Descubre Caracas y sus placeres: guía para un anarquista

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Hola a todos. Tengo varios amigos no venezolanos (y muchos venezolanos) que no se creen las historias que comento sobre la ciudad y su gente. Algunos se ríen, otros creen que exagero. En la medida de lo posible trataré de documentarlo con imágenes, pero no siempre se puede estar con la cámara en la mano y listo.

Imagino que con estos relatos, muchas almas sensibles se sentirán ofendidas. Pero si hasta Jesús molestó a millones predicando el “amaos los unos a los otros”, qué puede esperar una persona como yo, que no aspira a salvar a nadie. Es decir, solo si me callo. Porque, desde ya, sabemos que hablar es ofender.

¿Qué les puedo contar de mi ciudad? es el paraíso… del anarquista. Yo invitaría a todos los que aún siguen esta corriente de vida, a que vengan a visitarla, y así experimentar en la práctica lo que es esto, sin fantasías teóricas. Para ejemplificarlo, me voy a centrar en un principio en lo que es El Tránsito de esta la ciudad.

Ahora quiero que imaginen un lugar donde realmente puedes conducir como te dé la gana. ¿Te provoca pasarte los semáforos?, ¿prefieres ir a toda velocidad por la a autopista?, ¿qué te parece estacionarte donde quieras? o ¿estorbar en medio de la vía solo por puro placer? Pues este es el sitio. Claro que siempre hay excepciones a la regla. Pero no debería ser en el cumplimiento de los deberes.

Para el que va a pié también hay oportunidades, ¿qué no te gustan los pasos para peatón? ¿qué te gusta el riesgo y quieres pasar con el semáforo en rojo en una vía de tres canales? Esta es tu tierra, aquí el peatón cruza por donde soberanamente le da la gana.

Seré más específico.

Es verdad que hay límites de velocidad legal, pero nunca se han respetado. De todas formas, no es necesario que el estado se imponga para lograrlo, esta es una sociedad libremente autoregulada. Veamos, si tienes una autopista de 5 canales, llena de huecos y baches, qué tan rápido puedes ir antes de romperse el tren delantero; solo puedes bajar la velocidad, y tratas de esquivar todo lo que se te presente. Esto crea una emoción adicional al manejo, y hace que no pierdas la atención en la vía o en los carros que están alrededor, lo que obliga a hacer la conducción más segura (eso nos dicta la lógica, pero ya veremos que la lógica no es bien apreciada).

Otra acción autoreguladora de la velocidad, están en las horas pico, es decir las horas punta, los momentos del día en que hay tráfico. Se calcula que entre las 6:30 am y las 10 am, entre las 11:30 y las 2pm y entre las 4:30pm y las 8:30pm, de lunes a viernes y casi todos los sábados, en condiciones normales. Es decir casi todo el día, casi todos los días.

Entonces, para qué necesitas que se imponga los límites de velocidad cuando nadie puede correr. Además, no tenemos que gastarnos el dinero en policías de tránsito (que si existen pero ya hablaré de ellos), ni en señales tontas que nadie entiende, no hacen falta, más bien estorban y confunden a los que vienes de afuera, y no digamos si se les da por respetarlas, hasta puede ser peligroso para todos.

No quiero terminar esta entrada sin hablar de la lluvia. Somos un país tropical, llueve mucho o poco, pero todo el año, lógicamente influye en el tránsito y para esto deberíamos estar preparados. Estas cosas pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, aquí la ventaja es que las vivimos con frecuencia. No hay que irse a la Gran Sabana para vivir aventuras.

Ahora, si llueve… ¡la torta!,  el día completo se convierte una hora punta en toda la ciudad. La lluvia nos trae enormes lagunas que se forman en las autopistas y calles (no hay drenajes o están tapados o están mal diseñados). Provocando que tengamos que ir todavía más lento, sobre todo porque ahora no veremos los huecos, y bueno, no queremos que se nos mojen los frenos, se nos apague el carro y nos quedemos en medio de la autopista, bajo la lluvia y accidentados. Es decir, tragedia total. Pueden ver estos dos fotoreportajes: Inundación desde la Prensa e Inundación desde un blog con unas fotos y vídeos impresionantes. Fíjense en el puente que aparece en los reportajes, fue inaugurado en 2010. Ciudad Barcelona, estado Anzoátegui. Ya sé que no es de la ciudad que estoy hablando, pero es que están muy buenos los reportajes como para no recomendarlos.

Pero por no dejar, vean estas inundaciones en Caracas, son de antología: Inundación Caracas Prensa e Inundación Caracas Prensa 2

Les aproveche, en estos días comentaré que pasa fuera de las horas punta…

5 Comentarios

  1. La verdad me hiciste recordar a mi querida Caracas, por cosas de Dios en estos momentos estoy viviendo fuera del país, pero uno nunca olvida su tierra, de hecho se la quiere más y yo seguire queriendo a Caracas tal y como es: desordenada, caótica, anarquica, bella!!!!, en fin una ciudad de contrastes…

  2. El tono del artículo parece de doña del cafetal adicta a Aló Ciudadano y la analogía que se hace entre el anarquismo (corriente filosófica-política) y el desorden de la ciudad, es lamentable: demuestra una total falta de conocimiento sobre el anarquismo. Mas allá de que se esté de acuerdo o no con las propuestas anarquistas, cuando se hace referencia a algo, debe hacérselo correctamente. Si se está intentando ser satírico al «demostrar» que una ciudadanía desordenada que hace lo que ‘le da la gana’ es el producto de la ‘anarquía’ y la falta de ‘mano dura’, se está siendo bastante pueril. Lejos está esto de la representación que hace el anarquismo de una sociedad sin Estado. Los anarquistas no predican el ‘haz lo que te dé la gana’; todo lo contrario, para ellos el individuo debe ser capaz de ser responsable y de regularse a sí mismo, sin necesidad del miedo al Estado y su violencia monopolizada. Para esto debe comportarse, previo a la disolución del Estado, un cambio en la conciencia del individuo. Aunque se piense que esto es imposible y que es necesario el rifle a las espaldas para que se actúe ‘bien’, no se debe manipular el significado de la palabra (cuando denota al anarquismo como doctrina política). Conociendo esta ciudad, más bien se diría que dista de ser una ‘mina de placeres’ para algún anarquista. ¿Que en Caracas se puede ‘experimentar en la práctica’ lo que es una sociedad anarquista? Jajaja, ni si quiera es un buen chiste por su falta de lógica. A título personal el artículo no me parece bueno, y la prejuiciosa impostura a la que me he referido, lo hace aún peor.

  3. Años leyendo panfletonegro y no me había topado con este artículo. En realidad el problema no es de «anarquía», porque tanto en Venezuela como en Caracas lo que predomina es el Estado. Quién mucho abarca, poco aprieta…tenemos un gobierno que pretende abarcarlo todo, y es ineficaz precisamente por eso.¿Que la gente debería tener la conciencia para respetar las normas de tránsito así la policía no se lo imponga?. Es cierto, pero hay más posibilidades de violar esas normas cuando hay menos posibilidad de ser castigado…

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