No entiendo el por qué de la justificación,Chamán.Tampoco tu dilema binario,maniqueo.Me extraña muchísimo.
Yo estoy en Caracas y mi razón de quedarme escapa a la lógica dicotómica planteada por ti.Si te quieres ir por cualquier motivo,me parece bien y con sentido.No te culpo,no te condeno.Tendrás tus argumentos,todos válidos,por demás.Pero donde te pierdes y te equivocas,es cuando comienzas a soltar sofismas baratos y generalidades para hablar de quienes deciden seguir o vivir en Caracas.
Según tu artículo,la única alternativa entonces es montarnos en un barco,huir del holocausto y dejarle el país a los bárbaros de lado y lado.Sin embargo,nada menos cierto.Hay otras opciones.
Tu artículo también carece de densidad histórica y antropológica.Además es una pieza de un egocentrismo posmoderno,absolutamente banal y conservador.Imagínate,Chamán,si Gandhi hubiese resuelto abandonar su lucha y su resistencia en la India,para irse a refugiar en un apartamento con calefacción,fuera de su país.Y así cientos de casos,desde la independencia hasta la guerra civil española y más allá.
De un tiempo para acá,vemos surgir una cierta literatura del desarraigo y del exilio caraqueño,cuyo basamento teórico repite tus ideas vacías.Siempre es el mismo cuento,la misma cursilería,el mismo chantaje sentimental.
No quería responderle a semejante telenovela,para no herir suceptibilidades.No obstante,ya me cansé del cliché,del lugar común.
Es decisión legítima de cada quien irse o no irse de Venezuela en la actualidad.
Pero por favor,no me encasillen y clasifiquen en su dogmática lectura del problema.
En lo personal,soy bastante consciente de las limitaciones de mi país y del mundo.En lo personal,también soy consciente de las contradicciones del primer y tercer mundo.Soy escéptico ante el futuro de ambos,y me cuesta desligar a la parte del todo.
Más cuando vivimos en una globalización.
Yo ciertamente resido en Caracas con sus millones de adversidades.Pero no soy menos o más.Entiendo algo de física y de ciencia social.Por consiguiente,me asumo como sujeto de hecho y derecho de un mapa descentralizado y desterritorializado,donde las fronteras son para los hombres,nunca para las mentalidades.
Ahorita estoy en La Castellana.
Me pienso como ciudadano de aquí y de allá.