El nuevo canto a la libertad de expresión de Alex de La Iglesia,me suena a tonada conocida y trillada en su carrera, dentro y fuera del lado oscuro del clan Almodóvar.
La película es una síntesis brutal de la debilidad del director por robarse así mismo y por robar a los demás,sin pedirles autorización.A lo mejor por ello se quitó la …careta hace poco y decidió erigirse en un defensor de la piratería y las descargas gratuitas.
Sea como sea,“Balada Triste de Trompeta” lo revela en su peor estado creativo, al vendernos el gato por liebre de una supuesta obra maestra del trash,el mal gusto y el pastiche posmoderno, pero desde una curiosa ranciedad expresiva cercana a sus afinidades políticas de hoy en día.
El film se quiere una revisión crítica del vano ayer.En realidad es una reafirmación de la lectura banal y maniquea de la historia,según los manuales del retroprogresismo concienciado. Ideal para una charla de café con dinosaurios de la izquierda divina y caviar.
Ni la protagonista femenina,mentada encarnación de la madre patria,se salva del desastre.El resto es para el olvido.
Pendientes,porque el villano es un pegador,un maltratador de mujeres.El bueno tampoco te lo crees y encima es hijo de Santiago Segura.
Ojalá fuese una ridiculez declarada como Torrente y no una autodenominada gloria del cine de autor.
Aburrida como su humor negro destilado y carente de gracia,de frescura,de originalidad. Para tragicomedias surrealistas en el circo,me quedo con Fellini, Jodorowsky,Chaplin y Browning.
Los payasos monstruosos de la cinta no aguantan una competencia de bromas pesadas con los clowns asesinos de Rob Zombie.
“Balada Triste de Trompeta” es un juego de niños al lado de “La Casa de los Mil Cuerpos”.
Aquí hasta las secuencias de acción dan pena ajena.
Ni hablar del sincro de audio y del doblaje de los actores en estudio.Lamentable herencia de la industria franquista avalada por una pieza pretendidamente en contra del Caudillo,a quien se parodia con timidez en una viñeta de cacería fusilada de Luis García Berlanga y sus escopetas nacionales.
Apenas le rescato el solo de Raphael por lo sintomático de su perfomance.Aunque es una idea bastante obvia.
Es parte del “show” disidente del cineasta.
Más de su pose de resistencia instrumentalizada por la publicidad.Ejemplo del narcisismo demagógico de la era contemporánea.
La clase gobernante puede dormir tranquila.
“Balada Triste de Trompeta” no le ofrece la menor oposición.Se conforma con decir: “todos somos idiotas por naturaleza y no hay posibilidades reales para un cambio a las puertas del valle de los caídos”.
Lo dicho: es la resignación populista a la luz del enfoque del ex presidente de la academia.Antes un Peter Jackson desaliñado,medio hipster y rollizo.Ahora un señor serio y solemne,de punta en blanco,como de “Discurso del Rey”.
Su agotamiento corre parejo con la progresiva decadencia de Pedro,su antiguo mentor.
Ambos ilustran el declive de su generación.