en manos de los herederos de Rangel. Yo tengo esa re-edición, y creo que todavía se consigue en algunas librerías.
Krisis: Eso habría sido lo mejor, un performance, como el que propusiste hace años: http://li.co.ve/8 Agrégale una proyección, en el stand de cine, de Salo o los 120 días de Sodoma. Lamentalemente, lo único qe proyectaban era Puente Llaguno, las claves de una masacre.
Frank: idem.
Por cierto, a los que no les gusta la crítica, descuiden, siempre habrá reseña cuchis como esta: http://li.co.ve/cT5
Creo que comprendí bien el punto sobre lo que denominas «vivalapepismo» y de seguro habrán algunos (¿muchos?) aprovechándose del amiguismo con el gobierno, así como habrán otros (quizás muchos también) que le hacen el juego a los corruptos y discriminadores.
Las interrogantes que dejo en mi primer post lo que buscan es justamente hacer una escisión entre esas dos categorías mencionadas y una posible tercera encarnada en aquellos que intentan hacer legítima resistencia. En lo particular, y a propósito del comentario de Krisis, no veo como regalar ejemplares de «Mi lucha» pueda incomodarle a un gobierno sectario, ¿acaso nacionalismo (patrioterismo) y antisemitismo no son dos banderas de este gobierno? ¿Acaso vender libros de Ahmadineyad no dice nada? ¿Será muy disinto «El libro verde» de Gadafi a «Mi lucha» de Hitler? (y espero que no venga otro pendejo a decirme que como se me ocurre comparar a Hitler con Gadafi) Ahora, que los venezolanos lean «La acción humana» o «El Tercermundismo» eso sí sería verdaderamente incómodo para un gobierno empeñado en convertirnos a todos en súbditos/esclavos del Estado.
Repito, me agradó tu crítica, solo que no sé si convertir a Saida Romero (ojo, no sé a qué editorial o casa editora representa y quizás tú si la conoces y por ello le contestas en la forma que lo haces) en el blanco de tu frustración por lo lamentable de la feria sea útil o conveniente.
Hace unos días critiqué duramente la posición de los estudiantes opositores de (UNA VEZ MÁS) no asistir al debate planteado a propósito del tema universitario, bajo inverosímiles justificaciones como que «no habían recibido una invitación formal», ¿es que acaso esperaban una invitación en un sobre con el sello húmedo del Palacio Miraflores?
A lo que voy entonces es a que una de las lecciones que me parece que no hemos aprendido aun los venezolanos es a no entregar ningún espacio, insisto, ninguno. Creo que no hay peor derrota que la rendición voluntaria. Ante un gobierno con talante democrático, un abandono de la arena política (como el retiro de las todas las candidaturas a la AN en 2005) puede ser un campanazo y un llamado a la reflexión; pero ante gobierno de clara vocación totalitaria (aunque Krisis prefiera llamarlo simplemente autoritario, dejando de lado todo el animus en cuanto a uno de los elementos diferenciadores centrales como lo es el afán de controlarlo todo mediante los mecanismo que sean necesarios) esa, definitivamente, no es una opción.
Saludos pana.
Creo que la incomodidad vendría por un asunto de corrección política, Hitler es políticamente incorrecto, por eso su figura sería incómoda. En cambio Stalin (no eran pocos los libros con su imagen), no lo es. Hay dictadores buenos y dictadores malos, según la maniquea y acomodaticia visión de gobierno. El comunismo está bien, el fascismo, no.
Yo comparto tú posición sobre los estudiantes, leí tus tuits y en buena parte los suscribo. Pero, fíjate la diferencia: los estudiantes se negaron a un escenario en el que la condición era la confrontación de ideas. En cambio, para participar en la FIlven, la condición es la contraria: aceptar no exponer ideas contrarias, aceptar la censura. Creo que si una editorial privada dice: «Ok, participamos y exponemos lo que nos dé la gana», y además se atrevieran, por ejemplo, a invitar a un autor proscrito por el pensamiento oficial, es otra cosa. Eso lo aplaudiría.
Pero, lamentablemente, lo que se impone es la autocensura. Aunque, como también dije, entiendo que las editoriales privadas no la tienen fácil en estos momentos, con el tema de los dólares y demás. Muchas reciben presiones del gobierno , y tal vez, no tuvieron otra opción que participar.
De resto, también comparto tu punto de no abandonar los espacios democráticos porque nos encontramos frente a un gobierno de vocación totalitaria, pero, no veo como prestarse a participar y aplaudir la feria militarista del libro se esté contribuyendo a la democracia.
Saludos de vuelta.
Broder: Si hay un grupo humano al que he aprendido a despreciar de la forma más prístina y transparente es a los izquierda caviar, bienpensantes, buenrrollistas, sandalistas, altermundistas y demás hipsters de la política. No te extrañe que esos inconsecuentes apoyen a cualquier loco (eso sí, de lejos) que les llene el bolsillo de billete o que le tuerza los ojos al «tío Sam» (tío éste del cual viven más pendientes de lo que debieran).
Sí, yo estoy más del lado de JohnMa en esta: Me cuesta ver cómo convertirse en los poster-boys del anti-totalitarismo, « viste cuán abiertos y demócratas somos, hasta permitimos que tuvieran un stand », contribuye a oponerse a la censura o es una postura en contra de la destrucción de la Semana de la Narrativa Urbana u otras manifestaciones.
Sobre lo demás, que el gobierno tenga « vocación » totalitaria ya lo hemos conversado. No soy parapsicólogo. Lo que puedo decir es que posee claros signos de autoritarismo competitivo, más que de totalitarismo (entendido este como la represión de *todas* las voces disidentes, no la selección azarosa de una juez y algunos twitteros con mala suerte, en un mar de discursos críticos, lo cual equivale a autoritarismo).
En fin, no vamos a llover sobremojado y ese es otro tema. Sólo puedo decir que yo tengo voación de cogerme a Meagan Fox, pero por ahora soy monógamo.
Salú
Hola John Manuel, yo soy la autora de la «reseña cuchi» y me contenta que la gente lea de todo, incluso las «cosas cuchis» que se consiguen por inet.
Respeto tu punto de vista en cuanto a la feria, yo pienso y la veo de forma diferente, la veo como una especie de vidriera para nacientes talentos. Se le está dando la oportunidad a muchos nuevos autores como el ejemplo que das aquí. En mi caso fue igual, quizá hasta se trata de la misma escritora. Y no sólo chicas como ella presentaron sus libros allí sino muchos otros jóvenes autores que hace cinco años atrás pululaban por los pasillos de la UCV y que ahora por su talento ganan bienales o los concursos que ofrece el gobierno o entes privados. También ver conocidos trabajando en la promoción de lectura y ver a la gente asistir, gente que no es «del mundo de las letras» van y toman los libros, miran algunas páginas y se los llevan.
En fin quizá también ferias anteriores hicieron que la gente de verdad fuera predispuesta a encontrarse oooootra vez con los libros políticos. Que personajes de política inauguraran y no más escritores, poetas, intelectuales. A lo mejor ya fuiste predispuesto por lo de antes pero este año yo respiré otro aire, vi más vida, más interés y me gustó ver a gente de varias posturas políticas buscando títulos o asistiendo a eventos (presentaciones, conversatorios) de otros conocidos. Lo político lo obvié, si te ladilla es lo mejor, a mi me fastidia el panfleto cuando se trata de lectura.
Saludos
Primero que nada, se nota que el pana Jhon Manuel es un ducho en letras, filosofía y otras ramas de las llamadas ciencias humanas, porque hace una critica a la feria y todos los textos que allí se venden. Segundo: que no se vendan textos de liberalismo no significa que la feria sea un fracaso, Ayn Rand y compañía (dentro de estos muchos falsos filósofos que se la tiran de esto y de novelista y no son nada), pueden adquirirse en otra parte, así de sencillo. Para aclarar el primer punto mi querido amigo Jhon la feria tiene sus puntos débiles, en organización y disposición, así como en algo del contenido, pero, y aquí si hablo con total propiedad, se consiguen textos a muy pero muy buenos precios que en tu vida conseguirás en alguna otra librería, editoriales como siglo XXI que se encarga de distribuir libros de el Fondo de Cultura Económica, así como librerías del Sur, que la podrás criticar todo lo que te venga en gana pero sigue manteniendo la producción de Monteavila con lo mejor de nuestra literatura y de la literatura de otras fronteras, sin incluir verdaderos ensayos filosóficos (no ficción como otros pseudo-filósofos)…ya me vas a venir con el cuento que ya no editan esto o aquello, te invito a que te pases por las librerías del Sur, conseguirás es verdad, como tu dices la mayoría de textos pro gobierno, pero también conseguirás libros recién editados de José Napoleón Oropeza (ex-director del Ateneo de Valencia, enemigo abierto del gobierno) por ejemplo… no sea ignorante mi pana, lea y aprenda primero antes de poner semejantes tonterías, aprenda a hacer critica objetiva, la feria no es ni menos perfecta, estoy de acuerdo contigo en muchísimas cosas (como la alabanza a ciertos personajes), pero no por eso es una mala feria, le da acceso a la gente a ciertos libros a precios accesibles…Y por lo menos ahora se hace…
«Segundo: que no se vendan textos de liberalismo no significa que la feria sea un fracaso, Ayn Rand y compañía (dentro de estos muchos falsos filósofos que se la tiran de esto y de novelista y no son nada), pueden adquirirse en otra parte, así de sencillo»
Caramba, me imagino que usted debe tener al menos tres Maestrías y un Doctorado en Filosofía y Letras para etiquetar de Rand de «falsa filósofa y novelista». La verdad es que es hilarante leer apreciaciones de esta categoría. Disculpe usted, respóndame por favor ¿cuántos libros de Rand ha leído usted? Más aun ¿cuántos libros refutando las ideas de Rand ha escrito? Dígame por favor donde puedo comprarlos.
Alba tirado, Poeta 1986, les escribí una respuesta, pero como me salió algo larga preferí postearla como una nueva entrada, aquí https://www.panfletonegro.com/v/2011/03/25/breve-nota-para-los-aplaudidores-del-filven/
Los cito y se las dedico
Alba Tirado: El problema con lo que argumentas, además de lo complaciente, es que pretendes hacer una separación imposible: arte y política, como si fueran dos entes autónomos y no lo son. Todo arte es político, hasta el que se disfraza de inofensivo.
En este caso, yo me estoy refiriendo a una política de estado avanzada por el gobierno de Hugo Chávez (y ojo, no interpretes esto como una posición «escuálida» movida por mi antichavismo rabioso) de perseguir y liquidar cualquier voz disidente en el sector cultura. No es broma, no es juego, no es exageración, no es locura; es la simple realidad. Se expresa en el cine, en el veto a Fabiola Colmenares (por nombrar el caso más conocido),.
Hablo de lo ocurrido en los museos, hablo -ya que el poeta lo menciona- de lo ocurrido en el ateneo de Valencia, del ateneo de Caracas, del cierre del Jacobo Borges, de la lista Tascón, y de un larguísimo etcétera.
Es en ese contexto en el que deben verse esas iniciativas.
Yo sé, Alba, que hay gente valiosa haciendo lo suyo, y no es sólo el caso de esa autora, cuyo libro reseñé en otro post que has comentado. También creo que El Perro y la Rana ha hecho algo necesario: la re-edición de algunas obras que las editoriales privadas no deseaban volver a lanzar.
Pero, ¿a qué precio? ¿Se pueden reivindicar esas agujas en el enorme pajar de miseria que abunda en la cultura oficial, cuando sabemos que detrás de los pocos aciertos, se esconde una bestial persecución, amén de una rampante corrupción?
¿Es válido gastar tantos subsidios para poder vender libros a «precios solidarios», en un país en donde el estado se caracteriza por una enorme incompetencia y corrupción, además de desatender las necesidades urgentes de la población?
Mi respuesta es no. En este contexto, lo político no puede obviarse.
Gracias por comentar. Saludos
Poeta: Quién no pareciera ser «ducho en letras, filosofía y otras ramas de las llamadas ciencias humana» eres tú. Mira que decir que Rand es una falsa filósofa y novelista que «se las tira» y no es nada de eso. JA JA JA AJ AJ AJ AJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA….
Chamo, no me hagas reír, vale. ¿De qué caverna saliste tú? Ni el comunista más agresivo se atrevería a decir semejante vaina.
Y lo mejor es que me agarras en plena lectura de La rebelión de Atlas, un libro fascinante, que me recomendó el pana Ernesto Soltero.
Pero lo mejor es tu razonamiento, según el cual, como esos libros «se consiguen en otro lado«, no merecen venderse en una feria. Si nos ponemos con eso, ningún libro debería venderse en la feria, porque todo el poco de libros para izquierdistas trasnochados que se vendían en la Filven 2011, se consiguen en cualquier esquina de la ciudad. Créeme que hasta en las librerías nacho debe haber cientos de copias de «las venas abiertas de América Latina».
Te devuelvo tu consejo: «no sea ignorante mi pana, lea y aprenda primero antes de poner semejantes tontería», síguelo, y después nos caemos a golpes con autores duros por acá, ¿te parece?
Saludos.
Adriana gracias por tu excelente respuesta, la suscribo totalmente.
Lengua: Ojalá te responda el pana. Yo también me pregunto lo mismo.
Saludos a ambos.
Pero lo mejor es tu razonamiento, según el cual, como esos libros “se consiguen en otro lado”, no merecen venderse en una feria. Si nos ponemos con eso, ningún libro debería venderse en la feria, porque todo el poco de libros para izquierdistas trasnochados que se vendían en la Filven 2011, se consiguen en cualquier esquina de la ciudad. Créeme que hasta en las librerías nacho debe haber cientos de copias de “las venas abiertas de América Latina”.
Algo así iba a incluir mi último comentario, lo suscribo totalmente. Es mucho, muchísimo más fácil conseguir cualquier libro de Galeano, Saramago o de cualquier otro autor socialista/comunista que cualquier libro de Rand o Rangel, por no nombrar a Mises o a Hayek, de hecho, «La Rebelión de Atlas» solamente la vende CEDICE en Caracas, pero eso no importa, lo importante es que los venezolanos podamos encontrar libros verdaderamente llenos de filosofía como el Libro Verde de Gadafi.
Gracias por el dato. Yo lo descargué porque no lo encontré en ninguna parte.
Feliz fin de semana.
Adriana: Te dejé respuesta debajo de tu texto. Disculpa los gazapos pero ando apurada y no quiero dejarlo para después.
John: Entiendo lo que comentas, hay demasiadas vainas pendientes por cambiar, especialmente las mentes talibanas. Este país se tornó para mi tan políticamente intolerante que mira cada vez más me meto más en la literatura, en los cantos modernistas que muchos creen que son vacíos y de fantasía. Y políticamente intolerante de parte y parte. En diciembre una profesora de la escuela «nos borró por chavistas» y yo me quedo LOCA, a veces de que vale tanto doctorado y tanto estudio cuando unos se dejan lavar la mente como «parte de la masa» roja, azul o negra. Se perdieron esos reales. No tu eres chavista no te hablo, no tu eres escuálido no te hablo. No te contrato, no te leo, no te miro. Coño, muchos también son parte de lo que critican John y no hablo de uds. sino del ejemplo que acabo de dar.
«¿Es válido gastar tantos subsidios para poder vender libros a “precios solidarios”, en un país en donde el estado se caracteriza por una enorme incompetencia y corrupción, además de desatender las necesidades urgentes de la población?» también respondo que no, este país tiene para más económicamente hablando… es innegable John que hay aún mucho por hacer como también le dije a Adriana en la otra respuesta.
Mira y una cuestión que les quiero comentar, yo llegué a este blog revisando las estadísticas del mio porque me metí en el programa ese de monetizar y coño veo un link de una referencia de mi blog y por eso caí aquí y que sorpresa cuando hasta me di cuenta que ya antes me había registrado. Comencé a mirar el blog buscando escritos, leer otra cosa… y mucha política, política… como que es algo que la gente actual no puede desligar pero hay que intentarlo y ver como se ayuda o se mejora la cosa. Bueno en otra oportunidad podríamos discutir esto, tengo que irme ya. Gracias por la respuesta y buenas noches.