Dedicado a Malena Ferrer y a J.M. Silva por recomendármela
“Zombie” significa flor de color amarillo. Los “zombies” crecen en el jardín y el mayor de la familia los contempla maravillado,a la vista de sus dos hermanas. También se deslumbran con los avioncitos,de alto vuelo, y aguardan por su caída para jugar con ellos.
Si se portan mal,se les castiga tomando buches de Listerine o a punta de golpes.
De día, repiten varias rutinas y tareas de sol a sol: hacer competencias de inmersión en la piscina, pelear con palitos, escuchar cintas didácticas, leer enciclopedias viejas, tostarse como nutrias ante el sol, ladrar como perros bravos.
De hecho, sienten un aversión casi natural hacia los gatos, a quienes deben perseguir y asediar hasta darles muerte. Por ejemplo, el mayor de la casa asesina a un minino con un tijera de cortar césped. Por ello, su papá lo consiente y le lleva a un empleada de seguridad, a objeto de mantenerlo satisfecho,activo y entrenado en el campo de lo libidinoso.Con ella, tiene encuentros esporádicos y mecánicos.
Por su parte, la empleada de seguridad engaña a una de las protagonistas, para recibir favores sexuales. A cambio de un cintillo(suerte de espejito o dulce), la invita a lamerle el entrepierna.
Al mismo tiempo, el patriarca del linaje dorado lleva y desarrolla una vida monocorde, del trabajo al hogar dulce hogar y del hogar dulce hogar al trabajo. Comparte charlas burocráticas e ininteligibles con sus colegas, en una fábrica de cualquier cosa, sin personalidad, como de “Sprinfield”, como de “Punch,Drunk,Love”. Teatro del absurdo empresarial y corporativo, al estilo de los no lugares de “La Cuestión Humana”.
Humor negro de ascendencia misantrópica,tipo Hermanos Coen.
Es curioso, pero existe un vínculo obvio entre la alienación de la casa y la normalización de la apatía en la fábrica. En ambos casos, los decorados carecen de humanidad, son gélidos y evocan un presente de oscuras reminiscencias expresionistas,fascistas,retrofuturistas.
Podría ser un entorno fantástico propio de clásicos de la ciencia ficción o de la distopía posmoderna como “1984”, “Un Mundo Feliz”, “La Ola”, “El Pueblo de los Malditos”,”Blade Runner”,”Inteligencia Artificial”,”Yo Robot”, “They Live”,”THX 1138”,”Electroma”,”Elephant”,»Gattaca»,»La Vida de los Otros» y “La Cinta Blanca”.
La principal incomodad reside cuando descubres las miles de relaciones con tu contexto.Aunque no lo creas y te cueste reconocerlo, nuestra existencia es así de arbitraria, automática y abstracta.Ya lo dijeron y demostraron Michel Foucault,Baudrillard,Derrida,Deleuze y Guattari.
En efecto, es posible la comparación con “La Aldea” revisitada por el Michael Haneke de “Funny Games”, en la tradición de “Saló o los 120 días de Sodoma”.
El Marqués de Sade meets Pasolini en La Divina Comedia,versión infierno del Dante.
Por extensión, resulta una alegoría apropiada para leer al hombre nuevo de la revolución bonita,programado por la cadena conductista del “Big Brother” de Sabaneta, parecido al “Gran Hermano” de nuestro relato de hoy. Incluso, constituye y encarna al arquetipo del papá estado,de Norte a Sur y de Este a Oeste.
Controla a su prole con puño de hierro, a base de chantajes infantiles, cuentos de la cripta, sofismas estalinistas,mentiras verdaderas, pesadillas conspirativas, delirios paranoicos, políticas de encierro maniqueo, satanizaciones de la otredad,discursos etnocéntricos de reafirmación de la sangre, represión del pensamiento libre y reforzamiento populista de la dependencia.
Por consiguiente, le conviene tratar como críos a sus muchachos, para obligarlos a obedecerle por siempre. Así logra conservarlos atados y aferrados a su cordón umbilical, a su régimen de gobierno, a su estructura de poder feudal y medieval,cuyo diseño guarda correspondencia con el panóptico de Bentham y el apartheid suburbial del discreto encanto de la pequeña burguesía.
No en balde, se les prohibe salir de los dominios de su propiedad, cual plantación esclavista de la colonia, cual comunismo barato, cual capitalismo endógeno y replegado sobre sí mismo. La pena máxima por abandonar el “Experimento” del Doctor Mengele de la partida, es la exclusión y la muerte.
Según el mandamás, la única forma de retirarse del corral, de jubilarse de la cárcel de la sociedad del bienestar,acontece y sucede al perder un diente canino.
Pero como ello seguramente nunca ocurrirá, pues se goza de una alimentación balanceada y macrobiótica, la hermana inquieta y rebelde del drama,se arranca su colmillo a punta de golpes, para intentar huir como el Joaquín Phoenix de la obra maestra de Night Shyamalan.
Sin embargo, no hay colorín colorado, ni happy ending, porque en realidad los malos siempre ganan. La heroína fracasa, junto con nuestras esperanzas de redención, mientras se desangra y se asfixia en la cajuela del coche de su padre, a la usanza del niño Vegas en “Cangrejo”.
Solo nos tocará conformarnos con su baile macabro, con su danza de la libertad, con su hermosa y epiléptica interpretación de “Flash Dance”,antes de perecer en la boca del lobo y recitar líneas de memoria de “Tiburón”. Material considerado tabú en “The Village”,donde la cacería de brujas se alinea con la censura.
En consecuencia, nos dice la moraleja, la idea de la raza y de la cultura perfecta,como la aria, es un contrasentido de la historia, un retroceso, una locura, un paraíso artificial, una metáfora de la globalización y de los conceptos progresistas en boga,alrededor del planeta.
Por algo, los chicos de Venezuela, Grecia, Libia, Túnez, Yemen, Egipto y pare usted de contar, deciden coserse la boca y arrancarse sus caninos de raíz, como símbolos de resistencia de cara al sistema de vigilancia y castigo.
Punta del iceberg de las próximas revueltas del siglo XXI, por la emancipación de la conciencias.
Nos quedan pendientes Cuba,Irán y compañía.
Entonces qué,¿vas a seguir oliendo zombies en el jardín de las delicias?
Good bye Lenin.
PD:es triste.Los modernillos no entienden el mensaje completo de la película y lo reducen a un asunto de intensidad,de moda de largometrajes “fritos”,»raros» y “sórdidos”. El esnobismo les impide comprender. Verbigracia, “Canino” es el espejo de su generación cool.