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Prix Jeunesse Iberoamericano 2011:Reseña del Festival de los locos bajitos(Primer Capítulo)


Ayer fue la alucinante jornada inaugural del Prix Jeunesse Iberoamericano 2011 en Sao Paulo,desde las nueve de la mañana hasta las doce de la noche.

Temprano recogimos las acreditaciones.De inmediato entramos a la sección competitiva de no ficción,donde tuvimos ocasión de ver las mejores producciones latinoamericanas del año.Un documental chileno sacó la cara por el cine de autor.Un corto venezolano,patrocinado por Gobernación de Falcón,me trajo de vuelta los fantasmas de la animación cubana al servicio del poder barbudo,aunado a su realismo social de orientación kistch.

Aquí el estado bolivariano le echa culpa al ciudadano común de la capital,de ser responsable directo de la escasez de agua y luz,por culpa de su cultura del derroche.

La típica excusa del chavismo para justificar su mala gestión.Es como de propaganda escolar de Vive y Tves.

Por ahí se cuela la frase:»consejo comunal».Parece de la Villa.De hecho,lo respalda la plataforma.

Aun así,su experimento de creación con niños,lo redimió delante de la audiencia.

Particularmente,no me gustó.

Más adelante lo comentaré con holgura.

Una serie colombiana,nos arrancó lagrimas.Se llama la «La Lleva».Anótenla en la lista.

Después,almorzamos en una hora.Pasta y refresco para mi,por favor.

Al terminar,regresamos a la sede para ver de una tirón la selección oficial de ficción.Culminamos a las siete de la noche,incluyendo un break de café.De ahí destacamos el siguiente título:»Chanchi Perro»,también de origen chileno.Para morirse de la risa.

Vimos demasiada animación prefabricada en ordenador,con empaques maravillosos aunque vacíos y manidos.Los locales no convencieron a pesar de su apabullante presencia en la muestra.Al final,la sencillez se impuso por encima del barroquismo flojo y estéril.Lo analógico le ganó la partida al efectismo 3D.

Verbigracia,»Kikiriki» de Colombia se desmarcó de la senda de la ingenuidad infantil en boga,para plantear una sátira demoledora sobre una guerra virtual entre Venezuela y el país vecino,desde la absurda perspectiva de un noticiero conducido por muñecos,por marionetas.Yo no paraba de carcajearme y la gente me veía de arriba hacia abajo.No entendían los chistes,por desgracia.Se meten con Uribe,Santos y con nosotros,de frente.Es la antítesis del corto venezolano.

En paralelo,aproveché para entrevistar a 7 productores y directores afamados de la región.De una humildad impresionante.Y son unos duros.

Posteriormente,cerramos el día con una inolvidable mesa de responsabilidad social,cuya virtud residió en discutir todos los mitos y lugares comunes vendidos alrededor del tema.

Un panel de altura con los tanques de pensamiento de Argentina,Brasil,Estados Unidos y España.Acá nos llevan otra morena en materia de legislación,conocimiento y sentido de la autocrítica.

Hice una pregunta políticamente incorrecta,medio incómoda,pero me la respondieron sin problema.Hay plena libertad de expresión.Las interrogantes del resto del público iban por la misma línea.

Como epílogo,nos invitaron a cenar a casa de la fundadora y organizadora de la iniciativa en Brasil.

Tomamos vino tinto,comimos platos típicos,ensaladas varias y compartimos con los colegas del Festival.

A las doce,ya estábamos en el hotel de retorno para irnos a dormir.

Yo podría vivir tranquilamente en el Jeunesse.Es una utopía garantizada y consumada de felicidad,desarrollo intelectual e integración.Es un postgrado intensivo de cine y tolerancia.Es un refugio de paz,amor y amistad ante las calamidades del contexto.

Suena a Paulo Coelho pero no es una mentira de superación de la adversidad.

Ahora son las 8:46.Me llaman para salir.Los dejo.Saludos y abrazos.Luego les cuento.

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