Espada del augurio déjame ver más allá de lo evidente
Para Alba Tirado y Poeta 1986
Alba, tú dices lo siguiente: «me contenta que la gente lea de todo, incluso las “cosas cuchis” que se consiguen por inet»
A muchos de nosotros también nos encantaría que en la feria organizada por el gobierno se pudiera conseguir de todo, incluso los textos «cuchis» que critican al gobierno.
No nos conformamos con la actitud perdona vida del chavismo,es más, nos parece una tremenda hipocresía. El hecho de que acepten a tres o cuatro autores disidentes no oculta el marcado carácter sectario de este régimen.
En una librería particular el dueño escoge los libros que venderá, según su criterio. El objetivo de las ferias es más bien lo contrario, reunir a todas las editoriales y ofrecer la más amplia variedad de libros, poner en solo lugar el trabajo de cientos de libreros, ¿No es maravilloso?
¿Se cumple en el Filven? por supuesto que no.
Tú dices ignorar lo político, lamentablemente yo no tengo ésa capacidad. Y hablemos ahora de los precios solidarios.
Que un libro se venda en 100 en una librería y en la feria te lo ofrezcan en 50 tiene, probablemente, una explicación bien simple: los libros están siendo subsidiados. Y eso parecerá para algunos, en la superficie, una maravilla, pero a largo plazo resulta una calamidad, en todo los aspectos.
Subsidiar libros o gasolina es una medida populista, nada sana para la economía. Y más allá de eso, el problema es que Venezuela sufre una de las inflaciones más altas del mundo y un control de cambio absurdo, realidades que afectan no sólo a los supermercados y ventas de repuestos, también a las librerías y vamos a estar claro, nadie trabaja para perder.
Lo ideal sería que todos los precios se sincerarán y empezar a remolcar la enferma economía venezolana. Pero eso sólo lo hacen los gobiernos responsables que velan por el bienestar de los ciudadanos a largo plazo. No es nuestro caso. Aquí prefieren vender un libro en 10 bolos y procurarte una sensación de bienestar que se derrumba una vez se te espicha un caucho y tienes que remplazarlo.
Seamos románticos y digamos que un estado tan rico como el venezolano se puede dar el lujo de, no sólo subsidiar, sino regalar libros a diestra y siniestra, chevere, yo feliz.
Pero primero me ponen este país como una tacita de plata, me lo colocan en la lista de países del primer mundo y me acaban con el analfabetismo funcional de la mayoría de sus habitantes. Ahí sí, Alba, Poeta, nos podemos ir agarraditos de la mano a leer libros subsidiados debajo de un frondoso árbol.
Para que no digan que uno es un llorón sin oficio: ¿Por qué el gobierno no emplea los recursos del estado en digitalizar todas las bibliotecas del país? Ésa sí sería una medida bien democrática y humanista. ¿Ustedes se imaginan todo nuestro patrimonio literario a la distancia de un click? Los niños en sus laptops Canaima no sólo tendrían acceso a una enciclopedia de la historia de Venezuela edulcorada y manipulada, también podrían leer El principito o a Julio Verne.
Eso sí es progreso del bueno, eso y no otra cosa, es el alimento para el hombre nuevo, especialmente, si no le alcanza la plata para comprar libros. El Presidente comandante lleva a cabo esa iniciativa y yo dudo que alguien sea capaz de de criticarla, es más, sería aplaudida por Venezuela, el mundo y hasta por los antiguos marcianos, que en paz descansen.
¿Por qué no lo hacen? Simple, a Chávez y a sus compinches no les importa, en lo más mínimo, la cultura. La utilizan al igual que el deporte, para hacer propaganda. Nada nuevo bajo el sol, los regímenes fascistas/totalitarios/populistas recurren a esta practica para tapar la corrupción, la violación a los derechos humanos, la pobreza, sus fracaso y la lavarse la cara internacionalmente. Es la razón por la que el capitulo cultura en la era chavista ha sido tan oscuro y deprimente.
Aquí hay miles de damnificados en refugios, pero eso puede esperar, primero le firmo un cheque por 30 millones de euros a Pastor Maldonado para que vaya a pasear nuestra bandera y se la muestre a los Reyes y Jeques del mundo.
La falta de interés hacía la cultura y su profusión también encierra otro siniestro objetivo: mantener a la mayoría de la población en la miseria física e intelectual es la única forma de sostener en el poder a estos infelices personajes. Masas ignorantes son manipulables, débiles y dependientes.
Me dicen que la editorial del gobierno publica autores y mantiene su catalogo, bueno, ¿y cuál es la razón de ser de una editorail? No nos están haciendo ningún favor, ésas son sus funciones ¡por favor! Un poquito de perspectiva señores.
Cuando Poeta 1986 dice: «te invito a que te pases por las librerías del Sur, conseguirás es verdad, como tu dices la mayoría de textos pro gobierno, pero también conseguirás libros recién editados de José Napoleón Oropeza (ex-director del Ateneo de Valencia, enemigo abierto del gobierno) por ejemplo…» Nos obliga a reflexionar sobre hasta que punto algunas personas son indulgentes ante lo evidente.
No señores, no puedo celebrar el Filven, ni por su forma ni por su fondo. Donde Alba Tirado respiró «otro aire, vi más vida, más interés y me gustó ver a gente de varias posturas políticas buscando títulos o asistiendo a eventos» yo olí manipulación, fracaso e intolerancia.
Prefiero ponerme a llorar en frente de la vidriera de una librería que hacerle el juego a los fachas.
Muy buen comentario… Jamas hay que conformarse con lo que hay, si no apetece ni es de nivel
Maravilloso lo que escribiste Adriana.
Saludos
Hola Adriana, entiendo tu postura y comparto varios puntos que tocas más allá de FILVEN. Yo de verdad me llevé una mala impresión de una edición anterior, ahora no puedo recordar si fue la pasada o la antepasada. De verdad que solo existía una tendencia y además esa literatura política tan pesada que siquiera se le podría llamar literatura. Cuando fui esta vez vi la feria muchísimo mejor, más gente, más ánimo y sí más títulos… cuando voy a comprar un libro casi siempre sé lo que quiero y donde lo puedo conseguir… en este tipo de ferias (como otras reseñas lo demuestran) la gente entra a ver, a echar un ojo.
Obviamente las personas que tienen una postura antigobierno no se calan los afiches, la política, etc y les ladilla de entrada porque es evidente. En mi caso paso por encima de las Reflexiones de Fidel y de las Líneas de Chávez, busco el tipo de cosas que me gusta leer y si consigo algo me lo llevo (que lo hay en esta edición), sino como en el dominó, paso. Igual cuando me toca asistir a bautizos de libros de la «elite» y hago como tú dices, desde la vidriera y a veces entro y comparto una copita y unas palabras con compañeros que tienen otras posturas pero bueno, que coño, nos relaciona la literatura, la lectura, la promoción, etc y al final somos panas.
Respecto a abrirse más a otros textos estoy de acuerdo, sin embargo existen títulos en ciertas editoriales del gobierno que son considerados universales pero estoy de acuerdo, Julio Verne debería ser lectura obligada. Yo me opongo al talibanismo totalitario, sea de quien sea… es, y me disculpas la palabra, una ladilla de mierda. No conozco del todo el capítulo cultural del gobierno, fui estudiante en los primeros años y ahora es que tengo un par de años medio más metida en la cuestión y falta mucho por hacer. Esperemos que la gente que no está interesada realmente en la cultura y quieren hacer dinero de ella pues se vayan quedando en el camino.
Nosotros somos seres pensantes, podemos discernir y no dejarnos lavar el cerebro. Muy dificil que mi vida la maneje una figura política, espero que así suceda con otros. Se puede ser crítico (pro gobierno u oposición), generar ideas pero no por eso hay que ser talibán político (y no hablo solo del chavismo). Adriana, hay demasiado por hacer aún, demasiado… pero dentro de lo malo ahí hay gente que está echándole pichón y no hablo de nuevos escritores nada más sino de promotores de lectura, profesores, estudiantes, libreros. También es injusto no reconocer eso. Una cuestión importante es que se siga desentralizando Caracas como el único punto cultural y eso también se está haciendo, bueno, que hay que abrir más la oferta, sin duda alguna. Yo estuve conversando con unos organizadores de la FILVEN y mira muchos que no estuvieron allí fue porque no quisieron o por peos políticos internos que desconozco, les cae bien este, mal el otro. No podemos obligar a la gente a ir/participar pero si darles un mejor ambiente y coño, no se puede negar que este año el ambiente estuvo mejor.
La digitalización de los textos sería ideal ahora con estas tecnologías de Canaima, etc y toda la vaina. Miles de bibliotecas en el país están afectadas por los libros llenos de hongos, olvidados en una esquina, que no le llegan a nadie si el promotor no los saca de los estantes y lo lleva a la gente. La biblioteca central tenía un ala clausurada en mi época, no sé cómo estará la cosa ahora… igual con las bibliotecas metidas en los pueblos, caen los palazos de agua, luego el sol y ahí tienen un hervidero mortal. No hablo de suplantar el libro físico sino apoyo esa idea que das de que así llegaría a más gente y mira, estos libros-reliquias podrían someterse a una restauración y guardarlos para luego exhibirlos. Bueno Adriana tantas ideas, tantas cosas por hacer.
Otros puntos ya más políticos que tocas los discutimos en otra ocasión, la cuestión de los refugios, etc y como es utilizado el dinero. Tengo unos amigos que a través del ministerio de la cultura fueron a algunos a leer y a pasar un rato con los niños como cuentacuentos y la realidad de muchas familias es jodida. No me atrevo a decir más porque no los he visitado y no es un tema que conozco a fondo.
Ya veremos el próximo año con lo de FILVEN y ver qué pasará ahora con las políticas culturales. Saludos y buenas noches.
Disculpen las pifias y gazapos ortográficos, escribo rapidito y en un teclado en inglés. «Descentralizar» «políticas» y otros horrores más.
Bueno, que te puedo decir?. Me parece que estas un poco inconforme con la Filven, pero dejame decirte que aunque no te guste, es la revolución bolivariana la que por lo menos ha intentado implantar una cultura de lectura en Venezuela, algo que a los gobiernos anteriores ni siquiera se le hubiera ocurrido. Lo de los precios bajos o subsidios no es para que sea criticado, su finalidad es acercar los libros a cualquiera. Esto es algo que para mi no es menos que aplaudible; y no lo digo solo por libros que hablan de política, que hay muchos y muy buenos por cierto, ya que en la feria encuentras desde libros infantiles, hasta libros de poesía ganadores de premios internacionales pasando por cuentos breves que son muy fácilmente digeribles.
Y bueno que no te gusten obras como Les Misérables de victor hugo, no quiere decir que son propaganda. Dime ¿cuantos países del «tercer mundo» regalan este tipo de literatura?
Porque no es solamente quejarnos y quejarnos de todo como buenos oposicionistas.
Además, cada quien usa los medios que tiene para a esparcir su propaganda, para muestra solo tienes que abrir un periodico como el nacional, el universal, la verdad (Zulia) para que te des cuenta. Y sin ir muy lejos, a quien publica panfletonegro???
Gargamel, panfletonegro es un sitio anárquico y participativo. Cualquiera puede colgar sus artículos aquí. En panfletonegro la gente se autopublica, cosa que por cierto, con todos los miles de millones, el gobierno bolviariano está muy muy lejos de lograr.
A mi, al igual que a ti, me parece maravilloso que regalen libros y gasolina, siempre y cuando no empeñen a China el futuro de las próximas 6 generaciones. Muchos países del tercer mundo (México, Argentina, Brasil, Colombia, Chile) subvencionan o regalan literatura y afortunadamente, en algunos casos, los lectores de estos libros no tienen que calarse la propaganda.
(porque supongo que sabes que la propaganda en la contraportada, o en los afiches, o en los altavoces, más que un irrespeto, es una cachetada)
Estoy de acuerdo contigo en que no sólo es quejarnos y quejarnos. Es tan estúpido como sólo aplaudir y aplaudir (o aplaudir, fingir que piensas, y aplaudir, que es peor todavía). Por eso, precisamente por eso, abrimos el debate.
saludos.
Bueno… si no estás de acuerdo en que los precios sean bajos y regalen algunos libros… espera la feria que hacían en la plaza Altamira… si es que la hacen. Yo ví variedad de títulos en la FILVEN, pero los que sólo buscan propaganda, sólo verán propaganda
Helénica, no es que busques propaganda, es que el estado se asegura (a costa de todos) que no puedas escapar de la propaganda. Hegemonía comunicacional, le mientan.
Por otro lado ¿tú de verdad piensas que cuando «regalan» un libro, de verdad lo regalan? ¿tú crees que el papel es gratis? ¿sabes de dónde viene ese papel? ¿sabes cómo se paga?
Las respuestas a esas preguntas me parecen elementales, pero parece que muchos creen que cuando un objeto físico es gratis, es universalmente gratis.
¿Tú sabías que todos nosotros pagamos, con creces, la impresión y distribución de esos libros? El asunto es mucho más perverso de lo que imaginas, porque yo no tengo problemas en pagar -digamos- $100 al año para que la gente de menos recursos pueda leer, pero, entérate, hay gente que no puede pagar $100 al año para que yo pueda leer y sin embargo, el estado le arranca ese dinero de las manos.
El estado es como la banca, nunca pierde. Y cuando finge que pierde, que te «ayuda», quien paga las cuentas eres tú, el más bolsa. Siendo de izquierda, estoy en paz con esas ideas, pero no puedo dejar de reírme de los que piensan que en medio de la distorsión económica más salvaje del continente, con la inflación más alta del mundo, los libros se materializan mágicamente en el aire y salen baratos.
Gargamel,Helénica
El punto que desarrolla Daniel es sólo una de las aristas de un problema bien complejo.
Para esta gente la cultura es un espectáculo político y por eso fracasan rotundamente.
Lo que se ahorraron en un libro hoy, se lo cobran mañana en un kilo de tomates. Por eso el subsidio es ficticio, tramposo y nos cuesta caro. Ellos, de una manera muy simplista, creen que ofreciendo un libro más barato, dejan mal a las librerías privadas, cual cuento de hadas. Trato de ver más allá de esos espejitos, yo sé que nuestro verdadero problema es la inflación y medidas económicas desastrosas.
Además, ¿a quién en Venezuela le favorecen los libros «baratos»? A una pequeña élite que lee, y ojo, élite no por tener fortunas, élite por el simple hecho de leer.
Porque yo espero que ustedes entiendan el país donde viven. La pobreza en Venezuela no sólo es material, también intelectual. El venezolano habla un español básico, su redacción es pobre y el analfabeta funcional es mayoría.
¿Esperan que ignore tamaña realidad al momento de analizar una feria de libros? No puedo, no soy tan egoísta.
Entonces, ¿a quiénes estamos ayudando? ¿Por qué nuestros maestros no son de los mejores pagados en la escala? ¿Por qué no se evita la alarmante diserción escolar que sufre el país?
Ahí les deje una propuesta, digitalicen las bibliotecas. Por cierto, ésa sí sería una política cultural nueva Gargamel. Porque Monte Ávila, al igual que el sistema de orquestas o los museos no se hicieron durante el periodo Chávez, así que deja de estar lanzando flaicitos.
Regalar Los Miserables no es una política cultural, es propaganda mal dirigida.
Para que no digan, les dejo una cita de Mariano Picón Salas, aprovechando que lo estoy leyendo:
«No hay que engañar al país, sino ayudarlo y comprenderlo»
Saludos
El problema del germen socialista que se habita en la mente de buena parte de los venezolanos tiene que ver justamente con esa falacia del «gratis». Gratis no existe y para quienes no lo entienden dejo este corto pero revelador video al respecto: http://www.youtube.com/watch?v=NebA_ZQLcR4
Para los que les dé ladilla abrir el enlace anterior y ver el video se los expongo de forma lacónica y clara:
Cuando a usted alguien lo invita a almorzar, recibe comida sin desembolsar un centavo, eso no significa que la comida sea gratis, alguien de hecho paga por ella, que no haya sido usted no significa que sea gratis, usted sencillamente recibió un subsidio.
Dicho lo anterior, lo «gratis» o casi-gratis (Ej. gasolina) viene de un subsidio; todo subsidio genera un gasto; todo gasto requiere dinero, y el gobierno solo tiene dos formas de obtenerlo: 1. Imprimiéndolo (lo cual inevitablemente eleva la inflación), o 2. Tomándolo por la fuerza de los contribuyentes, léase robándole un porcentaje de su poder adquisitivo (12% en el caso del IVA en Venezuela, por solo nombrar uno de los tantos impuestos y tributos que se pagan en este país).
Lección: ni lo gratis, ni lo casi-gratis existe, lo que existe es una ilusión de Padre Benefactor en el Estado que roba a unos, se queda con una tajada en el bolsillo, y luego reparte el resto.
Robin Hood aunque sea el ladrón más pontificado de la historia, no es menos ladrón por eso. El socialismo te roba. ¿Está claro ahora?