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El oscurantismo del Municipio Libertador, Caracas, Venezuela

Recuerdo hace años, antes de que empezara la casta de alcaldes eficientes, con el inicio de la Sra. Irene Sáez Conde como alcaldesa del Municipio Chacao en 1993, como era de triste y desvalorizado ese Municipio de Caracas.
Uno pasaba y era como un Municipio estancado en el tiempo donde nadie quería vivir, inseguridad, suciedad y caos, eran varias de las características que lo definían.
A la llegada de Irene Sáez comenzó el cambio y la evolución de este sector de Caracas, el cual afortunadamente a pasado de dirección en dirección a la cabeza de distintos alcaldes, que han sabido mantener e incluso mejorar las condiciones de prosperidad y belleza de ese Municipio, por esas cuestiones de “casualidad” o “causalidad”, el Municipio Chacao se ha mantenido en la dirección de gerentes identificados abiertamente con el sector o los sectores opositores al gobierno de este país.
El caso es, que hoy en día, es sino, el Municipio mejor mantenido y con mayor crecimiento y modernismo, uno de los mejores municipios para habitar y construir edificios y edificaciones de categoría A, además de uno de los de mayor afluencia de caraqueños de otros municipios y turistas de otros países.
Chacao es hoy por hoy, uno de los Municipios donde los caraqueños más prefieren pasar su tiempo y donde desearían vivir (esto según estadísticas de investigación personal que nada tienen que ver con datos oficiales), a parte de eso, basta hacer una mirada retrospectiva de lo que era Chacao hace 20 años y de lo que es ahora.
Lo contrario y casi lo diametralmente opuesto sucede con el Municipio Libertador (el cual lleva el nombre del titulo de nuestro principal héroe de la patria), se encuentra como en una etapa de oscurantismo, negado al progreso y estancado en el tiempo, con edificios visiblemente deteriorados, invasiones de edificios que parecen edificios ranchos, los cuales no respetan ni cumplen con la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, incumplimiento de las leyes de transito a todo lo largo y ancho del Municipio, y en general un gran caos y ruina por doquier.
Ahora, cuando se acerca la celebración de los 200 años de la firma del Acta de la Declaración de la Independencia de Venezuela, del día 5 de julio de 1811, es cuando se ven algunos intentos positivos por remozar y recuperar algunas estructuras, fachadas y espacios de este Municipio.
A la propuesta de un nuevo centro comercial como lo era el Sambil Candelaria, el cual muy probablemente le hubiera dado un impulso a este Municipio, lo que se hizo por parte del gobierno, no fue negociar o ver de que manera se solucionaba el supuesto inconveniente que él generaría, que se adjudico al trafico que causaría, sino que la mejor solución fue una medida de expropiación, para hoy, tener un edificio con signos de abandono y que en la actualidad resguarda a un grupo de damnificados que ya alzaron sus voces para reclamar varios atropellos y falta de atención por las autoridades competentes.
Quizá, el Centro de Caracas, es una de las pocas zonas dentro del Municipio Libertador, que hace que este Municipio se mantenga como un sector grato para visitar.
Mi intención con el presente articulo, no es la de hablar mal o bien de una fuerza u otra dentro del gobierno, entiéndase oficialismo y oposición, sino más bien destacar cosas negativas y positivas más bien de los Municipios, como espacios abiertos y públicos que a quienes más benefician o perjudican es a sus habitantes y a quienes transitan por allí por un motivo o por otro.
Y me parece que para los habitantes del Municipio Libertador les ha tocado un periodo de oscurantismo mientras otros municipios como Chacao, Sucre, Baruta y el Hatillo, están más bien creciendo en espacios de calidad para sus residentes y visitantes.
Mi llamado es a seguir el buen ejemplo, a pensar en el ciudadano antes que en la diatriba política, a resolver los asuntos que al ciudadano afectan y desaniman y tratar de entender que una ciudad donde se puede vivir y disfrutar de sus espacios, es una ciudad que genera bienestar inmediato en quienes allí hacen vida.
En todo caso, esto es una percepción personal, aunque argumentada con basamento en experiencia propia, por lo que, les toca a cada uno hacer una evaluación de lo que puede mirar, escuchar, percibir e investigar.
Nosotros como ciudadanos, debemos también aportar nuestra parte correspondiente, y eso lo hacemos con trabajo honesto y conciencia ciudadana, la cual debemos no solo desarrollar en nosotros mismos, sino ayudar a desarrollar en los demás.

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