En los créditos de agradecimiento de la película figura el nombre de Philip M. Strub. Ello indica e ilustra por dónde van los tiros de la producción.
Para quien no lo sepa, Philip M. Strub es un personaje siniestro de Hollywood,una leyenda urbana,un mito,a menudo comparado con una encarnación posmoderna de William H. Hays y el senador McCarthy,los dos principales inquisidores de la historia del cine americano.
Lo peor del caso:Philip M. Strub sí existe y no es un fantasma inventado por la mente ociosa de un teórico de la conspiración.De hecho,le dedicaron un libro,”Operación Hollywood”,donde se develan sus manejos oscuros,como censor,detrás de la cortina.
Nominalmente, Philip Strub es conocido por ser “el asesor especial del Pentágono para asuntos de entretenimiento”,al presidir una comisión de enlace entre la meca y el complejo militar industrial. De su unión contra natura surge el así llamado cine de la seguridad nacional,deconstruido por el Jean Michel Valantin en el texto de cabecera, “Hollywood,el Pentágno y Washington:Los Tres Actores de una Estrategia Global”. Al respecto,vamos a recuperar una cita extraída de su investigación:
“El punto donde se articulan la industria del cine de seguridad nacional y el Estado de seguridad nacional es su relación con la amenaza.Toda la producción norteamericana de estrategia está basada sobre la idea de una amenaza que pueda legitimar el desarrollo de estrategias de defensa y de seguridad que van desde la puesta en marcha de grandes programas de armamento hasta la decisión de lanzar expediciones militares a través de todo el mundo”.
Verbigracia,el estreno de “Batalla:Los Ángeles”, cuya ficha técnica reconoce el apoyo de Philip M. Strub,quien se vuela cuando quiere el derecho a la libertad de expresión garantizado por la primera enmienda.
Recordemos cómo lo describe David L. Robb: “Strub es un hombre influyente.Cineastas de primera fila acuden regularmente a su oficina del Pentágono para solicitar ayuda militar.Si un guión le gusta,Strub puede recomendar al Pentágono que conceda a sus productores el acceso a equipos militares valorados en miles de millones de dólares, para ayudarles a hacer su película. Y si no le gusta un guión,los productores deberán realizar cuantos cambios se les exijan o acudir a otro lugar en busca de las embarcaciones y cazas necesarios para rodar su película, o sencillamente resignarse a no rodarla”.
Cientos de libretos pasaron por las manos de Philip M. Strub y no sobrevivieron para contarla.Con suerte, llegaron a la pantalla formateados por él, bajo una serie de chantajes,coacciones y condicionamientos. A propósito, el catedrático Jonatahan Turley afirma:“estas exigencias pueden llegar a ser harto descabelladas.Phill Strub reveló recientemente el siguiente criterio a la hora de aprobar una película en función de su realismo:cualquier película que ofrezca una imagen negativa del ejército no es realista para nosotros”.
En consecuencia,“Batalla,Los Ángeles” sería el mejor ejemplo de verosimilitud para Phillip Strub, la proyección, la sublimación y la cristalización de sus sueños húmedos de dominación por medio de la fuerza bruta machista.La consumación de su utopía audiovisual.Con ella debe tener orgasmos y fantasías de toda índole. Equivaldría a su colección de cintas pornográficas.
En efecto,el fetichismo castrense de la pieza,también provocaría exaltación epidérmica en el seno de nuestra burocracia uniformada,sea de orientación socialista o fascista.El sentimiento de catarsis en la destrucción,es el mismo.
No en balde, el largometraje rinde culto a la consigna de “patria o muerte,venceremos”,a pesar de su aparente distancia con la brújula ideológica del mar de la felicidad. Aun así, “Batalla,Los Ángeles” glorifica y recompensa ,con creces,el espíritu kamikaze de sacrificio en pos de la protección del suelo patrio,de la soberanía,al celebrar la autoinmolación de cadetes y civiles.
Algo curiosa y peligrosamente cercano al contenido de videos pedagógicos,producidos y distribuidos por el terrorismo islámico para hacer el reclutamiento de sus próximos candidatos al “hombre bomba de la semana”. Extremismo combinado con banalidad del mal,al gusto de los arquitectos de las últimas cruzadas,cuando el poder necesita de su carne de cañón para perpetuarse en la cúspide de la pirámide internacional.
Es una lástima porque el actor encargado de incorporar semejante patraña de la propaganda bélica,se llama Aaron Eckhart,a quien aplaudimos desde su época independiente de “Gracias por fumar” hasta su consagración como secundario en “Dark Night”. Aquí,al menos,dota de credibilidad al viejo estereotipo de “Rambo”, versión “Terminator” conoce a la cursilería humanista de John Wayne en el bodrio anticomunista de la era de Vietnam,“Boinas Verdes”, con el objetivo de resucitar al arquetipo del patriarca mesiánico,tipo Bush,a la luz de una misión suicida de salvamento del pueblo oprimido.
Concreción demagógica y espectacular de la promesa incumplida de redención social, heredada de la gestión anterior. Me explico.
“Batalla,Los Ángeles” constituye un laboratorio de acoplamiento semiótico de docenas de referentes y pesadillas, instauradas y establecidas en el inconsciente colectivo mundial,ahora reavivadas por la catástrofe de Japón y el espectro de la extinción del 2012.
De modo oportunista,el film sintetiza el pánico latente de la invasión alienígena, la paranoia ante la devastación del planeta y los daños colaterales emanados por la campaña del medio oriente,después de la caída de las dos torres, potenciada como fenómeno darwinista tras el hundimiento de la bolsa de valores.
Pero el problema radica no necesariamente en la fusión de temas y géneros,sino en la óptica de la ejecución. De ahí el lastre de cargar en el argumento con un paquete chileno de conceptos caducos y refritos, de sofismas y doctrinas de choque, de trampas y argucias.
A nivel de la superficie, la película adopta e instrumentaliza hallazgos de la vanguardia,ya quemados y agotados por el propio sistema de los estudios,aunque con arreglos diferentes.
Se copia la técnica del cine de guerrilla y de trincheras,como en “La Viuda Joven”,para sostener la estructura de un falso documental,al estilo de “Cloverfield” y “Sector 9”.
El cambio estriba,únicamente,en el trasfondo de la moraleja.
En aquellas,la cámara en mano era la excusa ideal para hablar de la derrota de los soldados frente a la amenaza del terrorismo invisible, y de igual manera, de la intención de descubrir el lado positivo del extraterrestre,según el estándar del buen salvaje domesticado y segregado en un campo de concentración.Métafora del fracaso en Irak y símbolo de la urgencia de invertir el patrón de “El Camino de Guantánamo”.
En cambio, “Batalla,Los Ángeles” usurpa la metodología de la no ficción, para narrar el clásico choque de las civilizaciones, sin reparo en la escala de grises,las medias tintas, las filtraciones de Wikileaks,la corrección política,la convención de Ginebra y el respeto por la alteridad.
Por supuesto, la hipocresía justifica la colaboración entre las razas y las etnias del país de las oportunidades,en beneficio de la emancipación colonial de la planta insolente del visitante molesto, reducido a la mínima condición de monstruo cibernético carente de alma.
Por ende, como en un video juego, no hay límites éticos a la hora de disparar a mansalva contra cucarachas,insectos,langostas y depredadores procedentes del espacio. Entonces el discurso es prosaico y diáfano,como una arenga marcial de Aló Presidente.
El protagonista asume el rol de la esperanza blanca del presente y el futuro,en la lucha y erradicación de las taras de las sociedad occidental. Su falta de sentido del humor, reivindica la sátira de “Men in Black”,de un corte parecido. Tampoco funciona la ocasión de cotejarla con “Starship Troopers”, pues renuncia a la ironía para ir al encuentro de la reacción conservadora. Se vale de la foto fija de chica mala de Michelle Rodríguez,para aprovecharse del mercado cautivo de “Avatar”.
En suma, es publicidad institucional encubierta.
Entrará en los anales y archivos de la infantería pesada de cuarta generación.
Ojalá no se pierdan más vidas por su culpa.
Soy escéptico.
Proporcionará gasolina y autoestima a la convaleciente intervención de Obama en Afganistán.
Paradójicamente,”Batalla,Los Ángeles” contempla un esquema de guerra fría, no lejano al teatro del absurdo criollo,donde las víctimas son los agresores en la actualidad. Es decir, los marines. En paralelo, los marcianos llegaron ya para saquear nuestros recursos no renovables.
Solo en la cabeza esquizofrénica de Philip M. Strub,cabe entender la alteración de ambos factores.
Como la realidad es dura, él opta por el refugio infantil y la evasión.
Me rememora el ejercicio de tapadera kistch de “ID4”.
Me quedo con los “Marcianos al Ataque” de Tim Burton.
PD:Produce Neal Moritz,de «Soy Leyenda» y «XXX».
Le fascina la acción a raudales y el frenesí del apocalipsis integrado.
Mutación en boga.
¿sera sergio otro David Manning, pero al reves? a veces cuando leo leo las criticas me asombro de mi ingenuidad, de mi intinsica estupidez ya que vi la pelicula y pase un rato agradable, no pense en la inflacion, los robos, que la plata no me alcanza y de pronto leo la critica de sergio y todo el mundo se me cae ¿Fui tan tonto como decir que me gusto la pelicula? definitivamente, si.
Entonces ¿sergio es real o es un ser creado por alguien para quitarnos el simple placer de evadirnos de la realidad?
hay algunas pistas que me hn llevado a esa conclucion, la primera es la gran erudicion sobre el tema. nadie puede saber tanto, por lo tanto es seguro que que sea un grupo de personas que escriben bajo el nombre de sergio para ocultar sus aviesos fines y lo segundo es que mira los minimos detalles, esos detalles que uno solo se da cuenta luego de ver una pelicula unas 5 veces, eso es otra pista que nos habla de una confabulación diabólica de hombres de negros sin escrupulos, para quitarnos el simple placer de ve una pelicula sin rollos intelectuales.
De hecho ya he notado que ciertas personas quienes leen estas criticas frecuentemente, estan cambiando su manera de pensar sobre elas. Mi parejita es una de ella, salgo de la pelicula y le digo «que de pinga estuvo los efectos» y ella me sale con una de las de sergio. anoche no pude dormir, me pase toda la noche haciéndome el dormido, con miedo que me apuñalara por la espalda. Por la mañana me vio con una sonrisa inocente, de esas que no mata a una mosca. tengo miedo. no se que hacer. espero que otras personas me ayuden a develar a ese grupo siniestro que escribe bajo el seudónimo de sergio y acabar con unos de los peligros mas grande que enfrenta la industria cinematográfica y sobre todo nosotros, los simples espectadores
jajaja…nos descubriste men…no importa,seguiremos usando el nombre de Sergio M. como fachada,como antes lo hicimos con Cobranza…después inventaremos otro seudónimo,otra marioneta…lo importante es la idea…saludos y abrazos…