Anotaciones Apocalípticas (Parte III)

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Me esforcé para mirar hacia delante, pero no todos tienen vivencias interesantes. Buscaron excusas pero, extrañamente, la pobreza no existe. Nadie recuerda cuando el hacinamiento era un hecho cotidiano (ni yo lo recuerdo). El pasado era la perfección, pero esa comodidad es relativa.

Todos somos parte de un capítulo anterior.

La perfección es invitación. Cada día se aprende algo nuevo sobre formas y sustancias. El Jueves es día de Escuela. El Jueves es día de reflexión. Día para dar gracias por la infidelidad y por las decepciones. No por un aprendizaje adecuado somos, lo que somos. Respondemos rápidamente a las ofrendas. Pero ahora el camino es oscuro y colectivo.

La vida por un jardín, por una casa y por un tarjeta de presentación. Medimos clericalmente todos los privilegios. Somos el Olvido, no lo olvides. Toda perfección es patética, toda Revelación es insostenible, toda Fundación es intercambiable. Las Ruinas de una vida no son una vida arruinada. La Idiotez es eterna.

El Hombre será perseguido, ilegalizado, prohibido y merecidamente castigado. Es así. La humanidad esta interconectada, es multifacética, compleja y completa. Lo Sagrado es completo. Todo lo completo es inútil, ya que no tiene razón de ser. La Conciencia no produce impacto alguno; la perfección es la imperfección.

El endiosamiento del dolor, de la tristeza y del arrepentimiento no son sólo sino ilusiones. En la Hora Final, fallar no es lo mismo que derrotar. Hermanos, sufrir sin razón sigue siendo sufrir. El tiempo no se comunica, no tiene lengua. El cuerpo es una Iglesia que es redención y al mismo tiempo prisión. La experiencia es la casa monástica donde todos han de entrar.

Recuerden que todas sus madres pensaron -en algún momento- en venderlos al mejor postor. Eso las hace maravillosas y piadosas. La música y los niños son incompatibles. Es lo mismo estar lleno de Gracia que estar lleno de Odio. Buscar la Santidad no es buscar la perfección, mejor contar con enemigos que con promesas vacías de una eterna eternidad. Se los aseguro, no somos dueños de nuestros hogares ni de nuestros cuerpos.

Para ir a alguna parte siempre hay que subir o bajar escaleras. Lo único que se mueve en el Universo es el Alma, no el cuerpo. El alma es aristocráticamente regular y mediocre. Los cuerpos son y serán estáticos. Los artistas engañan y entretienen, por ende ya todos yacen enterrados bocabajo. Detengámonos sólo por un momento. No hay Razón sin Perdición.

(Foto: Diane Arbus)

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